Aun con la bolsa estadounidense en máximos históricos, el entorno macro sigue siendo desafiante por el incremento de las tensiones comerciales y la disminución de rendimientos de los bonos. Seguimos confiando en el mercado estadounidense, aunque creemos que el inversor se beneficiaría de posturas más defensivas, como una estrategia de dividendos centrada en la calidad. En este contexto, el SPDR S&P U.S. Dividend Aristocrats UCITS ETF selecciona empresas de calidad y diversificadas que pagan dividendos sostenibles de forma periódica, combinando el crecimiento y la rentabilidad de estos con una reducción del ‘drawdown’ de la cartera.
Dadas las políticas monetarias y fiscales favorables estadounidenses y la previsión de una inflación moderada, en su escenario base para 2019, State Street Global Advisors sigue favoreciendo renta variable estadounidense. Al mismo tiempo, recomienda prudencia con respecto a la volatilidad, pues se espera que haya un crecimiento ralentizado (aunque positivo) al final del ciclo económico.
Hasta finales de julio, la renta variable estadounidense había subido un 20%. Este rendimiento ha superado al de la renta variable de otros mercados desarrollados. El índice MSCI World, por ejemplo, creció solamente un 18% durante el mismo periodo. Especialmente Japón y los principales mercados manufactureros europeos (Alemania y Francia) se han visto afectados por un entorno comercial cada vez más complejo.
Seguimos confiando en el mercado estadounidense, ya que el consumo continúa sólido y la inflación estable. Sin embargo, no podemos ignorar las crecientes preocupaciones que se reflejan en los actuales indicadores del sentimiento inversor y que conllevan tres grandes riesgos para el precio de la renta variable estadounidense:
1. Si no se resuelve el conflicto comercial entre EE.UU. y China, el sector manufacturero mundial podría sufrir aún más perturbaciones.
2. Un incremento de los aranceles entre China y EE.UU. podría llevar a una caída significativa del consumo estadounidense.
3. Si la Reserva Federal no consigue aplicar recortes de tipos adicionales, que ya están descontados en el rendimiento de los bonos, EE.UU. podría entrar en recesión.
La creciente inquietud entre los inversores podría justificar una asignación de activos más defensiva. De hecho, el entorno adverso en el sector manufacturero, que hemos comentado anteriormente, ya ha afectado al sentimiento inversor. Aunque el índice S&P 500 cotizó en niveles máximos en julio, observamos un descenso continuado de la confianza empresarial y del inversor desde 2018 (gráfico 1).
La incertidumbre por el conflicto comercial preocupa
El posible agravamiento del conflicto comercial entre EE.UU. y China ha cambiado ya la previsión de los factores fundamentales para el sector manufacturero. En la actualidad, el índice de gestores de compras (PMI) de IHS Markit para el sector manufacturero estadounidense, que alcanzó su pico en abril de 2018, está sufriendo su caída más grave desde agosto de 2014. La última caída de este sector duró 21 meses desde su pico hasta tocar fondo, antes de que se iniciara su recuperación a mediados de 2016.
En ese periodo, observamos un contraste interesante entre el comportamiento del índice S&P High Yield Dividend Aristocrats (SPHYDA) y del S&P 500 (SPX). En los primeros 15 meses, conforme se iban deteriorando los datos, el SPHYDA mostró un rendimiento ligeramente superior al del SPX con un rango más o menos volátil. Durante los últimos seis meses del descenso del sector manufacturero, cuando los datos llegaron a niveles cercanos a una contracción potencial, el rendimiento relativo del SPHYDA se disparó de forma significativa. Durante los dos trimestres finales de la caída del PMI, el SPHYDA recuperó cerca del 11 % del exceso de rendimiento en comparación con el SPX.
Como podemos ver el gráfico 2, llevamos 15 meses de descenso del sector, desde que China impusieran aranceles a los productos de importación estadounidenses, como represalia a los aranceles que el gobierno de Trump, a su vez, estableció sobre el acero y aluminio chinos. Es razonable, por tanto, que el inversor tema que el sector manufacturero pueda estar entrando en el primer periodo de contracción desde la crisis financiera global, según las mediciones de los PMIs.
La última ronda arancelaria, que se anunció en agosto, amenaza con afectar directamente al consumidor estadounidense, principal fuente del crecimiento económico continuado. Las previsiones para el sector manufacturero estadounidense, cada vez más negativas, junto con un potencial debilitamiento del consumo en los EE. UU., podrían llevar al inversor a buscar posiciones más defensivas en la renta variable estadounidense. El índice S&P High Yield Dividend Aristocrats ha obtenido un rendimiento histórico superior al del S&P 500 (gráfico 3), debido, principalmente, al rendimiento por encima de la media en mercados a la baja.
El inversor, preocupado por que los factores adversos del sector manufacturero y del consumo en EE.UU. puedan afectar pronto a los precios de la renta variable, podría adoptar una estrategia centrada en la calidad y los ingresos, como la que ofrece la exposición de Dividend Aristocrats.
Tribuna de Ryan Reardon, estratega senior de Smart Beta en SPDR ETFs
Para obtener información adicional acerca de la gama de estrategias defensivas de SPDR ETF consulte spdrs.com: https://www.spdrs.com/investment-ideas/smart-beta-etfs?WT.mc_id=dis_sb_div-ari_es_fs_adv_Oct19
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