Los mercados de valores de todo el mundo se anotaron resultados sólidos en el tercer trimestre de 2018 y el índice MSCI World arrojó una rentabilidad total próxima al 5% en dólares (según MSCI, a 28 de septiembre de 2018). Dicha solidez, sin embargo, no fue generalizada; Estados Unidos y Japón fueron las únicas regiones de peso que lograron resultados positivos y los inversores experimentaron rentabilidades negativas en los mercados emergentes.
¿Parte del problema? La economía estadounidense avanza
La economía estadounidense creció a un ritmo anual superior al 4 % en el segundo trimestre de 2018, uno de sus mejores datos en años. El mercado de trabajo se encuentra restringido y la tasa de desempleo ha caído hasta el 3,7 %, su nivel más bajo desde 1969. En particular, Amazon acaba de anunciar un incremento del 50 % de su salario mínimo hasta 15 USD por hora. Si bien los datos estadísticos agregados muestran que la inflación sigue siendo baja, la Reserva Federal sigue el endurecimiento de su política monetaria con otra subida de los tipos al 2,25 %.
El endurecimiento de la política monetaria estadounidense contrasta claramente con el enfoque de numerosos países de todo el mundo y está comenzando a generar problemas. Turquía y Argentina han sido las víctimas más visibles de los tres últimos meses, si bien otros mercados emergentes también han registrado rentabilidades relativas negativas ante los miedos de contagio. Por su parte, los mercados europeos siguieron sometidos a presión con motivo de las constantes disensiones en torno a la salida de Reino Unido de la Unión Europea y el presupuesto populista del nuevo gobierno italiano. Los valores de la banca europea registraron algunos de los peores resultados de los mercados desarrollados.
Más allá de la política monetaria, la solidez relativa de la economía estadounidense está contribuyendo a problemas globales de otros modos. La solidez económica está envalentonando el carácter nacionalista de las políticas del gobierno estadounidense. En el tercer trimestre, se produjo una escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China al anunciar al presidente Trump aranceles del 10 % sobre otros 200 000 millones de dólares de bienes chinos, con la posibilidad de incrementarlos hasta el 25 % en enero de 2019. En respuesta, China impuso sus propios aranceles a 60 000 millones de dólares de bienes estadounidenses.
El desencadenamiento del cambio climático
Podría decirse que el aumento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos resulta más preocupante que el endurecimiento de la política monetaria, las tensiones comerciales y el populismo. Hasta ahora, 2018 ha sido testigo de un flujo continuado de acontecimientos que han pulverizado marcas históricas, como el número de incendios forestales en el círculo polar ártico, las olas de calor en Europa y Japón o tormentas e inundaciones más devastadoras en todo el mundo. Los efectos del cambio climático han dejado de ser un riesgo para el futuro. Se están materializando en tiempo real y están incidiendo de forma negativa en la prosperidad económica global.
El recrudecimiento de la guerra comercia impacta la tecnología
Durante el tercer trimestre, los sectores que mejor rindieron fueron las tecnologías de la información (TI), la atención sanitaria y la industria. Sin embargo, diversas compañías de TI se vieron atrapadas por la escalada de la guerra comercial. Septiembre dejó ver los primeros signos de que dicha evolución está causando una ralentización en el ritmo de inversión de las empresas activas en los mercados finales de industria, TI y automovilístico. En atención sanitaria, las mejores rentabilidades procedieron de los ámbitos farmacéuticos y de biotecnología. Consideramos que las oportunidades radican en los sectores de TI e industrial. Percibimos menos valor a largo plazo en las ramas energética, de consumo básico y financiera.
Perspectivas
En la primera semana de octubre, se dispararon las rentabilidades de los bonos en todo el mundo. Dicha evolución coincidió con la marcada rotación de estilos que se produjo en los mercados bursátiles globales. El jueves 4 de octubre, el índice MSCI World Value superó en rendimiento al índice MSCI World Growth en un 1,3 %, la mayor rentabilidad relativa positiva en un único día desde mayo de 2009.
Los valores del sector de TI se vieron afectados de manera especialmente negativa, si bien algunos de los ámbitos con mejor rendimiento fueron energía, finanzas, consumo básico y servicios de suministro público. Es inevitable que se produzcan acontecimientos que reviertan las medias en periodos más a corto plazo, por lo que, cuando suceden, es importante recordar la diferencia entre valor y valoración. Numerosos factores pueden ocasionar fluctuaciones en las valoraciones a corto plazo, siendo uno de los más importantes el nivel de los tipos de interés. La valoración no es lo mismo que el valor, si bien, a largo plazo, consideramos que el crecimiento siempre generará la mayor parte del valor para los inversores.
Buscamos sostenibilidad en referencia a tendencias medioambientales y sociales: la transición hacia una energía baja en emisiones de carbono y la cuarta revolución industrial, caracterizadas por el aumento de la penetración de la tecnología en todos los sectores de la economía global, son dos tendencias de inversión tan potentes que las consideramos, por naturaleza, generacionales. Ambas tendencias se encuentran vinculadas de manera indisoluble a la armonización de los numerosos conflictos entre sostenibilidad medioambiental y sostenibilidad social.
Creemos que los precios del petróleo comenzarán a bajar de nuevo. De hecho, el elevado precio del petróleo resulta autodestructivo, pues solo sirve para acelerar la innovación y su sustitución. En diez años, habrá más energía renovable, muchos más vehículos eléctricos y miles de millones de dispositivos conectados con semiconductores y microchips capaces de captar y generar cantidades ingentes de datos. Todos ellos se almacenarán en la nube, exigirán memoria y herramientas de software que los analizarán y dotarán de utilidad a fin de generar eficiencia, incrementar la productividad y crear valor para nuestras sociedades. Numerosas empresas del ámbito de consumo están abriendo camino en otros ámbitos de la economía circular, concretamente, en el seno de seguros sanitarios y de vida, servicios de atención sanitaria, tecnología del agua, seguridad eléctrica, diseño arquitectónico, educación y entretenimiento.
Cuando pensamos en sostenibilidad, percibimos todo un mundo de oportunidades que combina gran diversidad con un objetivo claro.
Opinión de Hamish Chamberlayne, gestor de carteras del equipo de renta variable sostenible global de Janus Henderson, sobre los últimos acontecimientos con incidencia en el mundo de la inversión sostenible y responsable (ISR).
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