La curva S, que muestra la trayectoria de crecimiento de una empresa que crea un nuevo producto o incluso una nueva industria, puede ser un aliado o un enemigo para los inversores. Si encuentra una empresa de este tipo al principio de la curva S, podría mantener las acciones cuando llegue el período de crecimiento explosivo. Invertir en la parte superior de la curva S, supone que ya habrá perdido gran parte del crecimiento. Es en ese punto -cuando la mayor parte de su crecimiento ya ha quedado atrás- cuando muchas empresas deciden cotizar en los principales índices bursátiles. Los gerentes activos más experimentados tratan de encontrar estas empresas al principio de la curva, con el objetivo de aprovechar un mayor potencial de crecimiento.
Un ejemplo de esto son las computadoras personales, que generaron una industria que provocó efectos sin precedentes en muchos aspectos de la sociedad, incluyendo la forma en que trabajamos, aprendemos y consumimos contenido. De hecho, aún se puede sentir el efecto dominó de la revolución del ordenador, incluso pese a la evolución de los propios dispositivos.
Bajo estos escenarios de disrupción creativa, las oportunidades de inversión para los gestores activos experimentados proviene de: 1) entender dónde en qué punto de la trayectoria de su crecimiento está una compañía junto con los principales impulsores del crecimiento en una industria determinada y 2) la capacidad de reasignar activos a medida que el mercado madura. ¿Estamos en la fase de adopción temprana, donde hay un gran potencial pero se necesita paciencia? ¿Estamos en la fase de expansión, donde el crecimiento se acelera casi verticalmente? ¿O en la fase de madurez, donde los competidores inundan el mercado, el producto se convierte en algo corriente y los márgenes se comprimen?
Tal y como ha demostrado la historia, estos ciclos se repiten. En los últimos años los smatphones han desplazado al ordenador personal. En lugar de almacenar datos en disquetes, ahora los almacenamos en la nube. En lugar de consumir contenido de entretenimiento en casa en un televisor, cada vez más consumimos más en un dispositivo móvil. La disrupción creativa es un proceso interminable, que crea oportunidades y riesgos a cada paso. Tener una plataforma de análisis integrado ayuda a un gerente capacitado a identificar las oportunidades y los riesgos y tomar decisiones en consecuencia.
El mercado es un mecanismo de descuento de toda la información disponible. Lo que hacemos como gestores es tratar de determinar lo que el mercado ha descontado y si es correcto. Nuestro objetivo es reconocer una tendencia o un activo infravalorado y el peso del riesgo de ese activo adecuadamente. Tener diversos puntos de vista en toda la organización -en términos de explorar oportunidades desde una perspectiva tanto fundamental como cuantitativa, a través de geografías y analistas de diferentes sectores- puede jugar un papel importante en la adopción de mejores decisiones de inversión y esperamos mejores resultados.
Una cultura colaborativa y una plataforma de análisis integrada pueden ayudar a los portfolio managers a entender los efectos de las ondas creadas por las nuevas tecnologías. Los equipos de gestores y analistas con talento están mejor posicionados para pensar en una escala global que aquellos quienes están enfocados estrictamente en la tecnología o el producto en sí. Por ejemplo, ¿se adoptaría una nueva tecnología, como los métodos de pago electrónico, más rápidamente en los mercados desarrollados, debido a una ventaja de la infraestructura, creando oportunidades para que las tecnologías establecidas ganen cuota de mercado en los mercados menos desarrollados? Este es el tipo de problemas en el que un gestor activo cualificado esperaría mantenerse por delante de la curva.
Robert M. Almeida, Jr. es portfolio manager de MFS.