Después del triunfo de Donald Trump el pasado 8 de noviembre, hasta el pasado 8 de diciembre los mercados financieros muestran un desplazamiento hacia arriba de la curva de tasas de los bonos del tesoro en Estados Unidos, que llegan a reflejar incrementos hasta de 50 puntos base (pb) a lo largo de la curva. En el caso de la curva de bonos mexicanos, se presenta un alza que llega a ser entre 50 y 107 pb en los últimos 30 días. En el caso del bono que vence en 2024 (m24), es decir en ocho años, su efecto equivale a una reducción en su precio del 6%, por citar un ejemplo. El m24 subió en ese plazo 106 pb.
En contraparte entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se ha visto un alza en las bolsas internacionales no sólo por el movimiento en el tipo de cambio el cual se movió en el último mes un 11%, sino también impulsadas por las expectativas generadas por el triunfo de Trump. El índice industrial Dow Jones presenta un alza del 18% en pesos (11% explicado por el movimiento en él tipo de cambio y 7% por el movimiento del indicador bursátil). Otros índices como el Russell traen un 27% de rendimiento directo en pesos en el último mes; mientras que él ETF de financieras (XLF) en Estados Unidos registra un incremento del 31% en pesos.
Al revisar los rendimientos de las Siefore Básica 2 que son las Siefores que concentra el mayor número de recursos (36%) de las 5 Siefore que hay, se puede ver lo contrastante que han sido los resultados. Los activos de la sb2 valen 49.000 millones de dólares y en los últimos 30 días tuvieron una minusvalía del 1,7% que equivale a poco más de 826 millones de dólares.
En los últimos 30 días que van entre el 8 de noviembre y el 8 de diciembre, se puede ver que el rendimiento promedio de estas Siefores es del -1,7% donde 4 Siefores presentan un rendimiento por arriba del promedio (Inbursa, Profuturo, Coppel y Azteca) ; dos están en el promedio (Principal y MetLife), mientras que 5 Siefores traen un rendimiento por debajo (XXI-Banorte, Banamex, Invercap, Sura y PensiónISSSTE), donde el beneficio o el impacto es diferente en cada caso.
Dados estos resultados se puede ver que hay Afores que si estaban diversificadas no sólo entre renta fija, renta variable y otros activos; tenían menos inversiones en los bonos largos y tenían una diversificación entre valores locales y extranjeros.
Si el 100% del portafolio se hubiera invertido en el bono m24 el resultado en el mes hubiera sido del -6,3%; si el 100% hubiera estado en el índice de la Bolsa Mexicana de Valores, el resultado hubiera sido del -4,4%; si el 100% hubiera estado en dólares el rendimiento hubiera sido un 11%; si hubiera sido en el índice industrial Dow Jones el rendimiento hubiera sido del 18,4% en pesos y si se hubiera invertido con cobertura cambiaria hubiera sido solo del 7%.
En los ejemplos anteriores se consideran inversiones no diversificadas donde se invierte todo en una canasta. Este ejercicio se complica al incorporar los limites normativos donde en el caso de la SB2 se permite invertir un 25% en renta variable donde solo el 20% pueden ser valores extranjeros; solo se permite un 30% en divisas y lo más importante es que el conjunto de las inversiones no pueden superar un Valor en Riesgo (VaR) del 1,1%.
Por las características de los portafolios y el régimen de inversión pareciera que es complicado evitar rendimientos negativos sin incurrir en la concentración en una clase de activo en periodos como el experimentado en noviembre donde hay una percepción negativa del mercado y las inversiones en México.
Al ver estos resultados lo que sale a relucir es la necesidad de aumentar el porcentaje de renta variable, aumentar el límite de valores extranjeros y de llegarse a dar cualquiera de estas dos medidas es necesario subir el límite de Valor en Riesgo (VaR), ya que cualquier aumento en estos porcentajes se ve limitado por el límite del VaR.
Columna de Arturo Hanono