Las últimas revalorizaciones observadas nos muestran que los principales índices, tanto de zonas desarrolladas (salvo la bolsa japonesa) como emergentes, cotizan en unos niveles de valoración que se encuentran muy cerca de la parte alta del rango histórico que han tenido siempre, con la excepción del período 1998-2000. Esta situación hace que la capacidad de mejoría desde los niveles actuales sea limitada. No se espera una expansión de múltiplos puesto que el crecimiento de las economías, aunque cada vez mayor, no deja entrever una aceleración importante del crecimiento económico.
Para ver hasta dónde puede llegar la renta variable en los próximos trimestres deberíamos poner el foco en la evolución de los beneficios empresariales (la E del PER). Como es lógico, en la medida en que estos beneficios continúen con su mejoría podremos esperar una mayor revalorización de este activo. En este sentido, hemos visto en los últimos trimestres que las compañías norteamericanas continuaban superando las expectativas con unas estimaciones de los analistas que apenas se han revisado a la baja. Del mismo modo, en la Eurozona las compañías están publicando por lo general, mejoría de ingresos y de beneficios y éste será el tercer trimestre consecutivo de crecimiento de beneficios a nivel agregado.
Aunque en estos niveles el recorrido de las bolsas va a depender de la capacidad de mejoría de los beneficios de las compañías, hay varios sectores que en los próximos años van a tener un crecimiento superior al esperado para la renta variable.
Sector financiero (bancos y aseguradoras): la normalización de los tipos de interés que hemos observado desde el verano pasado va a permitir que los ingresos de bancos y aseguradoras vayan incrementándose en la medida en que los tipos de interés gradualmente recuperen niveles más normalizados.
Sector tecnológico: el desarrollo incipiente del mundo Internet impulsará el crecimiento de beneficios del sector tecnológico muy por encima del promedio de sectores de la economía real. Estamos ante una revolución que va a cambiar las pautas de actuación de las generaciones presentes y futuras (sobre todo los denominados millennials) y asistiremos a un mayor desarrollo en temas fundamentales como conectividad, medios de pago, seguridad informática, comercio electrónico o almacenamiento en la nube.
Tercer sector: el sector salud tiene un potencial de crecimiento de beneficios superior a la media. Cada vez vivimos más años y pretendemos vivir mejor. Sectores como la biotecnología con descubrimiento de nuevos fármacos, la gestión de hospitales, los seguros médicos, la gestión de residencias para personas mayores o el desarrollo de tecnologías para la prevención y la curación van a tener importantes crecimientos de beneficios durante la próxima década.
En definitiva, prevemos que la renta variable mantenga su buen comportamiento en los próximos trimestres, aunque para ver el recorrido potencial habrá que fijarse en la capacidad de las empresas para hacer crecer los beneficios.
Columna de Miguel Macho, director de Gestión Discrecional de Deutsche Bank España