Los objetivos iniciales del “Gran Experimento” de la Reserva Federal— mantener las tasas bajas, crear tasas reales negativas y amortiguar las consecuencias presupuestarias del estímulo fiscal—ya se han cumplido con creces. Los inversionistas se enfrentan ahora a la amenaza de subidas en las tasas de los bonos. Pueden resultar varios escenarios, alcistas y bajistas. ¿Cuáles son y qué puede provocarlos? ¿Qué riesgos conllevan para los portafolios de inversión?
Definición de duración: la desagradable exactitud matemática de las duraciones largas
La duración es la medida de la sensibilidad de un instrumento de renta fija a las subidas en las tasas de interés. Por lo general, cuanto mayor es el vencimiento del instrumento, más larga es su duración, y su precio será más sensible a variaciones en las tasas de interés. Esto sucede porque el valor del instrumento es la suma de sus flujos de caja futuros (pagos del cupón y devolución del principal), descontados a la tasa de interés demandada en ese momento por los inversionistas para ese instrumento hasta su vencimiento.
El valor temporal del dinero
Cuando suben las tasas, el inversionista tiene que descontar implícitamente todos los pagos de cupón y devoluciones de principal a un tipo más alto. Y ese tipo compuesto forma parte del “valor temporal del dinero”. Así, si los cupones y el pago del principal de un bono se extienden mucho en el tiempo, el efecto del tipo de descuento en estos flujos es grande. La reacción típica del mercado es hacer caer de forma mucho más dramática el valor de los bonos con vencimiento mayor frente a los bonos a corto plazo.
El valor actual
Considere dos bonos con diferentes vencimientos: un bono del Tesoro a 2 años y otro a 30 años. Para un bono del Tesoro a 2 años de 1.000 dólares con un rendimiento del 1%, el principal que se repagará en 2 años es un componente relevante del valor actual del bono. Los intereses pagados (4 pagos de $5 = $20 vs. $1.000 del principal) representan una parte pequeña de su valor actual. En cambio, para el bono de 1.000 dólares a 30 años con rendimiento del 3%, el pago del principal, que se hará en un futuro lejano, es una parte más pequeña de su valor actual. El pago de intereses (60 pagos de $15 = $900 vs. $1.000 de principal) representa un componente mucho más relevante del valor actual del bono.
Muchos escenarios de tasas de interés pueden revelarse durante los próximos meses
Un escenario “extremo” sugerido por algunos sería la peor pesadilla de duración del mercados – una aniquilación a gran escala de los Treasuries y el dólar. Este evento podría producirse si los inversionistas pierden la fe en las autoridades políticas y monetarias de EE.UU. como resultado de una devaluación extrema de la divisa combinada con la incapacidad simultánea de poner freno a los déficits federales. Los que argumentan que vamos por este camino señalarán a las interminables rondas de expansión cuantitativa (QE) y a la parálisis política para la aprobación de un plan presupuestario a largo plazo. A pesar de que comprendemos estos motivos de preocupación, no pensamos que sean convincentes ni a corto ni a medio plazo por varias razones. Sin embargo sí pensamos que se pueden ir revelando varios escenarios para las tasas de interés que discutimos en este el informe “The Damage Potential of Rising Rates” al que pueden acceder a través de este link.
Columna de Michael Temple, director de Análisis de Crédito, EE.UU., Pioneer Investments