En vista de la incertidumbre económica y la persistente inflación, seguimos prefiriendo la renta fija a la renta variable.
Asignación de activos: la inminente desaceleración económica ensombrece la renta variable
El panorama sigue siendo incierto para la mayoría de las grandes economías desarrolladas.
El crecimiento económico en Estados Unidos probablemente se volverá anémico y se mantendrá por debajo de su tendencia a largo plazo, mientras que en Europa no se espera una recuperación en un futuro próximo.
Prevemos una contracción del crecimiento de los beneficios de las empresas estadounidenses superior al 2% el año próximo, en marcado contraste con las estimaciones de los analistas, que prevén un crecimiento de nada menos que el 10%.
También es preocupante que los bancos centrales de los países desarrollados se dispongan a retirar más liquidez del sistema financiero justo cuando las presiones inflacionistas están volviendo a aumentar.
Dadas las condiciones económicas desfavorables en gran parte de los países desarrollados, mantenemos una postura neutral en renta variable y una sobreponderación en renta fija; además, infraponderamos la liquidez.
Fuente: Pictet Asset Management
Nuestro análisis del ciclo económico indica que la economía estadounidense atraviesa un momento delicado.
Las encuestas a industrias apuntan a una caída del consumo de servicios, que representa el 70% de la actividad económica del país, y es probable que la inversión no residencial también disminuya debido a los elevados tipos de interés y a la escasez de mano de obra en el mercado laboral.
Todo ello debería lastrar la economía mundial que, según nuestras previsiones, tan solo crecerá un 0,5% interanual el año próximo, muy por debajo de su tendencia anterior a la pandemia. La atonía de la economía también persiste en Europa debido a los efectos del endurecimiento de la política monetaria, y tanto nuestro indicador adelantado como la confianza de los consumidores se están debilitando.
En cambio, Japón va viento en popa.
Esperamos que la tercera mayor economía del mundo crezca un 1,5% el año que viene, por encima de su potencial, impulsada por el importante volumen de exportaciones. Esperamos un aumento del consumo privado en los próximos meses que, acompañado de un repunte sostenido de los incrementos salariales, debería llevar al Banco de Japón a poner fin a su política de tasas de interés negativas.
China está dando las primeras muestras de recuperación económica. El consumo parece haberse estabilizado en el corto plazo, lo que ofrece un amplio margen de mejora, ya que las ventas minoristas se mantienen un 16% por debajo de la tendencia en un momento en que los depósitos de los hogares se sitúan un 20% por encima de la tendencia.
La recuperación del sector inmobiliario es una de las piezas que faltan para completar el puzle que estimularía la confianza de los consumidores.
Es probable que el crecimiento en el resto de los países emergentes se acelere de cara al año próximo, superando con creces al de los países desarrollados.
Nuestros indicadores de liquidez respaldan nuestra postura neutral en renta variable.
Los bancos centrales de los mercados desarrollados, excepto Japón, siguen retirando liquidez del sistema financiero, incluso ahora que se acercan al final de sus campañas de subidas de las tasas de interés.
Las condiciones de liquidez probablemente se mantendrán restrictivas, ya que la inflación podría resultar más persistente de lo que se pensaba, sobre todo tras la subida de los precios del petróleo y los alimentos.
En Estados Unidos, el repunte de la emisión de deuda pública previsto para los próximos meses también debería intensificar la contracción de la liquidez.
Sin embargo, la liquidez continúa siendo abundante en Japón, donde la política monetaria acomodaticia favorece el flujo de dinero y de crédito.
El inicio de un ciclo de recortes de las tasas de interés en algunos segmentos de los mercados emergentes debería ser positivo para sus condiciones de liquidez. Nuestra puntuación de valoración respalda nuestra preferencia por la renta fija frente a la renta variable.
La prima de riesgo de la renta variable de EE.UU. –es decir, la rentabilidad adicional que obtienen los inversores por encima de la tasa libre de riesgo– ha caído al 3,4%, la más baja en más de 20 años (véase la fig. 2).
Fuente: Refinitiv, datos del período comprendido entre el 26/09/2003 y el 26/09/2023
En comparación, con un rendimiento a 10 años superior al 4,5%, los bonos estadounidenses parecen especialmente atractivos.
Nuestros indicadores técnicos respaldan nuestra postura neutral en renta variable.
Los indicadores de confianza y posicionamiento de los inversores muestran que la renta variable está perdiendo adeptos, pero no están lo suficientemente deprimidos como para darnos una señal de compra “contrarian”.
Tribuna de opinión de Luca Paolini, estratega jefe de Pictet Asset Management.
Descubra las perspectivas macroeconómicas y de asignación de activos de Pictet Asset Management (sólo disponible en inglés).
La información, las opiniones y las estimaciones expresadas en este documento reflejan un juicio emitido en su fecha original de publicación y pueden verse afectadas por riesgos e incertidumbres que podrían hacer que los resultados reales sean sustancialmente diferentes de los presentados en el presente documento.