Es interesante (y hasta un poco preocupante) el desempeño que han tenido las acciones norteamericanas durante el presente año. Aunque la economía global va mejor, es claro que hace mucho tiempo el determinante del comportamiento accionario dejó de ser los factores macroeconómicos para ser otros factores, entre los que se encuentran las ganancias corporativas, las expectativas y, claro está, la especulación financiera en muchos casos. No de otra forma se entiende cómo las acciones suben y suben con menores volúmenes transados, lo cual es un síntoma que los precios pueden estar siendo relativamente ficticios. Así como han subido con un bajo volumen, llegado el día pueden bajar, también con un bajo volumen.
La diferencia entre ambos escenarios es que cuando bajan, el volumen empieza a subir, porque aquellos que empiezan a sentir temor, venden sus posiciones, creando un efecto aún mayor al que se produciría en situaciones normales. Es por eso que a veces las caídas son mucho más rápidas, pero las subidas demoran más tiempo y no tienen un patrón de tendencia tan marcado como las descolgadas de precios.
Sin embargo, hay algunos factores que permiten sentirse cómodo con las acciones norteamericanas en el largo plazo. Además de las que ya he comentado de un exceso de liquidez en el sector corporativo, tenemos también la dinámica de ingresos de las compañías norteamericanas: al evaluar las 500 empresas que integran el índice S&P 500, se encuentran cosas interesantes, una de esas es que más de la mitad de ellas recibe más del 50% de sus ingresos por sus operaciones externas, no por lo que producen en USA.
Esto quiere decir que los ingresos provienen cada vez más de lo que sucede en países como China, Corea, Brasil, México e, incluso, Colombia, entre otros. Es por esto que se vuelve importante el análisis de lo que están haciendo las empresas a nivel global: que KFC tenga más locales abiertos en China que en USA es un indicador del potencial futuro de este tipo de marcas; al igual que las ventas que puede realizar Pepsico de pasabocas en América Latina, más que la venta de gaseosas y refrescos en USA.
En la medida que las clases medias de estos países crezcan, las posibilidades de ganancia para las compañías norteamericanas sigue siendo grande y esto muestra el porqué las perspectivas positivas de las acciones estadounidenses en el mediano y largo plazo.