Una de las ventajas de realizar análisis fundamentales con un equipo de inversión dotado de recursos es la capacidad de tener un gran rango de alcance para buscar candidatos de inversión. Aunque muchas de las empresas en las que invierte el equipo son compañías grandes con marcas establecidas y conocidas, según la experiencia del equipo, también se pueden encontrar excelentes empresas y oportunidades de inversión buscando perfiles centrados en nichos especializados, en particular, aquellos perfiles que desempeñan un papel fundamental en un mercado y disfrutan de tener estrechas relaciones con los clientes. De forma inmerecida, pero quizá no sorprendente, estas empresas a menudo quedan fuera del foco de atención del mercado y pueden pasar desapercibidas ante la cobertura del “sell-side”.
Sin embargo, podría decirse que lo más importante para que un operador de nicho tenga éxito suele atribuirse a una cultura centrada en los beneficios y la rentabilidad y no en las ventas. A menudo, estos operadores de nicho tendrán una estrategia más centrada en la inversión, algo crucial para las fusiones y adquisiciones (M&A). Debido a su naturaleza, las fusiones y adquisiciones tenderán a ser más pequeñas y “complementarias”, en lugar de ser grandes adquisiciones de mayor riesgo o “transformadoras”. La justificación de las operaciones suele centrarse más en cuestiones importantes como “¿por qué es un mercado atractivo para operar a largo plazo?” en lugar del tóxico “¿cuál es el aumento del BPA que dictamina una hoja de cálculo?”.
Una crítica que se hace a los operadores de nicho es que simplemente carecen de vías de crecimiento, sobre todo si ya dominan un segmento del mercado. Sin embargo, la realidad que suele observar el equipo presenta más matices. A menudo, los operadores de nicho superan con éxito a sus comparables menos centrados y que se encuentran ocupados operando en mercados finales mucho más grandes, pero estructuralmente menos atractivos. Las empresas bien gestionadas también pueden estar en condiciones de hacer crecer el mercado general donde operan ya que llevan a cabo su actividad desde una posición de fuerza con los recursos de gestión necesarios para innovar en nuevas áreas y ampliar la gama de productos disponibles o la base de clientes potenciales.
Los nichos pueden formar segmentos de alta calidad dentro de sectores que son más grandes, maduros y competitivos. Desde la perspectiva de un potencial inversor, los mercados de valores forman una preciada veta de excelencia dentro de la industria financiera. Asimismo, los mercados de valores operan infraestructuras de mercado esenciales y tienen ventajas competitivas difíciles de replicar. Como resultado, los mercados de valores pueden ofrecer unos beneficios muy atractivos y altas rentabilidades: la fontanería financiera puede no ser particularmente glamurosa, pero sí puede ser lucrativa.
Para una compañía, la puesta en valor de las ventajas de ser un operador de nicho puede dar lugar a una arraigada cultura de mejora continua, incluso cuando el negocio subyacente aumenta de tamaño. Una compañía tecnológica estadounidense en la que invierte el equipo, Roper, tiene raíces industriales, pero a día de hoy sus ingresos se dividen aproximadamente en un 75% en software vertical y en un 25% en productos médicos y de agua1. La empresa se centra en explotar “negocios líderes en nichos defensivos” y se ha convertido de manera sostenida en un negocio de mayor calidad, medido por los retornos sobre el capital operativo, la rentabilidad, la generación de efectivo y la marcada reducción de la ciclicidad.
Debido a su naturaleza, los operadores de nicho pueden desempeñar a menudo un papel vital, aunque menos visible. Una compañía estadounidense de servicios empresariales en la que invierte el equipo (Broadridge) cuenta con una posición clave como proveedor dominante de infraestructuras “proxy”. La empresa está profundamente arraigada en los mercados financieros de Estados Unidos, como puede observarse en su extremadamente alta y constante tasa de conservación de ingresos recurrentes, que ha alcanzado una media del 98% en los últimos 15 años2. El equipo considera que se trata de una empresa que probablemente está “poco investigada” por Wall Street, debido casi con toda seguridad a que la compañía se considera a sí misma como una ‘fintech’ que a pesar de prestar servicio en gran medida a clientes financieros, está clasificada como una compañía industrial.
La filosofía de inversión del equipo se centra en compañías de alta calidad con una perspectiva de ‘compounding‘ sólida y resiliente. Al centrarse en nichos atractivos, las empresas bien gestionadas pueden construir negocios que obtengan beneficios de manera constante con una alta rentabilidad. Según la experiencia del equipo, los directivos que saben apreciar los nichos suelen ser buenos custodios del capital de los accionistas. En un año cualquiera, es poco probable que los resultados sean espectaculares, pero el gusto por los nichos de mercado es una buena receta para lograr un sólido y constante ‘compounding’ a largo plazo.
Tribuna de opinión de Richard Perrott, gestor de carteras de Morgan Stanley IM.