Los SDG’s (Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU) establecen una agenda para la sostenibilidad en todo el mundo que incluye acabar con la pobreza y el hambre, mejorar la salud y la educación, abordar la desigualdad de género, hacer que las ciudades sean más sostenibles, combatir el cambio climático y proteger los océanos y los bosques.
Grandes inversores institucionales ya presentan en sus informes integrados anuales cómo contribuyen con sus inversiones a los SDS’s, como por ejemplo Blue Orchard Microcredit Fund, que en su Social Performance Report (informe de 2017) detalla su aportación a cada uno de los 17 SDG’s. En Australia, destacar que de acuerdo con el Informe Integrado Anual de 2017 (mencionan su contribución a los siguientes SDG’s: 5,8,9,11,13 y 17) de CBUS, uno de los súper fondos australianos más grandes. En su informe, siguen el Marco Internacional de Informes Integrados (que permite decirles a sus clientes y otras partes interesadas cómo crean valor para ellos) y el Marco de Informes de Sostenibilidad de Global Reporting Initiative (GRI).
Por poner un ejemplo de SDG, Trabajo decente y crecimiento económico (SDG Nº 8). En dicho informe se dicen los siguientes datos relevantes: «nuestras inversiones sólo en Cbus Property han creado empleo para más de 75,000 personas directamente y más de 50.000 indirectamente en la construcción desde su inicio en 2006. Estamos comprometidos con nuestras responsabilidades de seguridad y salud laboral como se establece en nuestra Política de Medio Ambiente, Social y Gobernabilidad (ESG)«. Son signatarios de la declaración del inversor en apoyo de una Ley Contra La Esclavitud Moderna en Australia. Esta declaración fue firmada por 38 organizaciones que representan 2,17 billones de dólares en activos bajo gestión.
Por último el Banco Mundial lleva años emitiendo bonos que contribuyen a los SDG’s, entre los cuales destacaría los siguientes: Healthcare for Women and Children in Argentina (SDG 3 and SDG 5), Waste Management and Recycling in China (SDG 3, SDG 12, and SDG 13), Water and Sanitation in Rural India (SDG 3 and SDG 12), Coral Reef Rehabilitation and Management in Indonesia (SDG 13).
Para, diferenciar a nivel conceptual (en la realidad es difícil de encontrar estas distinciones al 100%) en qué consistiría el SDG Investing, podríamos definirlo como el tipo de inversión que se encontraría entre dos enfoques opuestos. Un enfoque serían las inversiones tradicionales, en las que se buscan sólo las rentabilidades más competitivas, que se eligen únicamente con criterios financieros y sin tener en cuenta criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo), éticos, extra-financieros, etc.. Y el enfoque opuesto sería la filantropía, donde el énfasis se pone en la solución de algún problema social o medioambiental incluyendo un trade-off en términos de rentabilidad menos competitiva.
Dentro del SDG Investing, podemos a su vez diferenciar conceptualmente cuatro enfoques. El primero, la inversión responsable, que conllevaría un nuevo paradigma de la gestión del riesgo de las compañías, que sería el riesgo en temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo, implicaría el uso de métricas ESG Risk, uso de criterios de exclusión y screening negativo de productos dañinos. Un ejemplo de estos riesgos son temas regulatorios, prohibición de hacer anuncios publicitarios, moratorias nucleares y que grandes inversores institucionales hagan público que no van a invertir o incluso desinvertir en energía nuclear, tabaco, etc… Como ejemplos de este enfoque estarían fondos de inversión con screening de inversión ético (por ejemplo, que en su ideario ético se contemple la exclusión de inversión en armas, tabaco, etc…) y que integran en su proceso de análisis la gestión de los riesgos ESG.
El segundo, la inversión sostenible, que conlleva un nuevo paradigma de la gestión de las oportunidades, es decir, las oportunidades de negocio que suponen los temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo para seleccionar las inversiones, para gestionar las inversiones (por ejemplo dentro del sector energético, migrar de energías intensivas en carbón a energías limpias o bajas en carbón), y para atraer inversores y accionistas interesados en estas oportunidades. Como ejemplo de este enfoque estarían los fondos con SRI Best-in-class y los que usan el MSCI SRI Screening que les lleva a niveles de emisiones de CO2 por activos bajo gestión sensiblemente inferiores a la media.
El tercero es la inversión temática, que conlleva un nuevo paradigma en la búsqueda de segmentos de mercado donde se puede resolver una necesidad ambiental o social creando oportunidades de inversión donde se obtengan rentabilidades iguales o superiores al mercado. Como ejemplo de estos segmentos podríamos citar fondos de energías limpias, microfinanzas e igualdad de género / women empowerment. El Índice Equileap Global Gender Equality ha superado en los últimos años al MSCI World.
El cuarto es la inversión de impacto-primero, que conllevan un nuevo paradigma en la búsqueda de segmentos de mercado o comunidades o zonas geográficas donde se puede resolver mediante la inversión necesidades sociales o ambientales y conllevan un trade-off en términos de la rentabilidad de la inversión. Como ejemplo de estas inversiones estarían los fondos que parcialmente -como Danone Communities Investissemen Responsable S3– abordan principalmente los SDG’s 2 (hambre cero ) y 6 (agua limpia y saneamiento), siendo 10 las empresas sociales en 12 países y 1.000.000 los beneficiarios. Otra posibilidad es el fondo que invierte totalmente en empresas sociales llamado Grameen Credit Agricole Fund (GCA Fund), cuyo presidente del Consejo es el premio Novel de la Paz de 2006, Muhamad Yunnus y autor del libro que recomiendo, “A World with Three Zeroes: The New Economics of Zero Poverty, Zero Unemployment, and Zero Net Carbon Emissions”.
Con las inversiones financieras como herramienta, y más en concreto con el enfoque SDG’s Investing, es posible contribuir a un mundo mejor y compensar el pequeño trade-off financiero con las rentabilidades sociales y medioambientales que conllevan tener un planeta más sano y una humanidad con más oportunidades de acceso a agua, comida, casa y educación, inclusión social, laboral, etc.. especialmente para los más necesitados.
Tribuna de Luis Hernández Guijarro, gestor del fondo ético Esfera II Sostenibilidad ESG Focus FI, en Esfera Capital Gestión SGIIC