“If I can make it there, I can make it anywhere” cantaba Frank Sinatra sobre la ciudad de Nueva York que, entre otras muchas características, constituye el principal mercado en Estados Unidos para emprendedores y oportunidades de negocios. Eso sí, también podría haberse estado refiriendo a la situación actual del mercado de deuda con grado de inversión.
Las nuevas emisiones a nivel global están cerca de sus máximos históricos, con Estados Unidos a la cabeza de la lista. Nueva York es el centro financiero de Estados Unidos y la ciudad en la que se están realizando la mayoría de estas emisiones.
La semana pasada “I melted away these Little town blues” de Zúrich y viajé a Nueva York para tomar el pulso a la acción. Durante las reuniones a las que asistí pude confirmar que existe una fuerte demanda de bonos corporativos globales. No solo estamos hablando de inversores que tradicionalmente invierten en bonos con grado de inversión, sino que también hay nuevos inversores en el mercado que están intentando conseguir su parte del pastel. Incluso aunque el volumen de operaciones de fusiones y adquisiciones se está reduciendo en Estados Unidos, el trabajo pendiente de refinanciación de estas operaciones seguirá siendo significativo y mantendrá la actividad de nuevas emisiones en un nivel elevado. En lo que llevamos de año, la tasa de ejecución para nuevas emisiones en Estados Unidos se sitúa algo por encima del billón de dólares, lo que supone un crecimiento del 6% respecto al año pasado.
Podría pensarse que este elevado nivel de nuevas emisiones en Estados Unidos podría frenar los flujos hacia bonos globales, sobre todo teniendo en cuenta que los costes de cobertura para inversores extranjeros han aumentado en los últimos meses. Sin embargo, este no es el caso, como se refleja en el porcentaje cada vez mayor de bonos corporativos en manos extranjeras. Incluso algunos inversores están invirtiendo sin cubrir la divisa en un intento de maximizar los retornos totales.
A pesar del elevado volumen de nuevas emisiones que estamos viendo a nivel global, hay que reconocer que dichas emisiones han sido muy bien digeridas por el mercado. De hecho, durante el receso de verano, la oferta ha seguido estando sobresuscrita. Por todo ello pensamos que el entorno actual caracterizado por bajos tipos de interés durante un largo período de tiempo junto con una demanda favorable continuará respaldando los bonos corporativos a nivel global.
Columna de opinión de Christian Hantel, gestor de carteras senior en Vontobel AM.