La prensa financiera se ha llenado de historias recientes sobre el dinero que está saliendo de las bolsas de Estados Unidos y decide invertir en el extranjero, y con eso me refiero a ir a Europa, a Japón o a los mercados emergentes. ¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Deberían los inversores entusiasmarse con esta idea? Tal vez deberíamos mover nuestro dinero fuera de los mercados estadounidenses. Es una idea interesante, pero antes de nada, vamos a analizarla.
¿Por qué está ocurriendo? Principalmente por dos razones: valoración y fundamentales. Si observamos las valoraciones, a la relación precio/ganancias, podemos tener un dato comparable en todo el mundo y sí, efectivamente, estas otras áreas del mundo parecen más baratas que Estados Unidos. Pero, ¿qué panorama arrojan en comparación con su propia historia a largo plazo? La respuesta es caras. Uno no puede alejarse de los activos financieros caros simplemente invirtiendo lejos de Estados Unidos. Esa es la cuestión número uno.
Con el número dos están los fundamentales. Estamos viendo mejores resultados de fabricación en Europa y en Japón y en los mercados emergentes y estamos viendo una demanda mejor de los consumidores. China está empezando a desacelerarse y estamos viendo que los precios de los metales comienzan a caer.
¿Podría esto ser un signo de una desaceleración a finales de este año? El consumidor en China, el consumidor en el Reino Unido, el consumidor en Alemania y en Estados Unidos están experimentando algo que no hemos visto en muchos años y que es el lento crecimiento de los salarios, pero un repunte repentino del coste de vida. Esto tiende a restringir el gasto de los consumidores y el mundo desarrollado depende de eso. De hecho, podría haber algo de desaceleración de cara al futuro por culpa de esto.
Si analizamos la idea de invertir en renta variable, digamos en Europa o en Japón, hay que tener en cuenta que estas empresas cotizan en esas bolsas, pero sus ingresos pueden venir de los negocios en cualquier parte del mundo. Basta con mirar el S&P 500, el 40% de los ingresos del índice llegan de fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Estos índices están diversificados y creo que hay que pensar en la diversidad en término de una cartera con una gama de empresas que podrían incluir los próximos disruptores de su sector, en lugar de empresas que perderán sus ventajas competitivas. Líderes tecnológicos en un campo en lugar de las empresas rezagadas.
Pensemos en compañías con cadenas de suministro seguras y diversificadas en todo el mundo. Pensemos en compañías con una gestión sólida, con ventas fuertes y un sólido desarrollo de productos que reinvierta en sus propios negocios, en lugar de recomprar acciones o aumentar los dividendos. La reinversión en la propia empresa es algo importante. Estos son elementos de diversificación que creo que deberían reemplazar la idea de la diversificación geográfica.
James Swanson es estratega jefe de MFS Investment Management.