La actividad primaria en el mercado público ha sido escasa, lo que ha llevado a los promotores de private equity a buscar soluciones en el crédito privado. En el actual entorno de volatilidad del mercado, la subida de los tipos de interés y la incertidumbre macroeconómica han hecho descender los volúmenes de nuevas emisiones. Además, la volatilidad de los mercados de préstamos ampliamente sindicados ha provocado incertidumbre en los precios cuando se consigue emitir deuda pública, junto con operaciones pendientes de más de 40.000 millones de dólares en los balances bancarios.
Creemos que la disponibilidad y las ventajas complementarias del crédito privado han cobrado aún más importancia en este entorno, ya que los promotores (sponsors) de private equity siguen necesitando soluciones de financiación para desplegar la cantidad récord actual de capital circulante de 942.000 millones de dólares. Las compras apalancadas (LBOs, en inglés) se han financiado cada vez más a través del crédito privado, ya que los promotores han confiado en la rapidez y seguridad de ejecución de los prestamistas directos, la fijación de precios en el momento de la firma y la flexibilidad de cada operación. En términos más generales, el crédito privado representa un porcentaje cada vez mayor de la emisión total del mercado. En 2022, el crédito privado representó el 29% de la emisión total del mercado, frente al 16% de 2018 y el 8% en 2014.
Los diferenciales de los préstamos garantizados first lien y de los de tramo único aumentaron unos 100 puntos básicos de media de 2021 a 2022, registrando máximos de dos años de S+622 puntos básicos y S+642 puntos básicos, respectivamente. Combinando estos diferenciales con el tipo actual del 4,8% de la tasa 3M SOFR (Secured Overnight Funding Rate), los préstamos senior privados a tipo variable están rindiendo hasta un 11%, casi el doble que los rendimientos de instrumentos similares hace un año.
Este aumento significativo de los precios ha ido acompañado de un endurecimiento de las condiciones de las operaciones de crédito privado. El apalancamiento total de las LBOs financiadas en los mercados privados disminuyó de 5,5 veces a 4,1 veces de media entre 2021 y 2022, ya que las valoraciones del private equity han bajado. Los prestamistas también han aumentado el número de cláusulas exigidas para las nuevas operaciones. Solo el 20% de las nuevas operaciones tenían dos cláusulas en 2021, frente al 44% en 2022. Creemos que esta combinación única de altos rendimientos y condiciones favorables para los prestamistas hace que el conjunto de oportunidades actual sea especialmente atractivo para los inversores.
Estas condiciones de mercado sugieren que el crédito privado pueda seguir superando a los mercados públicos
Históricamente, el rendimiento del crédito privado ha sido superior al de los mercados públicos, debido sobre todo a unos rendimientos relativamente más elevados, una amplia diligencia debida de las empresas y una mayor protección estructural. Estos atractivos rendimientos han ido acompañados a lo largo del tiempo de una menor volatilidad observada, dada la naturaleza buy&hold de esta clase de activos, junto con su menor correlación con los activos públicos. Dado que las tendencias actuales del mercado generan oportunidades con precios atractivos, esperamos que esta tendencia continúe a corto plazo. Creemos que esto convierte al crédito privado en una oportunidad singularmente atractiva en este momento.
Columna de Lachlan Nidds, miembro del equipo de estrategia de productos de crédito privado de Goldman Sachs Asset Management