La pregunta de muchos inversionistas: ¿compro dólares? La respuesta que esperan, en estos casos, es si el precio es lo suficientemente bajo como para comprar, y esperar que suba, obteniendo de esta forma algunas rentabilidades dentro de sus portafolios. Y está bien que se pregunten eso, más, sin embargo, el dólar empieza a ser una cuestión no de precio, sino de estrategia y de contrarrestar el riesgo.
Hace poco expliqué que los inversionistas extranjeros habían incrementado sustancialmente sus posiciones en activos locales (bonos y acciones), lo cual ha explicado en gran parte la valorización de estas inversiones en los meses recientes. Más allá de cualquier consideración de índole económica, los extranjeros encontraron en los activos locales una oportunidad de inversión que no han desaprovechado: los retornos han sido altos, justificando la inversión de manera plena.
Eso, de forma lógica, tiene una contracara que es la que se debe pensar desde un primer momento: así como han venido, los extranjeros cualquier día pueden irse. Y cuando lo hagan, habrá dos efectos marcados: el primero, por las ventas masivas de activos colombianos, el precio de estos invariablemente caerá; y el segundo, que el precio del dólar debe subir, efecto lógico de que los inversionistas extranjeros cambien pesos colombianos por moneda norteamericana para poder llevarse sus recursos.
En países como Colombia, cuyo tema de déficit en la cuenta corriente sigue siendo una espada de Damocles para las cuentas nacionales, los efectos de los movimientos en el precio del dólar, suelen ser mucho más abruptos. Temporales, pero abruptos (eso debe quedar claro, pues la mayoría de veces no son efectos permanentes). Eso tiene una razón de ser importante, y es que el déficit de cuenta corriente, donde la mayor parte de la misma es balanza comercial, no se corrige de un momento para otro: es menester exportar más e importar menos, y si esta condición no se da, no tenemos forma en que una destorcida del precio del dólar sea moderada.
¿Cuándo se irán los extranjeros del mercado local? No se sabe.
¿Se irán con fuerza o de manera moderada? Generalmente, cuando quieren irse, la historia lo muestra, lo hacen con fuerza.
¿Puede el inversionista del común reaccionar ante estos movimientos? Lo dudo, son muy rápidos y generalmente por sorpresa.
En vista de lo anterior, un portafolio de inversión diversificado, debe tener dólares. Es como un seguro contra un cambio en las condiciones que actualmente ven los extranjeros. Cuando el momento llegue, se tienen los dólares en el portafolio, sin que “lo deje a uno el tren”. Puede que en plazos de tiempo (cortos o largos), los dólares bajen de precio (puede pasar), afectando la rentabilidad total del portafolio. Pero con total seguridad, en el momento en que se necesiten, estarán ahí disponibles, mitigando el impacto ante la salida de los extranjeros del mercado local. Y ojo, los internacionales se irán, porque finalmente son inversiones de portafolio, que vinieron a buscar puntualmente una rentabilidad.
Las opiniones expresadas son responsabilidad del autor, y no representan necesariamente la posición de Old Mutual sobre los temas tratados.
Opinión de Manuel García Ospina, vicepresidente de wealth management de Old Mutual Colombia.