Los próximos meses no serán tranquilos para los mercados, que se enfrentarán a nuevos periodos de volatilidad. La incertidumbre política en los países desarrollados y la debilidad del crecimiento a nivel global condicionarán el final de un año que hasta ahora ha sido muy bueno para la renta fija. Las previsiones para el crecimiento global siguen sin dar buenas noticias, lastradas por la falta de una expansión fuerte en la actividad global y del retraso de la recuperación en algunas economías, como Brasil y Rusia.
No obstante, en el centro y este de Europa, así como en algunos países de Asia, todavía podemos encontrar un fuerte crecimiento, gracias a una inflación favorable y a la introducción de reformas políticas. No obstante, consideramos que los mercados emergentes necesitan algo más de crecimiento y todavía presentan problemas ligados a las materias primas.
Estados Unidos será otra fuente de volatilidad, que además tendrá ramificaciones en el largo plazo, por lo que preferimos mantener la cautela respecto a la renta variable estadounidense. La Reserva Federal sigue estando en el punto de mira y la comunicación tras la última reunión del organismo que preside Janet Yellen volvió a mostrar la intención de guiarse por el mercado en su decisión sobre una subida de tipos.
Los datos económicos no muestran una tendencia clara: si bien es verdad que el mercado laboral y el consumo son fuertes, el panorama que presentan los miembros de la Fed es que aún es posible que se produzca una recesión. Otro de los motivos de preocupación que vemos en Estados Unidos es la incertidumbre política, con la proximidad de las elecciones presidenciales de noviembre.
Pero no sólo encontramos este tipo de inestabilidad al otro lado del Atlántico. Francia también está sufriendo el populismo, mientras en Alemania los resultados de las elecciones de Berlín, con un aumento del apoyo a la derecha radical, complican la situación para la canciller Angela Merkel.
España, por su parte, necesita estabilidad y liderazgo político. Los resultados de las últimas elecciones autonómicas muestran un apoyo más fuerte al Gobierno en funciones, incrementando la esperanza de que haya una salida al bloqueo surgido tras la repetición de las elecciones generales.
Consideramos que la evolución de la economía española es bastante fuerte, pero todavía hay que trabajar en la reducción del déficit y del desempleo, que es muy elevado, así como en el refuerzo de la competitividad. Somos optimistas respecto a España, pero se necesitan decisiones políticas.
A pesar de estos retos, la renta fija presenta un panorama muy interesante, sobre todo en Europa, donde, a pesar de los rendimientos cercanos a cero, sigue teniendo un buen comportamiento. Hasta ahora, 2016 ha sido un buen año para este tipo de activo, gracias a la acción del Banco Central Europeo, que ha favorecido a la deuda soberana de la zona euro.
También el high yield presenta una opción muy atractiva, ya que las condiciones financieras son muy favorables gracias al BCE, y además podemos encontrar compañías muy sólidas en Europa en las que merece la pena invertir.
Columna de Thomas Herbert, CIO de Oddo Meriten AM en Alemania y responsable global.