La iniciativa Smart-ISH, el proyecto de análisis e inversión en talento de gestión español puesto en marcha por Abante en 2011, cuenta ya con un universo de ciento veinticinco nombres registrados. Ciento veinticinco profesionales que llevan sobre sus hombros un valor liquidativo como resumen de su manera particular de entender los mercados y el mundo.
Con esta muestra tan rica no podemos hablar de un perfil único: los hay value, growth, eclécticos, inclasificables, flexibles, macro y traders. Fondos buy and hold con una bajísima rotación y gestores cuyo horizonte temporal se basa en el cruce de medias móviles a 15 minutos. Analistas fundamentales y analistas técnicos. Globales o concentrados en un área geográfica concreta. Cualquier enfoque es, en principio, válido si es comprensible, se hace lo que se dice que se hace y ofrece resultados. La dedicación y el alineamiento con los partícipes se presuponen, como el valor en la mili.
Como modelo de negocio, podemos identificar desde fondos grandes que forman parte de la oferta de entidades bancarias, proyectos puros de gestión independientes, entidades que integran sus fondos dentro de una oferta más amplia que incluye el asesoramiento y, por qué no, también EAFIs que se animan a ‘vehiculizar’ su capacidad de gestión.
Y si hoy ya es absolutamente habitual para los selectores de producto españoles incorporar fondos de boutiques francesas, británicas o nórdicas, ¿por qué no emprender ya el camino contrario y ser nosotros los que exportemos nuestras capacidades fuera?
Para ello, lo primero debiera ser ganar tamaño internamente a base de rentabilidad, compromiso y transparencia. Es decir, para que la gestión española crezca y sea exportable es indispensable que primero lo haga en casa. Si la implantación de MiFID II provocara que se popularizase la figura del fondo de fondos sería una noticia fantástica para todos. ¿Cuándo nos quitaremos la venda que muchas veces nos impide reconocer el talento que tenemos más cerca de nosotros? La cercanía con el gestor es una característica especialmente valiosa en días tan complicados y convulsos como los que estamos viviendo (escribo estas líneas con Trump recién elegido presidente en Estados Unidos). La capacidad de los gestores locales de ofrecer una respuesta inmediata sobre su visión de mercados o posicionamiento de sus carteras es un valor añadido innegable.
Termino ya. El pasado puente de noviembre, paseando con mis niñas por Picadilly Circus en Londres, vi un anuncio gigantesco que me llamó la atención: «The Spanish are made of talent». Es una campaña de publicidad de Clear Channel y ESIC donde van apareciendo rostros de personajes españoles líderes en sus respectivas áreas profesionales: médicos, científicos, diseñadores de moda, deportistas e incluso un astronauta. ¿Por qué no también pronto un gestor de fondos de inversión?
Columna de José Luis García Carralón, socio de Abante y director de Negocio Institucional