La volatilidad ha regresado a la renta variable, el pasado 10 de octubre el Dow Jones Industrial Average cayó en más de 800 puntos y más de 540 al día siguiente. Un par de semanas después, el 24 de octubre, con una nueva caída de 600 puntos, el índice Dow perdió las ganancias acumuladas durante el año.
El impacto global de las tensiones comerciales y de la subida de los costes ha impulsado la ansiedad de los inversores con el comienzo de la temporada de los resultados empresariales del tercer trimestre.
Otra narrativa que explica porque los inversores están dando la espalda a los activos de riesgo es la preocupación porque unos tipos de interés podrían amenazar el mercado alcista de la renta variable conforme los costes de endeudamiento pueden dañar la rentabilidad de las empresas y la creación de nuevos negocios, mientras que unas tasas de intereses más altas podrían hacer que los bonos fueran relativamente más atractivos que la renta variable.
Renta variable y tipos de interés
Los tipos de interés están subiendo en todos los vencimientos, con el bono del Tesoro a 10 años alcanzando su máximo nivel en siete años. Mientras tanto, las tasas de interés del bono del Tesoro a 30 años están presionando el nivel de 3,25%, y las rentabilidades a 2 años están alcanzando de nuevo máximos en el ciclo actual.
En Eaton Vance hemos examinado 11 periodos recientes en los que el nivel de tasas de interés, medido por la rentabilidad del bono a 10 años, subió al alza, así como la reacción de la renta variable de gran capitalización a estos movimientos.
Como se muestra a continuación en la tabla, el índice S&P 500 subió en cada periodo examinado, mientras que el índice Bloomberg Barclays US Aggregate Bond disminuyó en cada periodo.
La volatilidad y las burbujas
Tal y como escribimos en el mes de febrero de este año, tras una suave caída de las acciones estadounidenses, es importante para los inversores no dejar que sus emociones tomen el control cuando las turbulencias golpean sus carteras.
Ahora, los inversores se preguntan si esta oleada de ventas es el preludio de una corrección más acusada después de una marcha alcista relativamente firme en los últimos años. En lugar de tratar de adivinar el timing del mercado, creemos que los inversores deberían enfocarse en el largo plazo, ser más selectivos y no permitir que las emociones los lleven a tomar malas decisiones.
De hecho, podríamos discutir que la volatilidad está regresando a los mercados es ‘normal’, y que la baja volatilidad sin precedentes de los mercados de renta variable de la que han disfrutado los inversores desde 2017 es ‘anormal’.
En Eaton Vance continuaremos identificando empresas con una buena gestión, con un buen modelo de negocio y con unos flujos de caja crecientes y utilizando la volatilidad como una oportunidad potencial para comprar a puntos de entrada más atractivos.
Por su puesto, las acciones han sido históricamente más volátiles que los bonos. Sin embargo, basándose en los patrones de flujo y el posicionamiento actual, se podría elaborar un caso en el que defender que, si existe alguna burbuja en algún mercado, ésta estaría en el mercado de bonos.
Es difícil de argumentar que los están eufóricos sobre la renta variable, a pesar de sus ganancias atractivas en los últimos años, basándose en los flujos de los fondos mutuos y ETFs. De hecho, desde que el mercado tocó suelo en 2009 durante la crisis financiera, más de ocho veces más de flujos se movió al mercado de bonos en comparación con la renta variable, según los flujos de los fondos mutuos y los ETFs.
La volatilidad del mercado seguirá siendo prevalente conforme los inversores se ajustan a unos datos fluidos en los resultados empresariales, macroeconómicos, fiscales y monetarios. En Eaton Vance creemos que los inversores deberían estar armonizados con los fundamentales de las empresas, ser selectivos y enfocarse en el largo plazo.
Columna de Yana S. Barton, gestora de carteras del equipo de renta variable growth, y Lewis R. Piantedosi, director del equipo de renta variable growth, ambos en Eaton Vance.