Antes de la pandemia, la ONU estimó que se necesitan entre 3 y 5 billones de dólares al año en la próxima década para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como sabemos, la actual crisis mundial ha acentuado los desafíos y existe una necesidad más urgente que nunca de que el capital mitigue los problemas, tanto antiguos como nuevos.
Por otro lado, la inversión de impacto está creciendo en todo el mundo. El último informe de The Global Impact Investing Network (GIIN) afirma que el mercado global se sitúa en 715.000 millones de dólares (frente a los 502.000 millones de dólares del año anterior). En términos de inversión ESG (ambiental, social y de gobernanza), el crecimiento y la cantidad de capital asignado a este tipo de productos también son significativos.
Pero el déficit de financiación de los ODS sigue siendo enorme y, en mi opinión, es hora de acelerar la movilización de capital hacia el impacto. Aquellos que ya están en el mercado necesitan incrementar aún más sus activos bajo administración. Pero eso por sí solo no será suficiente: debemos invitar a nuevos actores al sector. Solo cuando la inversión de impacto y la inversión socialmente responsable (ISR) se conviertan en la corriente principal, estaremos en una buena posición para resolver los desafíos a los que nos enfrentamos.
En Social Nest Foundation, fundación española con una década de experiencia trabajando en impacto, hemos sido testigos y hemos contribuido al nacimiento y evolución del sector del emprendimiento y la inversión de impacto en nuestro país. Es gratificante ver este desarrollo. SpainNab, en su último informe junto con ESADE, cuantifica en un 26% el incremento de la inversión de impacto en España durante 2020, situando en 2.378 millones de euros los activos bajo gestión.
Este crecimiento se refleja en el creciente interés en nuestro foro anual de inversión de impacto e ISR, Fi, que se dirige a personas que administran su capital o el de terceros y que están interesadas en alinear su dinero con sus valores. Al mismo tiempo, somos perfectamente conscientes de que la industria sigue siendo un nicho en España. Necesitamos hacer mucho más para movilizar el capital hacia el impacto.
Atraer a más inversores
Para sumar inversores más tradicionales al sector, creemos que debemos trabajar en cuatro áreas: educación, inspiración y confianza, oportunidades de inversión atractivas, y conexión. Esos son los pilares en los que se basa Fi.
Este año, dadas las circunstancias, Fi21 se llevará a cabo de nuevo de forma virtual, lo que nos permite seguir ampliando nuestro alcance internacional. Nuestro enfoque natural, basado en el idioma y también en el potencial de capital sin explotar, es América Latina. Al igual que España, la región tiene un sector de inversión de impacto muy joven y aún inmaduro, pero que también ofrece grandes oportunidades.
Pero Fi se ha ido convirtiendo en estas cuatro ediciones en una plataforma global, como bien indican las casi 40 nacionalidades diferentes de los asistentes en la edición pasada.
Cuatro acciones que podemos tomar
Para nosotros, todo empieza con la educación. En nuestro mundo polarizado, muchos creen que los inversores eligen entre la filantropía o maximizar los rendimientos financieros. Ahora el espectro de oportunidades se ha ampliado, pero muchos inversores aún no saben que es posible alinear capital y valores. En los últimos años, en Social Nest Foundation hemos sido contactados por family offices españoles y personas de alto patrimonio; están interesados pero hacen preguntas básicas sobre conceptos y medición de impacto. No puedes apoyar o involucrarte en algo que no entiendes completamente (o tal vez ni siquiera sabes que existe). Términos como inversión de impacto, exclusión, ESG, SRI, etc., confunden a quienes no tienen experiencia en el campo. En muchos casos, quienes se acercan a nosotros no tienen experiencia interna en tales inversiones. Responder preguntas como ‘¿cómo sé que mi dinero está contribuyendo a un impacto positivo?’ es el primer paso para explicar la inversión de impacto.
El ejemplo de María Ángeles León
Mostrar rigor, seguido de metodologías de gestión y medición del impacto, contribuye a la segunda acción que necesitamos: generar confianza e inspirar. Aquí en España, tenemos el ejemplo de alguien que está haciendo estas dos cosas de manera muy activa. María Ángeles León, quien fundó Open Value Foundation hace muchos años, se involucró inicialmente en la filantropía que apoyaba proyectos sociales en África. Desde que descubrió la inversión de impacto, está inspirando a otros a seguir su camino de combinar la filantropía y la inversión de impacto.
También es fundamental mostrar rigor y profesionalidad en el sector. Personas como Sir Ronald Cohen (el «padre» de la inversión de impacto), o Raúl Pomares (que ha trabajado en este campo durante más de 20 años) son claros ejemplos de personas que pasan del mundo financiero convencional a la inversión de impacto y ayudan a construir con éxito. Fondos como Quona Capital, con sede en México, con sus exitosas salidas en fintech para la inclusión, también ayudan a demostrar que la inversión de impacto funciona y genera confianza en el sector.
Oportunidades de inversión
Pero el cambio real no se producirá hasta que más inversores tomen medidas y muevan parte de su capital hacia la inversión de impacto. Por eso en Fi creemos que es fundamental mostrar oportunidades de inversión atractivas y diversas. Atractivas en términos de impacto y rentabilidad financiera, pero también diversas para que todos puedan encontrar oportunidades de inversión que resuenen con los desafíos que les importan. Ya sea invirtiendo en agricultores en América Latina (como el fondo Huruma), mitigando los desafíos que enfrentamos en España (Fondo Bolsa Social) o promoviendo el desarrollo económico en África y frenar así la migración forzosa (Oryx Impact), los proveedores de capital pueden descubrir algo que les funcione.
Un ejemplo de cómo ofrecer una gama más amplia de oportunidades de inversión es Zubi Labs. Este venture builder de empresas de impacto español ha incorporado enfoques de la industria tecnológica, como estudios de venture building y startups, que ayudan a crear nuevas empresas que aborden los desafíos sociales y ambientales. Ha creado también el primer fondo venture debt de impacto, Zubi Capital. De esta manera, proporciona un flujo continuo de oportunidades de coinversión de riesgo en el espacio riesgo-retorno-impacto.
El último pilar para hacer crecer el mercado de la inversión de impacto es la conexión. Conectarse a una comunidad, donde cada uno de nosotros puede compartir preguntas, experiencias y oportunidades para caminar mejor en nuestro camino hacia el impacto, es crucial.
La fecha de nuestro foro anual Fi se acerca rápidamente (28, 29 y 30 de septiembre) y muchas de las personas y organizaciones mencionadas anteriormente serán ponentes en el evento. Nuestro encuentro tiene como objetivo ayudar a que fluya más capital para resolver los viejos desafíos en España y el mundo (cambio climático, pobreza, desempleo …), pero también los problemas de salud, educación y desigualdad que el COVID-19 ha agravado.
Así que, por el bien del mundo, invitemos a más personas a la fiesta y trabajemos duro para asegurarnos de que acepten esa invitación.
Tribuna de Margarita Albors, fundadora y presidenta de Social Nest Foundation.