Tras el éxito de la distribución de la vacuna y la fuerte recuperación económica global, la inversión value ha repuntado de forma extraordinaria en 2021. Pero para muchos inversores en mercados emergentes, que suelen inclinarse por los segmentos growth del mercado, ha sido un año más difícil. Dado que en los últimos diez años los mercados se han visto impulsados principalmente por las acciones growth, ¿qué va a pasar con el value en los mercados emergentes?
El entorno actual es muy similar al de hace 20 años, cuando muchos inversores parecían haber descartar del todo el value. Los titulares que vimos el pasado verano en los que se tildaba de obsoleto y superfluo el estilo de inversión value de Warren Buffett y Benjamin Graham eran exactamente los mismos que hace 20 años, en el punto álgido de la burbuja tecnológica. El año pasado, la divergencia entre value y growth alcanzó su nivel máximo de 20 años, ya que las acciones value de los mercados emergentes quedaron casi un 20% por debajo de las growth.
Aunque durante buena parte de 2021 ha cundido el pesimismo sobre los mercados emergentes, creemos que las malas noticias ya están prácticamente descontadas y, lo que es más importante, los beneficios, que se han visto sometidos a una fuerte presión desde principios del año pasado, parecen estar recuperándose. En términos generales, las valoraciones también son bajas comparadas con los mercados estadounidenses, y no digamos ya con los mercados europeos actualmente.
Aunque las duras medidas recientemente adoptadas contra los sectores tecnológico, inmobiliario y educativo pueden haber espantado a los inversores y arrastrado los mercados emergentes a la baja, no es más que la última etapa de un continuo ciclo de reformas que se repite cada varios años. Ya hemos visto antes cómo el gobierno chino tiende normalmente a imponer reformas reglamentarias desde una posición de fortaleza económica. Ha sido la única gran economía en generar un crecimiento positivo del PIB en 2020, el año de la pandemia global, por lo que ha podido endurecer su política monetaria y reglamentaria en 2021.
Sin embargo, en nuestra opinión, creemos que la aceleración de la actividad económica en los países emergentes que están dejando atrás la pandemia ―y que ahora se benefician de una administración mucho más rápida de vacunas de ARNm más eficientes― ofrecerá un entorno favorable para la inversión en value.
Los mercados emergentes son los que exportan al mundo y ese es uno de los motivos por los que creemos que la recuperación tras la pandemia puede ser tan fuerte. Creemos que los mercados emergentes están en buenas condiciones para beneficiarse del mayor crecimiento global, en respuesta a la política de estímulo masivo que hemos observado en EE. UU., Europa y el Reino Unido en los últimos 18 meses. Esto ha disparado la demanda de productos por parte de los consumidores de los países desarrollados que ahora tienen más dinero que gastar. En particular, China se ha beneficiado enormemente del aumento del gasto en bienes de consumo relacionado con el estímulo, como se refleja en las exportaciones de mercancías de China, que actualmente se sitúan un 20% por encima de sus niveles anteriores a la pandemia de COVID‑19.
A más largo plazo, creemos que el objetivo de neutralidad de carbono para 2050 (2060 en el caso de China) alentará un nuevo ciclo de inversión y dará un impulso a muchos sectores tradicionales o de la vieja economía durante el largo periodo de transición.
Para cumplir los objetivos de energía verde y emisiones de carbono, el mundo tendrá que gastar sustancialmente en los sectores de actividad tradicionales durante los años de la transición, lo que debería generar oportunidades sumamente interesantes durante varios años en el ámbito del value. Por ejemplo, la energía renovable no está fácilmente disponible en la mayoría de los mercados emergentes y creemos que el gas natural desempeñará un papel importante en las primeras etapas de su transición hacia una energía más limpia.
El mundo ha invertido de manera muy insuficiente en este ámbito y los países probablemente tendrán que incrementar el gasto en bienes de equipo rápidamente si quieren cumplir los objetivos de reducción de emisiones netas de carbono. El enorme gasto en infraestructuras en China entre 2000 y 2010 contribuyó de forma importante a la mayor rentabilidad obtenida por los inversores en value en todo el mundo en esa década. La historia no tiene por qué repetirse, pero creemos que puede parecerse a sí misma.
Las presiones inflacionistas y las incertidumbres sobre la futura senda de la política monetaria estadounidense han afectado últimamente al ánimo de los inversores de los mercados emergentes. Sin embargo, creemos que gracias a la disciplina de muchos bancos centrales de los mercados emergentes durante la pandemia ―y que ha supuesto un cambio fundamental con respecto a recesiones anteriores―, cuentan con los cimientos económicos para recuperarse con más fuerza. Los bancos centrales de los mercados emergentes no han gastado tanto como los mercados desarrollados, y hemos visto países como Brasil que ya han empezado a subir los tipos de interés para tratar de controlar la inflación, lo que debería permitirles recuperarse rápidamente de los obstáculos inmediatos.
Creemos que los obstáculos para las acciones value que provocaron su inferior comportamiento relativo en el pasado podrían revertirse y transformarse en impulsos. La tendencia temática de estímulos directos y desglobalización podría normalizar el crecimiento y la inflación, lo que es bueno para los valores «olvidados» de los mercados emergentes. Asimismo, la transición hacia objetivos «verdes» sigue brindando oportunidades, ya que podría traducirse en un nuevo ciclo de inversión. En nuestra opinión, las empresas de los mercados emergentes, que hasta ahora han venido exhibiendo una gran disciplina en cuanto a su inversión en bienes de equipo, podrían beneficiarse de estas oportunidades. Creemos que hay grandes motivos para invertir en value de los mercados emergentes en adelante y muchos más para que los inversores diversifiquen su exposición exclusiva al growth de sus carteras emergentes.
Tribuna de Ernest Yeung, gestor de carteras emerging markets discovery equity strategy de T. Rowe Price.