En una entrevista al Financial Times, Fabrice Bregier, consejero delegado del negocio de pasajeros de Airbus, hacía una llamada al BCE para que controlaran la “alocada” fortaleza del euro.
Antes de analizar si la fortaleza del euro es o no una “locura”, debe mencionarse que el precio de los aviones comerciales se fija en dólares. Para Airbus, por lo tanto, el riesgo divisa es muy significativo dado que la mayor parte de su base de costes está denominada en euros. Por lo tanto, no sorprende que un alto directivo de Airbus se queje de los niveles actuales del euro.
Dicho esto, ¿es la fortaleza del euro una “locura”? Para contestar esta pregunta lo lógico es utilizar varios modelos de valoración de divisas a largo plazo. Aquí es donde empiezan los problemas.
En primer lugar, existen varias metodologías para determinar el precio objetivo de una divisa. El más antiguo se basa en la teoría de la paridad del poder adquisitivo (Modelo PPP): sigue la idea de que a largo plazo, los tipos de cambio de las divisas deberían igualar el precio de los productos en distintos países. Los modelos PPP más sofisticados ajustan por las diferencias de productividad o ingreso per capita, puesto que resulta natural que los precios sean más bajos en países en los que la renta disponible es menor.
Otra definición del tipo de cambio justo para una divisa es la cotización que corresponda a una posición de intercambio comercial global sostenible entre dos países: sería el análisis fundamental del equilibrio del tipo de cambio –Modelo FEER por sus siglas en inglés, Fundamental Equilibrium Exchange Rate-. Este tipo de cambio objetivo debe ser consistente tanto con una balanza por cuenta corriente sostenible como con un equilibrio interno de la nación (pleno empleo con inflación controlada).
Un tercer método para calcular el tipo de cambio objetivo de una divisa es el llamado tipo de cambio de equilbrio conductual –Modelo BEER, Behavioural Equilibrium Exchange Rate-. Este modelo no trata de definir un equilibrio económico a largo plazo. En su lugar analiza aquellas variables económicas que parecen influir más en la fijación del tipo de cambio –por ejemplo, la mayor productividad, el volumen de inversión extranjera neta y la situación del sector exportador e importador del país-. Este modelo toma los valores actuales de estas variables para estimar el nivel correcto del tipo de cambio.
Además de existir tres métodos distintos (PPP, FEER y BEER) para calcular el tipo de cambio justo de una divisa, hay infinitas formas de aplicar cada modelo.
Por tanto, no debería sorprender a nadie que veamos un rango amplio en los niveles objetivo estimados para las divisas. Afortunadamente, en la actualidad estamos ante un “consenso” relativo al hablar del euro-dólar, pivotando todos los modelos en un rango del 10%. Hemos comprobado estimaciones obtenidas por diversos modelos utilizados por varias instituciones oficiales, así como brókers. Muchos modelos BEER indican un objetivo para el EUR/USD de 1,20 (aunque hay un disidente que lo sitúa en 1,40). Las estimaciones basadas en el modelo FEER dan un tipo de cambio en el rango de 1,30-1,32. Por último, el modelo PPP, que parte de la metodología más simple, sugiere un rango de 1,22-1,29. Así, juntando todas estas opiniones, se obtiene un tipo de cambio objetivo EUR/USD de en torno a 1,25.
Durante los últimos meses, el EURUSD ha estado negociándose en torno a 1,37, por lo que el euro estaría sobrevalorado en un 10%. Por lo general, cuando hablamos de economías desarrolladas, solo se califica de excesivas las valoraciones que se desvían más de un 20% de su valor objetivo. Así, denominar la fortaleza actual del euro como una “locura” parece exagerado.
Comentario de inversión de Jaco Rouw, Core FI Senior Investment Manager, Global Foreign Exchange, en ING Investment Management y Thede Rüst, Core FI Investment Manager, en ING Investment Management.