Los bonos convertibles tienen un fuerte poder de diversificación. Están altamente correlacionados con la renta variable, moderadamente con el crédito y ligeramente con los tipos de interés, y también ofrecen convexidad. Todo ello los convierte en una poderosa herramienta para diversificar la cartera y también para prepararse para la subida de tipos.
Estructuralmente, los convertibles tienen una duración entre 1,6 y 2,5 años. Por lo tanto, el impacto del aumento de los tipos de interés es limitado. Como se muestra la imagen a continuación, durante los años de subida de tipos de interés, los bonos convertibles han dado resultados positivos. ¡Los bonos convertibles reaccionan muy bien a la subida de tipos!
Comportamiento de los bonos convertibles en periodos de subidas de tipos en EE.UU.:
- Los bonos convertibles han tenido desempeños positivos
- El fondo Lazard Convertible Global ha superado fuertemente al índice Thomson Reuters Global Focus Convertible
Los bonos convertibles tienen su propio perfil de riesgo/rentabilidad atractivo. A largo plazo, en un período de 10 años, por ejemplo, ofrecen un mejor rendimiento que la renta variable y con aproximadamente la mitad de la volatilidad. Por otro lado, permiten invertir en acciones atractivas y volátiles limitando los riesgos, por ejemplo, en sub-sectores atractivos como la inteligencia artificial.
Pero su principal virtud es la convexidad: un bono convertible aumenta su exposición a renta variable con una subida del subyacente, y disminuye la exposición a bolsa con la caída del subyacente. Además, la normativa europea Solvencia II es muy favorable a los bonos convertibles.
Creemos firmemente que la inversión mínima debe ser del 5% NAV de la cartera para beneficiarse plenamente de su efecto diversificador excepcional que proporcionan los bonos convertibles.
Arnaud Brillois, director de inversión en convertibles de Lazard Frères Gestion.