El papel de la renta fija en ESG se ha vuelto cada vez más importante y, en ocasiones, está infravalorado por los inversores. Hay una percepción general de que a menos que el inversor sea un accionista, su poder de voto se ve disminuido. Pero mi punto de vista es que si eres un proveedor de capital para una empresa, tu opinión debe estar al mismo nivel.
La manera en que lo vemos nosotros es que, esencialmente, todas las partes interesadas, los tenedores de bonos, los accionistas y los empleados, todos ellos tienen derecho a poder influir en el camino hacia la sostenibilidad de una empresa. Es cierto que la idea errónea de que solo los accionistas tienen derecho a hacerlo se está desvaneciendo, ha comenzado a cambiar, pero la verdad es que esa percepción sigue estando presente.
Y el hecho es que el efectivo es el oxígeno de las empresas. Y los mercados de renta fija pueden proporcionar el efectivo que las empresas necesitan para invertir y refinanciarse de forma mucho más rápida que los accionistas. Y las empresas necesitan emitir bonos con más frecuencia de la que vuelven a los mercados bursátiles. Hay que tener en cuenta que la recurrencia, la necesidad de efectivo a nivel de empresa, a veces puede ser bastante alta. Recaudar dinero en los mercados de renta variable suele llevar mucho tiempo y esfuerzo. No obstante, con los bonos, básicamente se puede llegar a un acuerdo de drive-by (financiación) en un día, si se trata de una empresa de buena calidad. Por lo tanto, si una compañía necesita capital, el mercado de bonos es mucho más rápido y receptivo. Existe además la posibilidad de ofrecer diferentes tipos de activos que las empresas deseen en lugar de una sola opción, como ocurre con las acciones. Y obviamente la renta fija es más barata que los mercados bursátiles, por lo que el incentivo es bastante alto.
Por lo tanto, para ser creíbles ante los inversores que consideran los factores ESG como un objetivo importante que deben cumplir, las empresas deben tener en cuenta las consideraciones de los inversores en renta fija. Creo que eso está cambiando, y está mejorando.
Todo un nuevo mercado: los ‘labelled bonds’
Otro factor que está cobrando cada vez más relevancia sobre la relación entre renta fija y ESG es que existe todo este nuevo mercado de bonos llamados labelled bonds o bonos etiquetados, que ha crecido exponencialmente. Me refiero a los bonos verdes, sociales y vinculados a la sostenibilidad, entre otros. Y el beneficio para el emisor es que, en términos generales, le resultará más barato emitir un bono etiquetado que un bono normal que no lo esté. Esto se debe a que la base de compradores de bonos etiquetados tiende a ser más leal, a veces, los fondos se crean de tal manera que solo pueden comprar bonos etiquetados. Por lo tanto, el perfil de demanda de esta clase de activo es bastante alto.
Para poder emitir un labelled bond, el emisor debe contar con una estrategia de sostenibilidad creíble. Aquí hay diferentes opciones. Por ejemplo, los llamados «use of procedes bonds». Es decir, cuando se emite un bono verde o un bono social para financiar un proyecto específico. Una nueva opción diferente es lo que se denomina «bonos vinculados a la sostenibilidad». En este caso, no hay un uso directo de los ingresos, la empresa emisora puede recaudar el dinero y hacer lo que quiera con él. Pero debe establecer ciertos KPI de sostenibilidad y si no cumple con esos KPI, entonces el cupón de los bonos aumentará. Por lo tanto, existe un claro incentivo para cumplir con los KPI.
Al fin y al cabo, la renta fija ofrece a las empresas más flexibilidad y opciones, y nosotros, como tenedores de bonos, hablamos con las empresas de forma muy regular. Por lo tanto, el papel de la renta fija en el compromiso ESG es cada día más significativo.
Por último, a aquellas personas que se sientan tentadas a ver los criterios ESG como una moda pasajera, dado que 2023 no ha sido un año especialmente impresionante en términos de rendimiento, les diría que los riesgos ESG no han hecho más que crecer en los últimos años, tanto en el aspecto medioambiental como en el social. Y si no abordamos muchos de estos problemas ahora, estos riesgos serán más pronunciados, más frecuentes y más costosos. Lidiar con estos retos de forma anticipada es lo que creo que marcará una gran diferencia.
Al mismo tiempo, se ha producido un cambio sustancial en la regulación, especialmente en Europa, que está muy por delante de la agenda, tanto desde el punto de vista de los inversores como de las empresas. Esta tendencia está impulsando que se invierta mucho dinero de una manera más sostenible. Es probable que eso se convierta en un fenómeno más global en los próximos años, por lo que fluirá más capital por la ruta sostenible.
Por último, pero no menos importante, a las propias personas les gustaría invertir en empresas que están haciendo lo correcto. Como resultado de toda esta combinación de factores, aquellas compañías que se considera que están haciendo lo correcto, generalmente atraen más interés de los inversores y son capaces de recaudar capital a un costo potencialmente menor que sus pares que no lo hacen.
Tribuna de Nachu Chockalingam, Senior Credit Portfolio Manager en Federated Hermes.