Tras un 2015 para olvidar, el nuevo año comenzó de manera desastrosa para el mercado del petróleo con el barril de Brent tocando mínimos de 12 años en enero. La confianza en las perspectivas para el precio del petróleo parecían irremediablemente bajas cuando se anunció la decisión de levantar las sanciones a Irán y las estadísticas del crecimiento de la economía china seguían pintando un cuadro bastante sombrío para el crecimiento global. Sin embargo, el petróleo ha experimentado una rápida recuperación desde su punto más bajo tocado el 18 de enero. El rebote en el sentimiento no ha sido exclusivo de petróleo, el mineral de hierro, el cobre y el carbón también están experimentando un aumento en sus respectivos precios. La cuestión clave aquí sigue siendo: ¿es una subida sostenible o es poco más que un repunte a corto plazo que carece de cualquier base fundamental?
Como ya indicamos anteriormente, creíamos que cuando el crudo Brent tocó el mínimo de 27,88 dólares por barril en enero no estaba justificado. Desde entoncecs hemos sido testigos de una serie de acontecimientos interesantes en el que podemos destacar el principio de acuerdo entre Arabia Saudí y Rusia para poner un límite a la producción. Si bien el acuerdo en sí tuvo poco impacto en el suministro a corto plazo, ya que dejaba fuera otros productores clave (incluyendo Irán), fue simbólico que en el entorno actual fueran capaces de llegar a un acuerdo. El cártel petrolero se había abstenido anteriormente de fijar un limite a la oferta, pese a las débiles condiciones de mercado, optando en su lugar por mantener el mercado saturado para provocar, de forma implícita, la quiebra de los productores de ‘shale gas’.
El fin a las sanciones iraníes finalmente llegó el 16 de enero, cuando seis potencias occidentales alcanzaron un acuerdo nuclear con el país. Tras esto el mercado tuvo pocas dudas de que esta flexibilización de las sanciones iraníes podría provocar un alza significativa en el suministro de petróleo, aunque aún no se sabe la cantidad y la rapidez con la que Irán puede aumentar su producción hasta niveles que se parezcan al periodo anterior a ellas. Desde que fueron eliminadas, la producción iraní se ha quedado significativamente por debajo de las expectativas del mercado, sobre todo gracias al envejecimiento de las infraestructuras y la falta de inversión, lo que ha reducido por ahora su capacidad para aumentar la producción. El mercado del petróleo también se ha beneficiado de una caída en la producción de petróleo en Iraq y Nigeria. El primero está experimentando una caída mayor debido al corte en el flujo de un oleoducto que transporta petróleo través de la frontera kurda.
En un fenómeno que comenzó en octubre de 2014, el número de plataformas de petróleo de Estados Unidos ha ido disminuyendo y cae aproximadamente un 72% desde sus niveles máximos. Al mismo tiempo, el capex mundial para la industria del petróleo también se ha reducido, y la previsión de Simmons es que retroceda en torno al 50% en 2016, tras un recorte similar en el año 2015. Si bien la caída en número de plataformas y el gasto de capital han sido rápidas, el descenso de la producción de petróleo de Estados Unidos ha sido modesto en comparación. Creemos que el mercado anticipó demasiado la velocidad en la que la producción se reduciría -en respuesta a la caída de los gastos de capital-, lo que exacerbó la presión a la baja sobre los precios del petróleo. No obstante, nuestra opinión es que es probable que la producción estadounidense siga una trayectoria similar a la caída del número de plataformas para el resto del año y en 2017, ya que creemos que los productores de esquisto serán reacios a aumentar sus gastos de perforación mientras los precios sean inferiores a sus respectivos costes de producción.
Un factor que tiene potencial para poner en peligro la reciente recuperación en el mercado del petróleo es el nivel históricamente alto de los inventarios de petróleo. Este nivel por encima de la media habitual se debe a dos factores principales:
- La oferta de petróleo supera fuertemente la demanda
- La pronunciada curva hacia adelante que actúa como un fuerte incentivo para aumentar los inventarios. Sin embargo, recientemente hemos visto como esta curva se aplana, minimizando así el incentivo para aumentar inventarios debido a que la prima recibida por hacerlo es comparativamente menor. A corto plazo esto debería provocar que aparezca nueva oferta, lo que teóricamente amenaza un mercado con exceso de petróleo. Aunque obviamente somos conscientes de este riesgo, creemos que una caída sustancial de los inventarios respaldará un mercado del petróleo más estable.
Mantenemos nuestra visión de principios de año de que un precio del petróleo en niveles por debajo de los 28 dólares no es sostenible a largo plazo y no está en línea con los fundamentos. La reciente recuperación ha sido más ligera incluso que nuestras expectativas. A la luz de la actual incertidumbre en el mercado, creemos que a corto plazo el mercado de petróleo seguirá siendo volátil, especialmente en lo que respecta a que la amenaza de que los inventarios hunden el mercado es muy real. Sin embargo, a largo plazo, somos más constructivos tanto en lo que se refiere a la estabilidad del mercado como al precio. La caída de los gastos de capital y de los equipos de perforación comenzará a tener un impacto más pronunciado. Del mismo modo, el principio de acuerdo de los miembros de la OPEP para congelar la producción, sigue teniendo un potencial positivo para controlar la oferta en el largo plazo. En cuanto al posicionamiento de nuestras carteras, somos conscientes de los riesgos a corto plazo que hay por delante, aunque sí creemos que hay factores genuinos que ahora respaldan un mayor precio del petróleo.
Philip Saunders es co-responsable de Multiactivos de Investec.