Como si de un “Déjà vu” se tratara, volvemos a encontrarnos en terreno desagradablemente familiar. La ultima vez, allá por el verano de 2011, el precio de la pantomima política se saldó con una caída en el S&P 500 de mas del 16% y con la expulsión del selecto club de la AAA. Esta vez puede ser peor; como dicen por aquí “fool me once shame on you, fool me twice shame on me”.
Fitch y Moody’s ya han avisado de nuevos recortes en sus respectivos ratings. Además, la falta de credibilidad en la clase política y las incertidumbres que esta genera han ralentizado los planes de inversión y contratación por parte de las empresas. El shock de otro varapalo en un año de incremento en la presión fiscal y de recorte en gasto público podría precipitar al país hacia una nueva recesión.
Como ya ha anunciado Tim Geithner, en un mes aproximadamente el Departamento del Tesoro norteamericano se quedara sin conejos que sacar de la chistera y Estados Unidos se enfrentará nuevamente a la quiebra técnica, y lo más sorprendente es que ni republicanos ni demócratas parecen darse cuenta de la gravedad de la situación o lo que es peor, la entienden pero prefieren utilizarla en su beneficio político dejando en segundo plano los intereses de aquellos que con sus votos les otorgaron el poder del que ahora parecen abusar.
Coincidiendo con el artículo publicado en el rotativo especializado Politico que especula con el default como arma de negociación del partido republicano, Mr. Obama, en conferencia de prensa, ha tachado la actitud de su oposición de irresponsable y absurda -cuando él mismo, siendo senador bajo la presidencia de George W. Bush, votó en contra del incremento del techo de la deuda- y se ha negado a dar concesiones al GOP acusándoles veladamente de querer cobrar un “rescate” para llegar a un acuerdo.
“Republicans will not collect a ransom in exchange for not crashing the american economy”, es una frase más acorde con las amenazas que puedan cruzarse entre pandilleros, pero que deja en muy mal lugar a Obama y nos da la medida del estado de crisis en el que se encuentra Washington. Parecen niños peleando por una pelota en el patio del colegio.
Siempre pensé que los políticos norteamericanos eran distintos a los europeos, que ante las adversidades dejaban atrás sus diferencias y buscaban el consenso a favor del interés nacional. Cada vez tengo más dudas y como yo todos los americanos. Les recomiendo echen un vistazo a las gráficas de este artículo publicado por el New York Times.
Los idearios políticos de republicanos y demócratas nunca han estado tan distanciados, y con la ausencia del bi-partidismo ha llegado también la crisis de confianza entre unos y otros; más que política parecen estar jugando una partida de póker.
En cuanto a las implicaciones para el inversor, y a la vista de la tranquilidad con la que los inversores se tomaron las discusiones del “fiscal cliff” a finales de 2012, es probable que todos tratemos de aguantar un poco más el tipo en esta ocasión por miedo a perdernos el “relief rally” que seguro se producirá una vez se anuncie el acuerdo, que como dijo Sir Winston Churchill “you can always count on Americans to do the right thing – after they’ve tried everything else”.
¿Y que pasará si finalmente USA no hace frente a sus obligaciones a tiempo? Paradójicamente el ganador será el bono del tesoro y el perdedor el americano medio.
¡¡El circo esta llegando a la ciudad!!