Las elecciones regionales y locales en España probablemente determinarán la fuerza relativa que tendrán los socialistas y Podemos cuando comiencen las negociaciones formales de coalición en las próximas semanas. Tras las elecciones generales del 28 de abril, este fin de semana se celebrarán elecciones en 12 de las 17 comunidades autónomas españolas, con la elección de 715 de los 1.208 escaños de todos los parlamentos regionales. Estos comicios se celebrarán de forma simultánea a las elecciones municipales en toda España y a las del Parlamento Europeo de 2019.
Desde el punto de vista del rating del país, las elecciones son importantes, ya que influirán en la dinámica de la formación del gobierno a nivel nacional. En línea con el resultado de las elecciones generales del 28 de abril, esperamos que el Partido Socialista (PSOE) obtenga la mayoría de los escaños en la mayor parte de las regiones autónomas. Sin embargo, a falta de grandes sorpresas, la capacidad de gobernar estas regiones también dependerá de la creación de coaliciones.
Dada la dinámica política en España en las últimas semanas, la construcción de alianzas a nivel regional afectará muy probablemente a la coalición a nivel nacional y viceversa. Mientras que los socialistas quieren encabezar un gobierno minoritario con el apoyo de Podemos -como el de Portugal-, este último insiste en formar parte del ejecutivo.
Teniendo en cuenta la posición inflexible del partido de centro-derecha Ciudadanos de no apoyar a un gobierno liderado por Pedro Sánchez (PSOE) dado su objetivo de liderar la oposición (a pesar de tener nueve escaños menos que el Partido Popular (PP) conservador), la opción de un gobierno minoritario parece menos viable.
Y aunque la repetición de las elecciones generales sigue siendo una opción, es más probable que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias lleguen a un acuerdo, como lo demostraron cuando se pusieron de acuerdo sobre los presupuestos, que, sin embargo, al final no llegaron a aprobarse en el parlamento debido a la falta de apoyo de los partidos separatistas catalanes.
Como tal, es muy probable que el próximo gobierno de España los constituya una coalición entre los socialistas y Podemos. Dada la dinámica política desde las elecciones generales, las compensaciones políticas para acordar la formación de un gobierno no sólo incluirán compromisos sobre los ministerios y las políticas a nivel nacional, sino también sobre el liderazgo regional.
Los acontecimientos políticos de las últimas semanas indican que el resultado más probable en esta fase es un gran acuerdo entre los socialistas y Podemos a nivel nacional y regional. En este contexto, las elecciones regionales indicarán la fuerza relativa que cada partido tendrá en las negociaciones de la futura coalición, lo que tendrá importantes implicaciones para la dirección política de España (rating A-/Estable).
Aunque se podría formar una alianza de este tipo, no contaría con una mayoría absoluta, por lo que la necesidad de acuerdos adicionales, incluyendo a partidos separatistas como ERC (15 escaños), podría resultar en un gobierno central débil, cuya capacidad para implementar reformas que aborden las vulnerabilidades económicas subyacentes del país -alta deuda pública, desafíos en el mercado laboral y baja productividad- sería limitada.