La popularidad de la indumentaria electrónica para deportistas, conocida en inglés como “wearable technology”, está cambiando la forma en la que los atletas se enfrentan a sus entrenamientos, haciendo más fácil y divertido disfrutar del deporte y conseguir su metas. Las ventajas de hacer deporte son su principal embajador, pero estos “gadgets” también están contribuyendo a incrementar la participación en pruebas deportivas. En 2012, el número de participantes en medias-maratones estadounidenses que consiguieron terminar la carrera subió un 15%, un récord histórico.
La integración de tecnologías del bienestar en la indumentaria deportiva, a pesar de estar en una fase muy inicial, apunta a convertirse en una tendencia instrumental para el crecimiento de la industria deportiva. IMS Research estima que el mercado de indumentaria electrónica alcanzará los 6.000 millones de dólares en 2016, gracias al incremento de la demanda proveniente de consumidores ávidos de saber más sobre el efecto del ejercicio en su salud.
La indumentaria electrónica para deportistas, como los relojes “inteligentes” o los pulsómetros que miden la distancia recorrida, las calorías quemadas y el ritmo cardiaco, sirven de apoyo a los deportistas para mejorar sus entrenamientos. En concreto, estos aparatos permiten que el usuario lleve cuenta de su progreso en tiempo real, proveyendo un medio simple e integrado para almacenar los datos relacionados con la práctica deportiva. Algunos dispositivos incluso transmiten estos datos a un tercero para su análisis en tiempo real, devolviendo instantáneamente conclusiones a los usuarios. Además de beneficiar al consumidor, entrenadores de todos los niveles hacen uso de estos datos para mejorar sus sesiones de entrenamiento o crear rutinas personalizadas para sus clientes.
El impacto y las posibles aplicaciones de estas tecnologías son muy amplios, y estamos solo ante la punta del iceberg. Por ejemplo, en el partido All-Star de la liga norteamericana de fútbol de 2012 -Major League Soccer-, se equipó a los jugadores con el sistema Adidas miCoach Elite y así los telespectadores del partido pudieron seguir su estado de forma física en tiempo real. Para las compañías del sector deportivo, estas tecnologías son una forma más de interactuar con sus clientes, mejorar su experiencia de producto y ampliar la lealtad a una marca.
Ante la creciente popularidad de actividades deportivas como correr, la indumentaria electrónica se verá beneficiada de un mayor número de usuarios que quieren tener un seguimiento de su progreso con vistas a alcanzar sus metas
La indumentaria electrónica no es algo nuevo, pero empieza 2014 con impulso renovado, marcando tendencia en la última Feria Internacional de Electrónica de Consumo de Barcelona. La creciente disponibilidad de WiFi y la penetración de los teléfonos inteligentes son puntos adicionales a favor del desarrollo de la indumentaria electrónica. Los últimos modelos de relojes o bandas electrónicas también han mejorado su diseño y ofrecen una mayor autonomía de batería. En 2006 Nike lanzó el Nike+ con Apple que utiliza un sensor en la zapatilla que recoge datos en un iPod o iPhone. Esta iniciativa ha evolucionado hacia la pulsera Nike Fuelband. Adidas lanzó su plataforma miCoach en 2010 expandiendo su oferta el año pasado con el reloj Smart Run. Recientemente, UnderArmour ha adquirido MapMyFitness, una comunidad web con datos de entrenamientos proporcionados por 20 millones de deportistas, por 150 millones de dólares.