Avanzamos en pleno siglo XXI con muchas necesidades nuevas y si pretendemos dar soluciones a ellas mirando al siglo XX quedaremos sin las respuestas adecuadas. Hace siglos escribía Francis Bacon (1561/1626): «Quien no quiere aplicar remedios nuevos, debe esperar males nuevos, porque el tiempo es el gran innovador».Vivimos en un entorno global definido por las siglas CAVIE, esto es, cambiante, ambiguo, volátil, incierto y emergente. Ya no es suficiente con una predisposición y disposición flexible para adaptarnos, hoy se nos requiere plasticidad, que es adaptarnos a los cambios y permanecer en ellos, sin inercia a volver a posturas iniciales, como lo flexible, que cambia y tiende a volver a lo anterior.
Los sistemas previsionales y de seguridad social nacieron a finales del siglo XIX y maduraron en las primeras décadas del siglo XX, se basaron en el paradigma de la solidaridad intergeneracional, ya que las generaciones activas aportaban parte de su salario para las prestaciones de las generaciones ya pasivas, entonces los trabajadores sostenían a los jubilados, sabiendo que, a su vez las nuevas generaciones lo harían por ellos, una cadena solidaria.
Hoy vivimos cambios estructurales de la mano de la cuarta revolución industrial, de la robotización y de la uberización del empleo, todo ello con fuerte impacto en el mercado laboral. Ya son pocas las posibilidades de permanecer en un mismo trabajo toda nuestra etapa activa. Hoy crecen las posibilidades de trabajar por períodos en relación de dependencia, en otros como freelance, como autónomos, incluso ya como knowmad. Otros momentos sin empleos formales, todo de manera muy irregular, entonces ¿podemos esperar que acumulando derechos a percibir una prestación en el futuro podremos sostener calidad de vida en la etapa pasiva, similar a la activa? ¿Es sostenible hoy el paradigma solidario?
Aquel sistema era una “zona de confort”, basada en que «yo aporto por los jubilados de hoy y mañana lo harán por mí». Y no es que hoy prevalezca el egoísmo y el desinterés por los otros, sino que, dados los cambios imperantes el nuevo paradigma es un sistema autosolidario intrageneracional, en el que las nuevas generaciones deben procurar en toda su etapa activa mecanismos de ahorro voluntario para su etapa de retiro.
Seguramente era más “cómodo” lo anterior y resulta más “incómodo” hacernos cargo de nuestra etapa de retiro ya que necesitamos reasignar nuestros recursos e ingresos en base a un ahorro regular y metódico… ello necesita una pronta “alfabetización financiera” , ya que no se trata de vivir en un ámbito de privación, sino de mucha responsabilidad en nuestras finanzas personales que son emocionales. Saber cuidar nuestros ingresos, el costo de oportunidad de los mismos, cuidar nuestros gastos y consumos, nuestras deudas, nuestro manejo de tarjetas de crédito… no es vivir, e insisto con este concepto, privándonos de lo necesario, pero sí de los innecesario y lo superfluo.
Al respecto, ya han aparecido instrumentos nuevos e innovadores, las llamadas insurtech, las fintech, instrumentos financieros como roboadvisors, quant- advisors, medios de pago como digital wallet, todo un entorno nuevo y digital, con nuevos medios y nuevas formas de ahorro, menos costosos y que requieren sumas adecuadas a cada economía personal.
Lo primero: el ahorro
Ya no se trata de esperar a tener excedentes financieros o en nuestros ingresos para ahorrar, por alguna razón cultural cada mes en que recibimos nuestros ingresos, siempre primero separamos para los gastos, deudas y consumos, cuando lo primero debe ser separar para nuestro ahorro personal y familiar.
Un interesante trabajo publicado por el banco HSBC (El poder de la protección-Eventos transformadores), en una encuesta realizada en 12 países y a 12.398 personas mayores de 25 años (en Argentina, sobre 1.001 personas, entre octubre y noviembre 2015) destaca que:
-Un 55% de los encuestados creen que las generaciones futuras enfrentarán un futuro más incierto.
-Un 55% cree que la generación venidera sufrirá mayor presión financiera, aunque exprese sentir mejores oportunidades que las generaciones pasadas.
-Un 76% pone su foco en los gastos, cuando vive un evento transformador (hitos de la vida).
El gran escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015) escribía: “Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero alguien me contó que estamos hechos de historias”. Tú te jubilas mañana… ¿cómo escribes tu historia? Hoy puedes proyectar, mañana podrás recordar…… será historia o, será anécdota.
Tribuna de Ernesto R Scardigno, Financial Coach