El alza de los tipos de la deuda soberana europea ha pillado por sorpresa a los inversores. Pero es algo que ya se produjo en otras regiones, como Estados Unidos o Reino Unido, durante el periodo que estuvieron vigentes sus estímulos monetarios. Y todo parece indicar que es algo que se va a prolongar en el tiempo.
Los mercados de renta fija deberían seguir siendo bastante volátiles durante los próximos trimestres. No en vano, la volatilidad intradía está aumentando y cada vez son más frecuentes las variaciones, entre 10 y 20 puntos básicos por sesión. Y la subida de los rendimientos nominales amenaza con continuar de forma no lineal. La tendencia alcista de los tipos de la deuda pública europea responde a un ciclo de normalización tras un largo periodo de descensos que, de alguna manera, ha desajustado las valoraciones de los bonos hasta llevar a los rendimientos a territorio negativo y provocar una burbuja.
Probablemente, debemos esperar que el bono alemán supere un nuevo umbral durante los próximos meses. A diferencia del movimiento reciente experimentado por los tipos de la deuda, que se puede calificar como una corrección del valor “anómala” de los tipos reales, esta vez los datos macroeconómicos y las previsiones de inflación de la zona euro, que esperamos que mejoren de aquí a final de año, podrían ser verdaderos catalizadores.
En estas condiciones, la capacidad de los gestores de renta fija para reducir la sensibilidad de su cartera a los riesgos de tipos de interés seguirá siendo el factor que ofrece a los inversores las mejores perspectivas para conseguir rentabilidades superiores. En nuestro caso, apostamos por invertir en deuda con vencimientos que se sitúen entre tres y cinco años, que son los que mejor han resistido el movimiento de subida de la curva y a su vez también son los que han ofrecido las mejores primas de rendimiento.
Obviamente, una de las causas de este mejor comportamiento de los tipos cortos es la política que ha impuesto el Banco Central Europeo a sus tipos de interés. Respecto a la deuda corporativa, vemos valor en los títulos con calificación BBB y BB ya que, en nuestra opinión, en este segmento se pueden encontrar emisores que cuentan con una sólida posición de tesorería y reservas de liquidez tras llevar a cabo un saneamiento de sus negocios.
Artículo de Emmanuel Petit, Managing Director, responsable del Equipo de Renta Fija de Rothschild & Cie Gestion