Sí, es posible generar rentabilidad financiera positiva y, además, impacto medioambiental positivo. Ahora bien, para ello es preciso incorporar un marco científico de manera interdisciplinaria. En este sentido, partimos del marco del Instituto de Estudios Futuros de Copenhague, una de sus megatendencias es la sostenibilidad, la cual genera riesgos y oportunidades. Los riesgos se refieren a la responsabilidad de las compañías por los daños medioambientales, externalidades que hay que eliminar. Al mismo tiempo las presiones crean oportunidades a las que ayudan a otras a ser más eficientes o proporcionan soluciones.
En concreto, partiendo del universo de 40.000 compañías mundiales en el índice MSCI AC World, tenemos en cuenta la huella medioambiental completa de cada compañía, según el marco científico de nueve límites de la Tierra de Stockholm Resilience Centre. Este marco, además de emisiones de CO2 asociadas al cambio climático, incluye acidificación, contaminación química, cambios de uso del suelo, agotamiento del ozono, aerosol atmosférico, cambios en el ciclo del nitrógeno, pérdida de biodiversidad, cambios en el ciclo de fósforo y agotamiento de suministros de agua dulce.
Es lo más parecido a un consenso científico respecto a los límites medioambientales de la biosfera (ya lo hemos superado en cambio climático, todavía reversible y globalmente estamos dentro en los límites seguros en uso de agua, aunque hay muchas zonas con estrés hídrico). No hay más que pensar en los últimos 100 km del río Colorado, desde los que ya no llega agua al mar por estar el cauce seco.
Así que empleamos este marco para determinar las compañías que operan dentro del espacio seguro de estos nueve límites del planeta y las que son activas en la solución de estos desafíos medioambientales, por tener impacto positivo en al menos una de las nueve dimensiones. Esta metodología abarca el ciclo de vida completo de productos y servicios de la empresa, partiendo del análisis de una consultora suiza, lo que proporciona la huella medioambiental completa de cada compañía. El caso es que si una compañía no opera dentro del espacio seguro tiene un modelo de negocio que no le asegura la supervivencia a largo plazo.
Criterios de pureza
Además, aplicamos criterios de pureza. Es decir, más del 20% de las ventas o beneficios de explotación relacionados con el tema (actualmente el 70%), lo que reduce el universo a 3.500 compañías. A continuación, aplicamos análisis de factores de riesgo, valoración y métricas operativas, así como factores relacionados con la compañía y la gestión, donde integramos consideraciones ASG (criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo), que es uno de los factores que determina el peso de cada acción, con datos de Sustainalitycs.
A ello se añade que Pictet AM ejerce sistemáticamente los derechos de voto y, cuando es apropiado, establece diálogo con las empresas, presionando para que adopten políticas y prácticas apropiadas, mediante diálogo bilateral y a través de proveedores especializados, como Institutional Shareholder Services.
Contribución a los ODS de Naciones Unidas
A efectos de informe, no de selección de compañías, en estas estrategias contamos con informes de impacto, que actualizamos anualmente, y que reflejan en qué grado la estrategia contribuye a conseguir los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por Naciones Unidas en 2015 (ODS). Para ello, no nos limitamos a seguir lo que las empresas dicen sino a los expertos del equipo, que conocen las compañías, así como fuentes de terceros, ajenos a las compañías analizadas, mediante análisis big data y procesamiento del lenguaje natural.
Un mercado de tres billones de dólares en 2020
Este mercado centrado en la eficiencia en el uso de recursos y soluciones medioambientales puede llegar a ser de tres billones de dólares en 2020, con unas ventas creciendo a un ritmo del 5,3% frente a 3,8% de las acciones del índice mundial MSCI AC World. Las oportunidades se encuentran en la desmaterialización de la economía, la energía renovable y la eficiencia energética, la agricultura sostenible, el agua y la gestión de residuos así como el control de la polución.
En diseño de productos por simulación y test, automatización industrial y metrología (para reducir el desperdicio relacionado con defectos), destacan compañías como Dassault Systems, Hexagon, Ansys o Altair. Al respecto, los semiconductores son cada vez más pequeños, potentes y eficientes. Su demanda, además, se ve impulsada por la electrificación automotriz, con compañías como Tesla, Aptiv, Valeo e Inifineon. De hecho, invertir en transporte público eléctrico, utilizar más energía renovable y aumentar la eficiencia en edificios comerciales y gestión de residuos municipales puede reducir los costes de energía en 17 billones de dólares en todo el mundo en el año 2050.
En edificios verdes la legislación está generando un impulso mundial por razones económicas. Hay que tener en cuenta que las correspondientes soluciones ambientales pueden reducir el uso de energía entre un 25% y 30% en edificios con iluminación LED, gestión de energía inteligente y aislamiento térmico, con mayores beneficios en el consumo de agua y la generación de residuos, donde destacan compañías como AO Smith, AcuityBrands, Kingspan o Schneider Electric.
Al mismo tiempo se espera que el coste de la electricidad de parques eólicos marinos, anteriormente la energía verde más cara, disminuya un 70% las próximas dos décadas. Barcelona ya ahorra 58 millones de dólares al año mediante sensores conectados y servidores en la nube para monitorizar niveles de riego y agua.
En uso eficiente del agua, con la agricultura como responsable del 75% del consumo y la industria del 20%, hay tecnologías medioambientales relacionadas con bombas, válvulas y filtros para aguas residuales, suministro de agua industrial, reciclaje y reutilización, ahorro mediante riego de precisión y control de la calidad con compañías como Xylem, Ecolab, Trimble o Suez Environnement. Si sólo el 10% de los agricultores estadounidenses utilizara GPS para plantar semillas podrían ahorrar 16 millones de galones de combustible, cuatro millones de libras de insecticida y dos millones de cuartos de herbicidas al año.
En cuanto a control de la contaminación, el plan de acción contra la contaminación en China estimula inversiones en infraestructura para el tratamiento de aguas residuales. En gestión de residuos, reciclaje y reducción de la contaminación hay tendencias favorables tanto en mercados desarrollados como en desarrollo -en estos sobre todo respecto a tratamiento de residuos peligrosos-. Esto favorece a los productores de cartón para envases y empresas de control de la contaminación mediante filtros para motores y aplicaciones industriales, como Smurfit Kappa, Waste Connections, Donaldson o Everbright International.
Además, en seguridad alimentaria la regulación es cada vez más estricta y la demanda de los consumidores favorece a empresas relacionadas con la trazabilidad y la certificación de origen, donde destacan compañías como Thermo Fisher, Agilent, PerkinElmer y Eurofins. Por otra parte, se ha producido tanto plástico de 2000 a 2015 como durante toda la historia de la humanidad y el 40% se utiliza en envases de los que sólo se recicla el 14%. En este sentido, la fibra de madera puede ser una alternativa sostenible. Además, también hay que tener en cuenta la química verde, como los ingredientes activos respetuosos con el medio ambiente para cosméticos.