Los valores en small y midcaps en Europa, Suiza y EE.UU. están siendo sostenidos por fundamentos económicos sólidos y un contexto de recuperación, por lo que siguen siendo atractivos como elementos de inversión a largo plazo.
Desde principios de año el comportamiento positivo de la economía ha servido de sustento para los mercados de valores. Los beneficios están aumentando de nuevo: en líneas generales, se prevé que las ganancias por acción suban un 13% este año en comparación con el año pasado.
Este contexto es particularmente positivo para las compañías de pequeña y mediana capitalización («smidcaps»), aunque los retornos entre los valores en EE.UU., Europa y Suiza varían.
Actualmente las smidcaps tienen un balance más sólido que las empresas de mayor tamaño. Su ratio de promedio de EBITDA es de 1.1x y 3.9x respectivamente. Estos bajos niveles de deuda junto al impulso de la economía global hacen que las smidcaps tengan todavía un fuerte potencial de crecimiento, justificando así valoraciones que pueden parecer altas en algunos casos.
Este potencial está también respaldado en una visión a largo plazo por su impresionante capacidad de innovación y su habilidad para ajustarse a los acontecimientos económicos, lo que debe traducirse en retornos adicionales siempre y cuando no haya riesgos sistémicos.
Asimismo, las smidcaps tienen ventajas fundamentales. Por ejemplo, muchas de ellas son empresas familiares, gestionadas de acuerdo a una filosofía que asegura la sustentabilidad del negocio. Además, las empresas pequeñas, por lo general, son dirigidas con un gran espíritu emprendedor cuyos efectos se ven con más facilidad cuando el crecimiento económico se acelera.
Particularmente en Europa, las smidcaps siguen ofreciendo buenas oportunidades de inversión debido a su valoración. En 2016, las smidcaps del Viejo Continente rindieron ligeramente menos que las grandes empresas, a pesar de que el crecimiento de sus ingresos se mantuvo positivo. Sus ratios de valoración son actualmente inferiores a los del resto del mercado y más bajos que sus promedios históricos.
Las smidcaps suizas, por ejemplo, se han mantenido a pesar de la fortaleza del franco. Han podido hacerlo enfocándose en sus ventajas competitivas y en la innovación a la vez que manteniendo los costes bajo control, lo que les ha permitido mejorar su rentabilidad. Además, estas empresas han continuado expandiéndose con éxito en los mercados emergentes en los últimos años. Para los inversores, las smidcaps ofrecen la estabilidad de los mercados desarrollados junto con una exposición indirecta a los mercados emergentes y su crecimiento.
En EE.UU., el renacer del sector manufacturero y el aumento del gasto de los consumidores debería beneficiar a las compañías locales durante un largo periodo de tiempo. A diferencia de las compañías suizas orientadas hacia la internacionalización, las smallcaps norteamericanas se enfocan en el crecimiento orgánico en sus mercados locales.
La reforma fiscal en EE.UU. debería ser especialmente beneficiosa para las smidcaps, que suelen tener un tipo impositivo mayor que el de las grandes corporaciones. Como resultado, las smallcaps deberían continuar explotando su potencial, particularmente en sectores más cíclicos y financieros.
Aunque estos valores ya han tenido ganancias significativas en 2017, siguen siendo inversiones atractivas, particularmente para aquellos que buscan una cartera equilibrada a largo plazo. En ambos lados del Atlántico, la recuperación económica debería ayudar e impulsar el crecimiento de las ganancias de estas compañías dinámicas y emprendedoras.
Tribuna de Nicolas Faller, co-CEO de Asset Management en Unión Bancaire Privée UBP