Creemos que el desarrollo del hidrógeno verde ofrecerá oportunidades de inversión en al menos cuatro áreas de la economía real. La primera de ellas es en infraestructuras, ya que, en total, la Unión Europea invertirá 300.000 millones de euros en hidrógeno verde, de los cuales unos 70.000 millones se destinarán a infraestructuras de producción, almacenamiento y transporte.
En particular, la infraestructura para el transporte del hidrógeno verde, esencial para su uso real, es todavía muy reducida y se limita principalmente a la conexión entre los centros de producción de hidrógeno verde y las áreas industriales vecinas que lo utilizan.
Por lo tanto, la construcción de infraestructuras de hidrógeno está todavía en sus primeras etapas. Hay un total de 5.000 km de red de distribución en el mundo, de los cuales más del 90% se encuentran en Europa y Estados Unidos. Por ello, los operadores europeos de redes de gas están estudiando la posibilidad de ampliar la infraestructura hasta casi 40.000 km para 2040, el 69% de ellos mediante la conversión de los gasoductos existentes.
El hidrógeno necesita ser licuado o comprimido para ser transportado y hay varios estudios en marcha para hacer el transporte más eficiente: entre ellos está el uso del amoníaco como transporte vectorial del hidrógeno. Por tanto, las redes de transporte de amoníaco, como las infraestructuras marítimas y terrestres, podrían utilizarse también para el hidrógeno.
En Plenisfer creemos que el desarrollo de las infraestructuras necesarias para el transporte de hidrógeno verde puede ofrecer nuevas oportunidades de inversión.
La tecnología al servicio de la producción de hidrógeno
Hasta la fecha, está prevista la instalación en Europa de sistemas de electrólisis capaces de generar 58 GW para 2030, lo que supone un aumento de casi sesenta veces la producción de 2021.
Se trata de un objetivo importante, pero todavía insuficiente: para lograr la independencia energética de Rusia, habría que instalar 400 GW. Por ello, los gobiernos están aumentando sus planes para financiar la construcción de plantas de producción, y no sólo en Europa: a pesar de la falta de una estrategia nacional explícita sobre el hidrógeno verde, se estima que China será el mayor mercado individual de electrolizadores en 2022, generando hasta el 66% de la demanda mundial prevista (BNEF).
Por lo tanto, será necesario seguir con atención los avances tecnológicos relacionados con el aumento de la producción de hidrógeno.
En este sentido, la electrólisis realizada con la gama de tecnologías de membranas de electrolitos poliméricos ( en los últimos 5 años ha ganado rápidamente cuota de mercado (+ en 2020 según la AIE) frente a la electrólisis tradicional de agua alcalina rica en níquel. Esta evolución se debe a la mayor versatilidad de la técnica PEM, al menor consumo energético y a sus rápidos tiempos de arranque y carga, lo que la hace más eficaz en la producción de hidrógeno verde conectado a fuentes de energía intermitentes como la solar o la eólica.
Hoy en día es difícil predecir qué nuevas soluciones surgirán en la futura producción de hidrógeno verde, pero la tecnología emergente es, sin duda, un área que hay que vigilar cuidadosamente.
Sectores que se beneficiarán de la difusión del hidrógeno verde
Hay muchas áreas potenciales de uso del hidrógeno y en Plenisfer creemos que dos sectores en particular se beneficiarán de su despliegue. En concreto el almacenamiento de energía procedente de fuentes renovables: como las fuentes de energía renovables suelen ser intermitentes, los sistemas de almacenamiento son esenciales para apoyar su adopción. La Asociación de Almacenamiento de Energía señala que los sistemas de almacenamiento de energía de hidrógeno pueden almacenar de 1 GWh a 1 TWh de energía, a diferencia del almacenamiento de baterías, que suele oscilar entre 10 KWh y 10 MWh. Por lo tanto, esperamos un crecimiento significativo de estos sistemas de almacenamiento, que a su vez podrían apoyar un mayor despliegue de la energía procedente de fuentes renovables.
Otro de los sectores que se beneficiarán de su despliegue será el de transporte de mercancías: El hidrógeno es un combustible muy conocido, pero requiere grandes espacios para alojar los sistemas de mantenimiento de la presión y gestión del flujo. Por tanto, es especialmente adecuado para el transporte pesado, los vehículos de largo recorrido, donde las baterías no son competitivas hoy en día en términos de coste, eficiencia y autonomía. Esperamos que un repunte en el uso del hidrógeno pueda significar un crecimiento en este nicho de transporte.
Platino
En Plenisfer, creemos que la adopción del hidrógeno verde reforzará los precios del platino, que hoy rondan los 950 dólares por onza. Este metal precioso se utiliza en la electrólisis PEM que, como se ha descrito, se espera que se expanda.
Estimamos que las nuevas instalaciones de PEM podrían generar una demanda adicional de platino (300.000 onzas al año hasta 2030) mientras que la demanda de pilas de combustible relacionada con el sector del transporte y el almacenamiento de energía (centrada únicamente en las obtenciones europeas de alquitrán) daría lugar a una demanda adicional de entre 2,5 y 6,2 millones de onzas.
Hasta la fecha, la oferta anual de platino equivale a unos 7 millones de onzas, un valor cercano a la demanda global actual, a pesar del descenso de la demanda de platino vinculado a la ralentización del sector del automóvil, tradicionalmente el principal usuario industrial del platino. Incluso teniendo en cuenta la menor demanda del sector, en Plenisfer creemos que la adopción del hidrógeno verde podría provocar un déficit entre la creciente demanda y la limitada oferta.
De hecho, la oferta se caracteriza por la concentración geográfica, esto es porque el 80% de las reservas mundiales económicamente viables se encuentran en Sudáfrica, que sufre problemas de red eléctrica que penalizan la extracción. El sur de África es la única fuente primaria de platino, mientras que en Rusia y Norteamérica se extrae como subproducto de otros metales (principalmente níquel y paladio).Además la oferta cuenta con pocos productores, porque el platino de Anglo representa por sí solo casi el 50% de la oferta mundial y límites al crecimiento de la oferta, ya que el desarrollo de nuevos yacimientos de extracción lleva unos 10 años.
Por lo tanto, la creciente demanda y la limitada oferta podrían conducir en los próximos años a una fuerte del platino en comparación con el metal precioso por excelencia, es decir, el oro.
Tribuna de Marco Mencini, Senior Portfolio Manager de Plenisfer Investments (Boutique de Generali Investments).