Los acontecimientos políticos en España (indecisa), Portugal (segura) e Italia (dividida) tienen implicaciones relevantes para los tres países, visibles en sus capacidades divergentes para reducir la elevada carga de la deuda pública.
Las diferentes perspectivas políticas de estos tres países con un margen de maniobra fiscal limitado ponen de manifiesto cómo los gobiernos pueden:
- Utilizar condiciones económicas aún benignas para reducir las elevadas cargas de deuda pública mediante acciones estructurales.
- Basarse en una coyuntura económica favorable para reducir la relación deuda/PIB mediante mejoras fiscales cíclicas sin iniciativas estructurales.
- Utilizar la coyuntura favorable para revertir la consolidación fiscal. Estas decisiones tienen implicaciones significativas para abordar los desequilibrios fiscales subyacentes y, por lo tanto, afectan a la capacidad de los gobiernos para hacer frente a una futura recesión económica.
España (A-/Estable)
«España se enfrenta a sus terceras elecciones generales en cuatro años el próximo 28 de abril. La cuestión crucial es si de estos comicios saldrá la mayoría gobernante necesaria para implementar reformas que reduzcan la carga de la deuda pública del país, reformen el mercado laboral y mejoren la productividad», dice Alvise Lennkh, analista de Scope. "España necesita escapar del actual impasse político para abordar las vulnerabilidades relevantes para su rating».
La ratio deuda/PIB de España, que alcanzó su punto máximo en 2014 en torno al 100%, se mantuvo relativamente estable en torno al 97% en 2018 y se prevé que disminuya sólo modestamente hasta el 92% en 2024, según las últimas previsiones del FMI publicadas recientemente.
Este descenso relativamente modesto, a pesar de las elevadas tasas de crecimiento (2,5% en 2018), se debe a los elevados déficits primarios estructurales del país, en torno al 3% del PIB, uno de los más elevados de la eurozona. Los sucesivos gobiernos en minoría desde 2016 no han abordado esta cuestión.
Quedan por delante dos acontecimientos políticos clave:
- El resultado electoral de abril (con alrededor del 40% del electorado español aún indeciso, y el 15% que no sabe si votará a un partido de derechas o de izquierdas.
- Si los acontecimientos en Cataluña (dependiendo del resultado del juicio a separatistas) también darán lugar a nuevas elecciones regionales a finales de este año.
Una cooperación política entre el gobierno central y las autoridades regionales catalanas que cree las condiciones para las reformas económicas y fiscales sería positiva para la deuda, mientras que una extensión de la parálisis política observada en los últimos años -por ejemplo, a través de un parlamento colgado o de una insistencia continuada en la independencia por parte de la dirección catalana- limitaría la calificación en el nivel actual de A-/Estable.
Portugal (BBB/Positivo)
«Portugal se beneficia de un entorno político relativamente estable, incluso con un gobierno minoritario, razón por la cual esperamos que el Partido Socialista continúe gobernando después de las elecciones parlamentarias de octubre y, con ello, que la política fiscal se mantenga prácticamente inalterada en los próximos años», afirma Lennkh.
El gobernante Partido Socialista (PS) tiene actualmente una ventaja electoral de 10 puntos sobre el conservador Partido Socialdemócrata antes de las elecciones previstas para el 6 de octubre. No está claro si el Partido Socialista liderará un segundo gobierno minoritario o intentará formar una coalición mayoritaria después de las elecciones, aunque la esperada continuidad de la política en un segundo gobierno dirigido por el PS debería limitar los grandes retrocesos fiscales.
La continuidad de la política de Portugal también se observa en la evolución presupuestaria. La deuda pública alcanzó su punto máximo en 2014, con un 131% del PIB, pero desde entonces ha descendido hasta situarse en torno al 121% en 2018. Las últimas previsiones del FMI apuntan a que volverá a descender hasta aproximadamente el 103% del PIB en 2024, gracias a los superávits primarios y al moderado crecimiento.
Italia (BBB+/Estable)
«La coalición gobernante formada por el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga todavía se enfrenta a importantes desafíos en lo que respecta a la mejora de la sostenibilidad de la deuda pública de Italia, a pesar de cierta moderación fiscal tras las extensas interacciones con la Comisión Europea», afirma Dennis Shen, analista de Scope.
El gobierno elevó recientemente sus expectativas de déficit para 2019 al 2,4% del PIB (desde el 2,04%), frente a las expectativas de Scope de un déficit del 2,5% del PIB para 2019. Prevemos que la trayectoria de la deuda de Italia se estabilice o aumente ligeramente, alcanzando el 133% del PIB en 2020-21, frente al 132% en 2018.
La Liga tiene una clara ventaja en las recientes encuestas con alrededor del 32,5% de la intención de voto, en comparación con un fuerte descenso al 21,5% para el Movimiento Cinco Estrellas. Así pues, el partido de derechas podría hipotéticamente liderar un nuevo gobierno de centro-derecha en mayoría si se celebraran elecciones parlamentarias anticipadas después de las elecciones europeas de mayo.
Es poco probable que los riesgos de derroche fiscal desaparezcan en Italia, ya sea porque la coalición actual sobreviva más tiempo o porque La Liga ponga fin al gobierno actual y acabe liderando uno nuevo.