Es oficial: Donald Trump ha sacado a Estados Unidos del casi universal Acuerdo de París contra el cambio climático, aislando a su país de los otros 194 que lo han firmado. Aunque este rechazo es primero y ante todo simbólico desde que se tiene conciencia de los retos del calentamiento global, el problema esencialmente implica la pérdida de los recursos comprometidos y el hecho de que un gran socio diplomático permanecerá al margen.
Estados como California, Nueva York e Iowa están lidiando con las consecuencias directas del cambio climático y ya han cambiado significativamente sus hábitos y procesos de producción más allá del punto de no retorno. Las industrias están actualmente bien dirigidas por el progreso tecnológico encaminado a una mejor eficiencia energética y, en consecuencia, beneficios económicos, en vez de compromisos públicos hechos por sus políticos. Por esta razón, los logros y los esfuerzos tangibles son clave para nuestra evaluación de la sostenibilidad de un país.
No puede ser discutido que el impacto del cambio climático debe ser una parte intrínseca del análisis económico de un país. La grave sequía que actualmente está devastando el Cuerno de África es un buen ejemplo de este enfoque.
En la parte norte de Kenia, 2,6 millones de personas están sufriendo esta sequía, la peor desde 2011
Kenia, que ha crecido un 5% de media en la última década, tiene una economía en auge y sus fuentes de ingresos están ampliamente diversificadas. De hecho, su crecimiento procede de varios sectores, principalmente la construcción, la electricidad y el turismo. Por ello, es menos dependiente de las exportaciones de materias primas, al contrario que otros países del África Subsahariana. Sin embargo, desde 2006, su economía ha tenido un doble déficit estructural que está bajo la vigilancia del Fondo Monetario Internacional.
Debido a la gravedad de la sequía, la actual prosperidad del país está en peligro. Por un lado, requiere la liberación de un fondo de emergencia para hacer frente a la situación. Esta necesidad de financiación supone un riesgo a las medidas orientadas a reducir el déficit presupuestario y puede atascar la capacidad del país para alcanzar su objetivo este año. Por otro lado, la sequía está teniendo un grave impacto en el cultivo de té y la horticultura y reducirá sus ingresos.
No obstante, es cierto que la sequía ha tenido poco impacto en el turismo, que ha vuelto progresivamente desde que ha mejorado la seguridad pública
Con un retorno del 13% en divisa local, Kenia sigue siendo un país atractivo para los inversores en deuda de mercados emergentes. Una mirada al impacto del cambio climático y a la medida en que el país está preparado para este reto puede dar algunas indicaciones sobre el futuro del país. La sostenibilidad medioambiental es una herramienta de riesgo importante para gestionar cualquier cartera sostenible, junto con los otros pilares de sostenibilidad (transparencia y valores democráticos; población, sanidad y distribución de la riqueza; indicadores económicos, y
educación).
Ophélie Mortier, Responsible Investment Coordinator Degroof Petercam AM