La globalización y el crecimiento del mercado financiero en Iberoamérica han llevado a muchas entidades financieras españolas, incluidas varias gestoras de fondos, a considerar las oportunidades que surgen de esta región. Una de las estrategias más fáciles de implementar para lograr esta expansión es la contratación de empleados latinoamericanos que residan en España. Sin embargo, esta decisión no está exenta de pros y contras. En este artículo, veremos varias ventajas y desventajas de esta práctica.
Uno de los principales beneficios de contratar al talento procedente de Iberoamérica es su comprensión del mercado local. Estos profesionales poseen un conocimiento profundo de las costumbres, preferencias y necesidades de los consumidores en sus países de origen. Esta comprensión del mercado es indispensable para diseñar productos y servicios que lleguen al público latinoamericano, lo que puede facilitar la penetración en el mercado.
Los empleados latinoamericanos suelen tener una red de contactos significa va en sus países. Esta red puede incluir relaciones con clientes potenciales, socios estratégicos y entidades reguladoras, convirtiéndose en un activo importante para cualquier entidad financiera que busque establecerse en la región. La capacidad de aprovechar estas conexiones puede acelerar el proceso de entrada al mercado.
La inclusión de empleados de diversas culturas en el equipo de trabajo en España fomenta un ambiente laboral inclusivo y enriquecedor manteniendo a su vez una estructura de valores bastante parecida. Esta diversidad puede contribuir a la innovación y a la creación de soluciones más creativas. Además, una fuerza laboral diversa puede mejorar la imagen de la en dad financiera, proyectando una imagen global y adapta va.
Si bien en muchos casos, los costos laborales en Latinoamérica son inferiores a los de Europa, es importante considerar que la globalización de los mercados financieros y la presencia de varias entidades globales sobre todo de origen norteamericano en las principales ciudades de dicha región han hecho que los salarios de los ejecutivos de posiciones más senior sean bastante similares a los que se podrían ofrecer en España. Sin embargo, aspectos vinculados a la calidad de vida tanto del ejecutivo que se busca contratar como de su familia, podrían permitir a las entidades financieras españolas contratar incluso a estos altos directivos. En lo referido al talento más joven, los sueldos tienden a ser menores a lo largo de toda la región abriendo oportunidades para crecer en la contratación de talento cualificado manteniendo un control más efectivo sobre los costos operativos.
Los profesionales en Iberoamérica suelen tener una alta capacidad de adaptación a diferentes entornos laborales. Esto es especialmente relevante en el sector financiero, donde los cambios regulatorios y tecnológicos son constantes. Esta flexibilidad puede traducirse en una implementación más ágil de las estrategias comerciales y operativas.
Los desafíos
A pesar de los beneficios, las diferencias culturales y de estilo de trabajo pueden presentar desafíos significativos. Las entidades financieras deben ser conscientes de que las normas y expectativas laborales pueden variar entre España y los países iberoamericanos lo cual influye sobre todo en aquellos candidatos que puedan tener poco tiempo o que estén pensando en trasladarse y residir en España. Esto incluye aspectos como la comunicación, la jerarquía en el lugar de trabajo y la gestión del tiempo. Ignorar estas diferencias puede dar lugar a malentendidos y conflictos. Si la gestora cuenta ya en su equipo con talento humano procedente de Iberoamérica, programas de acogida o coaching en la cual estas personas puedan servir de guía para acelerar el proceso de integración de las nuevas contrataciones serán de gran beneficio.
Aunque el castellano es el idioma común y uno de los principales puentes que unen a la península con Iberoamérica, hay variaciones significativas en el uso del lenguaje entre las distintas regiones. Los modismos, el acento y el vocabulario pueden diferir, lo que puede dificultar la comunicación efectiva dentro del equipo. Además, es posible que algunos empleados necesiten mejorar sus habilidades en el castellano de España, lo que podría requerir algo de tiempo. Por ejemplo, vocablos tan sencillos como “ahora” que en España busca generar una reacción inmediata, en algunos países del otro lado del Atlántico se entiende como “hazlo en algún momento de hoy”.
También se deben contemplar los desafíos legales y administrativos. Las entidades financieras deben familiarizarse con la legislación laboral española y las normativas que afectan la contratación de extranjeros. Esto incluye aspectos relacionados con los permisos de trabajo, la seguridad social y las obligaciones fiscales. La falta de cumplimiento puede resultar en sanciones y complicaciones legales. España cuenta con acuerdos internacionales con ciertos países como Chile y Perú que les permite a las empresas españolas trámites simplificados de contratación a través de procedimientos sencillos en comparación con otras nacionalidades fuera de la UE. Por ejemplo, no será necesario que empresas españolas tengan que considerar la situación nacional de empleo y por ende quedan exceptuados de presentar la oferta de empleo ni tener que demostrar que no hay candidatos españoles o de la UE disponibles antes de contratar a empleados de dichos países. Otra opción igualmente simplificada es la de contratar a personal que ya se encuentre en situación de residentes en España o a personas que cuenten con doble nacionalidad de manera que ya tengan la nacionalidad de algún país miembro de la UE.
La integración de empleados iberoamericanos en la cultura corporativa de una entidad financiera española puede ser un proceso complicado. La diferencia en las expectativas laborales y los estilos de liderazgo puede generar resistencia y descontento. Las entidades deben invertir en programas de formación y en la creación de un ambiente inclusivo para facilitar esta integración.
La contratación de empleados iberoamericanos en España representa una estrategia prometedora para las gestoras y entidades financieras que buscan expandirse en Iberoamérica o beneficiarse del número cada vez mayor de empresas y familias iberoamericanas que ya cuentan con presencia en la península. Aunque existen desafíos que deben ser abordados, las ventajas en términos de conocimiento del mercado, redes de contactos y diversidad cultural pueden ser decisivas para el éxito de la expansión. A través de la implementación de estrategias adecuadas, las entidades pueden maximizar los beneficios de esta práctica y construir equipos de trabajo sólidos y eficaces que contribuyan al crecimiento sostenible en estos mercados.