Para aquellos que elaboran presupuestos, el tiempo es un activo. Las decisiones prudentes de gasto a menudo tardan más tiempo en dar sus frutos. Comprometerse con un presupuesto a largo plazo puede rebajar la deuda y mejorar el flujo de caja. Gastar el presupuesto con decisiones a corto plazo, sin embargo, puede significar que lo que podría haber sido un buen resultado financiero se vuelve innegablemente menos seguro.
Del mismo modo, la gestión del presupuesto de riesgo de un manager activo afecta directamente a sus posibilidades de hacerlo mejor que el mercado. De hecho esas decisiones de gasto son un componente crítico de la gestión activa de los riesgos. En este campo, un gestor activo esencialmente identifica, cuantifica y establece sus asignaciones a activos de riesgo lo más eficientemente posible. El objetivo final es maximizar el posible beneficio con respecto a la cantidad de riesgo adoptada.
Al igual que sucede con las finanzas personales, hay compensaciones al presupuesto de riesgo: decidir un gasto para una cosa sacrifica la capacidad de gastar en otra distinta. Así que esas decisiones de gasto deben tener sentido y deben realizarse con un propósito. Para un gestor activo, eso es una cuestión de entender los riesgos inherentes de cada valor por separado, viendo qué potencial de crecimiento tiene la acción y reconociendo el potencial de deterioro. La idea es evitar riesgos no deseados.
¿Cuáles son algunas de las decisiones de presupuesto de riesgo que un gestor activo tiene que adoptar? En los mercados más difíciles, donde los gestores activos pueden desplegar sus fortalezas, deberían evitar los grandes nombres de la renta variable porque históricamente no han crecido tan rápido durante un ciclo de mercado. El gestor también podría tratar de posicionarse lejos de algunas de las partes más caras del mercado, que a menudo se han desbordado justo antes de los picos del mercado.
También deben mantenerse al margen de las partes más volátiles del mercado, que típicamente no evolucionan bien durante un ciclo de mercado. De hecho, parte del potencial de los managers para superar al mercado depende de su capacidad para mitigar los efectos de la volatilidad reduciendo el riesgo de caída hacia el nivel de seguridad. Esta es la razón de que sea tan importante integrar la gestión de riesgos en el proceso de inversión, desde la mesa del analista hasta la evaluación de cada empresa individualmente.
Como en las finanzas personales, el presupuesto de riesgo necesita tiempo para llegar a buen término. No es algo que se puede activar o desactivar sino más bien, un proceso basado en la disciplina y a largo plazo, mirando hacia el futuro. Los gestores activos manejan el presupuesto de riesgo en base a lo que ellos piensan que podría pasar, no sólo en base a lo que ha sucedido. Aquí es donde gastar sabiamente podría ofrecer las mejores oportunidad, sacrificando un poco ahora para estar más cerca de lo que posiblemente necesiten en el futuro.
James Swanson es estratega jefe de MFS Investment Management.