El circuito de retroalimentación entre los mercados financieros y la economía real ha sido positivo este verano, relegando el resultado del referéndum del Brexit, a un asunto político interno del Reino Unido. El entorno actual sigue respaldando los activos de riesgo.
El bucle de retroalimentación positiva que se ha desarrollado entre los mercados y las economías este verano puede ser la mejor evidencia que tenemos hasta ahora de que las consecuencias del referéndum del Brexit son mucho menos graves de lo que muchos temían en junio. Los canales del mercado y de la confianza transmiten a estas alturas poco o ningún efecto del Brexit en la economía real del resto del mundo, por lo que podemos decir que el drama político de Reino Unido se ha transformado rápidamente en un problema local más que en un susto global. Los datos económicos recientes sugieren también que la Europa continental, la región con mayor riesgo de contagio, ha sido notablemente resistente al post-Brexit.
Amplio respaldo a los activos de riesgo
Los datos económicos y de beneficios empresariales han sido un factor de apoyo a nivel mundial. Las sorpresas positivas vistas en los datos macro de los mercados desarrollados alcanzaron un máximo de 2,5 años este mes. En el segundo trimestre los beneficios empresariales en Estados Unidos y Europa fueron mejores de lo esperado.
La combinación de políticas monetarias a nivel mundial se acerca cada vez más a una postura más relajada, con el Banco de Inglaterra y el Banco de Japón ampliando sus programas de expansión cuantitativa y con intención de hacer aún más si fuera necesario. Los engranajes fiscales también están comenzando a girar. El Gobierno de Japón anunció un gran paquete de estímulo y los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido están haciendo alusión a medidas de estímulo fiscal de cara al período 2017-18.
Con la confianza de los inversores volviéndose positiva por primera vez este año y los niveles de efectivo alcanzando máximos de 15 años, están surgiendo las condiciones adecuadas para que parte de ese dinero entre en el mercado. Parece probable que el impulso de los flujos siga siendo un factor de apoyo a las clases de activos de riesgo como la renta variable, el sector inmobiliario y los productos de renta fija, al menos hasta que se alcancen los niveles de sobrecompra técnica, o hasta que se produzcan nuevos eventos macro o de política monetaria. Dado que ninguno de los dos aparece en nuestro radar en esta etapa, mantenemos nuestro enfoque de apetito por el riesgo para estas clases de activos.
Jacco de Winter es senior financial editor en NN Investments Partners.