Sin lugar a dudas, el acontecimiento económico más importante de 2013 ha sido la transformación de la política económica de Japón. Las autoridades han planeado una enorme inyección monetaria junto con un estímulo fiscal y otras reformas con el fin de impulsar el crecimiento. A diferencia de otros intentos por parte de Japón para dejar atrás la deflación, la magnitud del plan y la determinación con la que se ha aplicado ha sorprendido a casi todos los observadores.
Sigue habiendo evidentes problemas estructurales complejos que no han desparecido, pero los efectos del plan, unidos a la gran debilidad del yen y el impuesto sobre el consumo previsto para el año –que viene y que debería anticipar los gastos– podrían ser considerables. Prevemos un crecimiento del PIB del 1,5% para este año y el siguiente, ambos algo por encima de las previsiones del consenso.
En EE.UU. apreciamos un crecimiento razonable en adelante, a pesar del ajuste de la política fiscal, ya que la economía parece haber reservado bastantes fuerzas. Tras las recientes revisiones, parece que el empleo ha crecido de forma constante este año y el mercado de la vivienda sigue dando muestras de una sólida recuperación. Prevemos un crecimiento del PIB del 2,0% en 2013 y un repunte mayor para 2014 (2,5%).
La actividad económica de la zona del euro sigue muy débil debido a la austeridad fiscal y las restricciones del crédito. La reciente debilidad de la actividad en Francia preocupa cada vez más y demuestra que los problemas de la región no se limitan solamente a la periferia. Alemania resulta también menos positiva que en el pasado y se está viendo afectada por la revalorización del euro frente a algunos competidores importantes. Esperamos una caída del PIB de la zona del euro del 0,5% para este año, seguido de un ligero crecimiento del 0,5% en 2014. El Reino Unido logró por los pelos registrar un crecimiento positivo en el primer trimestre, y mantenemos nuestra previsión de crecimiento del PIB del 1,0% para el conjunto del año. La debilidad de la zona del euro ha afectado a la balanza comercial del Reino Unido, pero el nivel sorprendentemente moderado del aumento del empleo, la caída de los precios del petróleo y el estímulo presupuestario del ministro de finanzas británico al mercado de la vivienda deberían favorecer el consumo. El crecimiento el año próximo sería del 1,5%.
Nuestras previsiones de recuperación económica global muy modesta nos hacen apostar por las empresas de calidad con rentabilidades por dividendos de las áreas más defensivas. La estrategia ha funcionado y, por consiguiente, las empresas que cuentan con este perfil son ahora bastante más caras que las de otras áreas. Seguimos respaldando este posicionamiento general, pero hemos tratado de añadir algunos valores cíclicos de forma selectiva que han registrado una rentabilidad inferior, ya que tratamos de obtener valor.
Los mercados de renta variable han seguido dando muestras de solidez a pesar de una temporada de resultados corporativos mediocres y la ralentización de las economías. Creemos que esto se debe a que los mercados siguen ofreciendo niveles relativamente atractivos de valoraciones y al efecto de la flexibilización cuantitativa global. Esto hace que las inversiones de bajo riesgo resulten cada vez menos atractivas y que la liquidez se vaya hacia otros activos. Mientras que las valoraciones sigan siendo satisfactorias, las economías se recuperen aunque ligeramente y continúe la abundancia de liquidez, creemos que es correcto seguir por encima del índice de referencia en renta variable.
Por otra parte, la deuda pública ofrece ahora rentabilidades poco atractivas, por lo que nos mantenemos infraponderados. En algún momento, las rentabilidades subirán, pero puede que no sea de forma inminente, ya que los bancos centrales tratarán de mantener bajos los tipos para impulsar el crecimiento. En nuestra opinión, la deuda empresarial y de mercados emergentes sigue ofreciendo una mejor relación calidad-precio. Estas clases de activos presentan sólidos fundamentales y grandes entradas de capitales, ya que los inversores van en busca de mayores rentabilidades.