Invertir significa calcular los riesgos, pero nadie debería perder el sueño por ello. Si su cartera le mantiene despierto por las noches, quizás es el momento de considerar una estrategia de baja volatilidad.
Sin importar a qué país consideran su hogar, los inversores que necesitan portafolios que generen ingresos estables saben que tienen que adoptar algún riesgo si quieren obtener rentabilidad. Pero los mercados se han vuelto más volátiles y menos predecible este año, y los activos que generan altos ingresos son generalmente los primeros que se venden cuando la confianza se deteriora o cambian las perspectivas del mercado.
Sin embargo, salir de los sectores que generan altos ingresos en conjunto no es una opción para la mayoría de nosotros, sobre todo cuando el ‘income’ es tan difícil de conseguir. Entonces, ¿cómo pueden los inversores mantener el rumbo y generar los ingresos que necesitan sin tomar riesgos innecesarios?
Nuestro análisis demuestra que la alta calidad y la deuda de corta duración han rebajado la volatilidad de una cartera y que resisten mejor en mercados bajistas.
¿Cuál es el secreto? Mucho de esto tiene que ver con la duración, una medida de la sensibilidad de un bono a los cambios en su rentabilidad. En general, los bonos son muy sensibles a los cambios de rentabilidad: cuando los rendimientos suben, los precios caen. Cuanto más corta sea la duración, menos daño produce a la cartera un aumento de la rentabilidad.
Para la mayoría de los bonos investment grade, los cambios en la rentabilidad se deben principalmente a los cambios en los tipos de interés, o de los diferenciales de los bonos soberanos. La deuda high yield, sin embargo, es menos sensibles a las variaciones de los tipos de interés que otros tipos de deuda. Pero la rentabilidad puede subir por varias razones. Cuando a principios de este año la preocupación por el crecimiento global y la caída de los precios de las materias primas afectó con fuerza a los mercados de deuda high yield, los bonos de menor duración resistieron mejor.
Como cualquier estrategia, una de corta duración puede perder dinero en los mercados bajistas, pero por lo general pierde mucho menos que las estrategias de mayor duración y riesgos adicionales.
La montaña rusa del asset allocation
En los mercados alcistas, por el contrario, los inversores que siguen una estrategia de corta duración renuncian a algo de rentabilidad a cambio de tener un camino con menos baches, pero no tanto como se podría pensar. Para entender por qué, hay que pensar en las diversas opciones de inversión como una montaña rusa de la asignación de activos. Mientras el dinero en efectivo se sitúa en el medio, los activos sensibles a los tipos de interés, que funcionan bien cuando se producen oleadas de ventas de los activos de riesgo, estarían a la izquierda y la vuelta a los activos de riesgo estaría a la derecha en este gráfico.
Si nos alejamos del dinero en efectivo en cualquier dirección, aumenta el retorno. En el lado más sensible a los tipos de interés, si nos alejamos del centro incrementa la duración, pero los inversores son recompensados con rendimientos más altos. Hay un problema, sin embargo: los rendimientos suben en una curva, no en una línea recta, por lo que cuanto más lejos se mueve uno, menor será el incremento del rendimiento. Pasar de dinero en efectivo a bonos del Estado a tres años puede proporcionar un considerable aumento en el rendimiento. Sin embargo, pasar de deuda a 10 años a deuda a 30 años, la ventaja puede ser pequeña.
Algo similar ocurre en el lado la búsqueda de retornos: las expectativas de rentabilidad aumentan cuando uno se aleja del dinero en efectivo, pero en cantidades cada vez más pequeñas. Pasar de deuda high yield a renta variable, por ejemplo, aumenta la rentabilidad sólo un poco, pero duplica el riesgo en las caídas.
La buena noticia es que esto también funciona cuando el inversor se mueve hacia el centro. Un inversor que quiera reducir el riesgo no tiene que andar todo el camino para poder aprovechar. Por ejemplo, se puede acortar la duración al pasar de deuda high yield a deuda high yield de baja volatilidad y sólo ceder un poco rendimiento en el proceso.
No hay que olvidar la calidad
Por supuesto, no todos los valores high yield son iguales. La calidad del crédito varía ampliamente, y eso es especialmente importante en las estrategias de corta duración. El riesgo principal de la deuda high yield de corta duración es el riesgo de crédito.
Estamos en las últimas etapas del ciclo de crédito en muchas partes del mercado mundial de deuda high yield. Alcanzar altas cotas de rentabilidad en deuda de baja calidad con un rating de triple C, es decir «bonos basura», en este contexto es peligroso. En nuestra opinión, la rentabilidad no justifica el relativamente alto riesgo de impago.
Da igual cómo elijan los inversores equilibrar los riesgos, la rentabilidad y la protección de su carteravariará dependiendo de las necesidades individuales y los niveles de confort. Sin embargo, en nuestra opinión, la capacidad de reducir el riesgo y no sacrificar demasiada rentabilidad hace que esta estrategia sea muy convincente en los mercados volátiles que vemos a día de hoy. Por lo menos, creemos que puede ayudar a los inversores a estar más tranquilos por la noche.
Gershon Distenfeld e Ivan Rudolph-Shabinsky son responsables de estrategias de deuda high yild y portfolio managers de AB.