En lo que llevamos de año, los mercados emergentes han registrado una sólida rentabilidad. Es difícil saber si estamos ante un cambio de tendencia. En general, los últimos cinco años han sido complicados desde el punto de vista de la rentabilidad, sobre todo si los comparamos con otros mercados de renta fija de alta calificación crediticia. La parte buena es que muchos bonos ofrecen rentabilidades relativamente altas.
Es difícil precisar cuál es el punto de inflexión y nosotros no tratamos de hacerlo. La volatilidad va a seguir estando presente en los mercados emergentes, y ese factor resulta importante cuando uno se plantea el tamaño de una exposición. Dicho esto, muchas áreas del mercado ofrecen rentabilidades importantes y representan puntos de entrada atractivos para los inversores a largo plazo. Es posible que, cuando miremos atrás durante los próximos uno a tres años, nos demos cuenta de que éste era un buen momento para invertir en la clase de activo.
No en vano, aunque los mercados emergentes podrían verse afectados por el ligero debilitamiento del crecimiento de los mercados desarrollados, la flexibilización de las políticas monetarias de estos países debería favorecer a los mercados emergentes. En mi opinión, las consecuencias políticas que se produzcan en Europa a causa del Brexit se restringirán al continente europeo.
Además, paradójicamente, los tipos de interés negativos favorecen la deuda emergente, ya que la generación de rendimiento en los mercados de mayor calidad exige la asunción de riesgos de crédito, que en algunos casos pueden ser elevados. Los mercados emergentes se enfrentan a dificultades, pero creo que, en general, presentan unas mejores características de sostenibilidad de la deuda, balances más saneados, menos desequilibrios y mejores perspectivas de crecimiento que los desarrollados y siguen ofreciendo unos rendimientos muy atractivos.
Actualmente, existen algunas oportunidades para los inversores a largo plazo, como la deuda argentina denominada en dólares, algunos créditos africanos en dólares y la deuda india denominada en divisa local. Por eso, para poder aprovechar las diferentes oportunidades que ofrecen estos mercados, es importante tener la suficiente flexibilidad para invertir en diferentes divisas y títulos. En la actualidad, no hay un segmento concreto del universo de mercados emergentes que resulte inequívocamente atractivo. En un entorno de debilidad del crecimiento global y de incertidumbre sobre la situación de la economía china, es posible que los mercados emergentes continúen mostrando una evolución dispar durante algún tiempo.
Por ejemplo, Argentina ha alcanzado el punto de inflexión que comentaba anteriormente. La disfunción política y los problemas económicos eran tan graves que llevaron a los ciudadanos a votar un nuevo gobierno. Y aunque no hay ningún gobierno perfecto, creo que el de Mauricio Macri pretende aplicar una mejor política económica. Ha eliminado la mayor parte de los controles cambiarios y el peso argentino presenta ahora una valoración más razonable, y también parece controlar mejor las finanzas públicas. El acceso a los mercados internacionales de deuda por primera vez desde el impago de 2001 ha sido un paso decisivo para el país, ya que desbloquea sus finanzas públicas y crea unas mayores oportunidades de crecimiento.
Por su parte, en Brasil, los intentos de destitución de Dilma Rousseff, que fue apartada de su cargo, han incrementado la posibilidad de que se produzca un relevo en el gobierno. A su vez, han preparado el terreno para que los elevados rendimientos de la deuda brasileña pudieran disminuir. Por desgracia, Brasil tiene aún por delante un largo camino y debe superar la recesión, la elevada inflación y la deficiente gestión de sus finanzas públicas. El país necesita poner en marcha reformas estructurales, que resultan fáciles de articular, pero muy difíciles de aplicar en términos políticos. No estoy seguro de que las valoraciones de los bonos y la divisa brasileña compensen actualmente los riesgos asumidos. El real brasileño mantiene su vulnerabilidad y el mercado de renta fija ya se ha recuperado bastante, por lo que no me convence demasiado su potencial de rendimiento.
Por el contrario, la India me interesa tanto desde el punto de vista de las valoraciones como desde la perspectiva de construcción de carteras. Me interesan especialmente las inversiones en divisa local, porque la deuda denominada en dólares es escasa y cara.
Robert Neithart, gestor de fondos de renta fija de Capital Group