Los gobiernos llevan utilizando los aranceles desde tiempo atrás como una herramienta al servicio del proteccionismo, esto es, como un mecanismo para proteger a sus sectores nacionales e incrementar la recaudación pública. Sin embargo, su impacto en la economía en su conjunto es amplio y complejo. Recientemente, las discusiones en torno a la imposición de aranceles significativos a las importaciones de China y otros países han echado leña al fuego del debate de cómo estas políticas afectarían a la inflación, al crecimiento económico y a las cadenas de suministro. En la perspectiva que se comparte en este texto, el equipo explora las repercusiones de los aranceles propuestos a nivel macroeconómico y su impacto en términos generales para los sectores corporativos.
Efectos sobre los precios y las divisas
Las consecuencias inmediatas de los aranceles a menudo se dejan ver en la inflación, en tanto que la imposición de aranceles eleva el coste de los bienes importados, lo cual hace que aumente, a su vez, el nivel general de precios. De acuerdo con un informe realizado por Morgan Stanley Research, si Estados Unidos impusiera tarifas del 60% a las importaciones chinas y aranceles generales del 10% a todas las demás importaciones, la inflación podría dispararse en torno al 0,9%. El grueso de este incremento vendría provocado por el encarecimiento de los productos importados, particularmente de China, que sería el país que sufriría el mayor aumento de precios. Ante esta subida inmediata de la inflación, se desconoce cuál sería la reacción de la Reserva Federal, pero el equipo cree que el regulador ignoraría esta perturbación puntual y será más proclive a reaccionar ante las proyecciones de ralentización del crecimiento a largo plazo.
Por otro lado, los aranceles también impactan significativamente en los mercados de divisas, resultando a menudo en un fortalecimiento del USD. Según los aranceles ralenticen el crecimiento global en mayor medida que el de Estados Unidos (véase el siguiente gráfico), otros países podrían responder devaluando sus monedas con el fin de compensar el impacto del aumento de los aranceles. De hecho, este fue el caso del renminbi chino y su depreciación durante 2018 y 2019, así como el del CNY con el incremento de los aranceles durante el mismo periodo.
En efecto, una devaluación de otras monedas puede impulsar el USD al alza al aumentar este su atractivo relativo para los inversores. Si bien esta situación puede resultar favorable para los consumidores estadounidenses que compren bienes importados, también puede dañar a los exportadores estadounidenses, dado que sus productos se encarecen para los compradores extranjeros, pudiendo llegar a crearse incluso desequilibrios comerciales.
Aranceles más altos, crecimiento más bajo
En términos de crecimiento económico, se estima que los aranceles propuestos por la nueva administración podrían lastrar el crecimiento del PIB real de Estados Unidos en un 1,4%. El consumo, en especial, de bienes, podría ser el área más afectada, contrayéndose un 5,5%, según el alza de los precios reduzca el poder adquisitivo. Por su parte, el consumo de servicios encajaría un descenso más reducido del 1,8%. La inversión también sufriría, en tanto que las empresas se enfrentarían a una mayor incertidumbre y los factores de producción se encarecerían.
En cuanto a las cuentas de las administraciones públicas, los aranceles también pueden generarles ingresos significativos. Las estimaciones sugieren que entre 2025 y 2034, los ingresos netos por aranceles en Estados Unidos podrían aumentar en 3,7 billones de USD, lo cual se traduce en un incremento neto de 2,8 billones de USD tras contabilizar la menor recaudación fiscal por la ralentización del crecimiento. Así, estos ingresos podrían reducir sustancialmente el déficit presupuestario estadounidense y, de hecho, se prevé que el déficit previsto de 2025 se reduzca aproximadamente un 10% (200.000 millones de USD). Si bien es cierto que este impulso fiscal resulta atractivo, tendría lugar a costa de un debilitamiento del consumo y de la inversión, por lo que los mayores ingresos a corto plazo podrían verse anulados por un menor crecimiento económico a largo plazo.
Repercusiones para las empresas
Los sectores corporativos se enfrentan a múltiples efectos según la manera en que los aranceles inciden en sus estructuras de costes y en sus huellas geográficas. En general, las subidas de los aranceles tienden a ampliar los diferenciales de mercado de los bonos corporativos, algo que impacta especialmente en aquellos segmentos de mayor rentabilidad. Por ejemplo, como explica un estudio reciente de HSBC, tras el incremento de los aranceles de 2018, los diferenciales del crédito «investment grade» estadounidense se ampliaron en una media de 4 puntos básicos, mientras que los diferenciales «high yield» crecieron en 9 puntos básicos.
Además, los sectores con una mayor dependencia de las importaciones chinas, como electrónica y bienes de consumo, serían especialmente vulnerables a la subida arancelaria, pues la rentabilidad se contraería ante el encarecimiento de los costes de los insumos. Aunque las importaciones chinas han reducido los precios de los bienes de consumo en periodos de aranceles bajos, esto ha sido a costa de la destrucción de empleo en Estados Unidos y de una menor competitividad a largo plazo de sectores clave como manufacturas, energías renovables y semiconductores. A medida que la economía estadounidense evolucione para hacer frente a los nuevos retos de nuestro tiempo, como el control de la inflación y la disminución de su dependencia, la rentabilidad de las empresas seguirá siendo volátil dado el encarecimiento de los costes de producción derivado del incremento de las tarifas. Estos sectores podrían asimismo enfrentarse a una mayor necesidad de recortar costes o ajustar los precios, lo cual podría conllevar despidos o subidas de precios para los consumidores en función de la capacidad de fijación de precios de las empresas.
Cuestiones básicas: Aunque las tarifas se suelen considerar como una forma de proteger los sectores nacionales y aumentar los ingresos de la administración pública, también conllevan riesgos significativos para la inflación, el crecimiento económico y la rentabilidad de las compañías. Es probable que los aranceles que se proponen conlleven un alza de los precios, un menor consumo y un crecimiento económico menor. Si bien Estados Unidos podría ver reducido su déficit federal de manera temporal, los efectos a largo plazo para la inversión, la salud de las compañías y la cadena de suministro global podrían ser mayores que las ventajas fiscales a corto plazo.
Tribuna de Vishal Khanduja, gestor de carteras en Morgan Stanley IM
CONSIDERACIONES SOBRE RIESGOS
Los títulos de renta fija están sujetos a la capacidad del emisor de realizar puntualmente los pagos del capital principal y los intereses (riesgo de crédito), a las variaciones de los tipos de interés (riesgo de tipos de interés), a la solvencia del emisor y a la liquidez del mercado en general (riesgo de mercado). En un entorno de subidas de los tipos de interés, los precios de los bonos pueden caer y dar lugar a periodos de volatilidad y a aumentos de los reembolsos en las carteras. En un entorno de caídas de los tipos de interés, la cartera puede generar menos ingresos. Los títulos más a largo plazo pueden ser más sensibles a las variaciones de los tipos de interés.
DEFINICIONES
Punto básico (pb): Un punto básico = 0,01%.
No existen garantías de que una estrategia de inversión vaya a funcionar en todas las condiciones de mercado, por lo que cada inversor debe evaluar su capacidad para invertir a largo plazo, especialmente en periodos de retrocesos en el mercado.
Una cuenta gestionada por separado podría no ser adecuada para todos los inversores. Las cuentas gestionadas por separado según la estrategia concreta incluyen diversos títulos que pueden no seguir necesariamente la rentabilidad de un índice concreto. Antes de invertir, estudie minuciosamente los objetivos de inversión, los riesgos y las comisiones de la estrategia. Se requiere un nivel mínimo de activos. Para obtener información importante sobre los gestores de inversiones, consulte la parte 2 del formulario ADV.
Los puntos de vista y las opiniones y/o los análisis expresados pertenecen al autor o al equipo de inversión en la fecha de elaboración de este documento, podrán variar en cualquier momento sin previo aviso debido a las condiciones del mercado o económicas y podrían no llegar a materializarse. Además, tales opiniones no se actualizarán o revisarán de otro modo con el fin de recoger la información disponible o las circunstancias existentes y los cambios que se produzcan después de la fecha de publicación. Las opiniones expresadas no reflejan las de todo el personal de inversión de Morgan Stanley Investment Management (MSIM) ni los de sus sociedades dependientes o filiales (en conjunto ‘la firma’) y podrían no plasmarse en todos los productos y las estrategias que esta ofrece.
Las previsiones y/o las estimaciones que se facilitan en este documento pueden variar y no llegar a materializarse. La información relativa a rentabilidades de mercado previstas y perspectivas de mercado se basa en los estudios, los análisis y las opiniones de los autores o el equipo de inversión. Estas conclusiones son de naturaleza especulativa, pueden no llegar a producirse y no pretenden predecir la rentabilidad futura de ningún producto o estrategia concretos que ofrece la firma. Los resultados futuros pueden diferir significativamente dependiendo de factores tales como cambios en los títulos, los mercados financieros o las condiciones económicas en general.
Este documento se ha preparado sobre la base de información disponible de forma pública, datos desarrollados internamente y otras fuentes externas consideradas fiables. Sin embargo, no se formula declaración alguna con respecto a su exactitud y la firma no ha buscado verificar de forma independiente la información obtenida de fuentes públicas y de terceros.
Este documento es una comunicación general que no es imparcial y toda la información provista se ha elaborado exclusivamente a efectos ilustrativos y formativos y no constituye una oferta o una recomendación para comprar o vender títulos concretos ni para adoptar una estrategia de inversión determinada. La información recogida en este documento no se ha elaborado atendiendo a las circunstancias particulares de ningún inversor y no constituye asesoramiento de inversiones ni debe interpretarse en modo alguno como asesoramiento fiscal, contable, jurídico o regulatorio. Por consiguiente, antes de tomar una decisión de inversión, los inversores deben consultar a un asesor jurídico y financiero independiente para que les informe sobre las consecuencias fiscales de tal inversión.
Los diagramas y los gráficos que se recogen en este documento se proporcionan con fines meramente ilustrativos. La rentabilidad histórica no es garantía de resultados futuros.
Los índices no están gestionados y no incluyen gastos, comisiones o gastos de suscripción. No es posible invertir directamente en un índice. La propiedad intelectual de los índices que se mencionan en este documento (incluidas las marcas comerciales registradas) corresponde a sus concedentes de licencia. Los concedentes de licencia no patrocinan, respaldan, venden ni promocionan en modo alguno ningún producto basado en índices, por lo que no tendrán responsabilidad alguna a este respecto.
Este documento no es un producto del departamento de análisis de Morgan Stanley y no debe considerarse un documento de análisis o una recomendación basada en análisis.
La firma no ha autorizado a intermediarios financieros a utilizar y distribuir este documento salvo que su uso o su distribución sean conformes con las disposiciones legislativas y reglamentarias aplicables. Además, los intermediarios financieros deberán comprobar por sí mismos que la información recogida en este documento es adecuada para las personas destinatarias, teniendo en cuenta sus circunstancias y sus objetivos. La firma no será responsable del uso o el uso inapropiado de este documento por cualesquiera tales intermediarios financieros y declina toda responsabilidad al respecto.
Este documento podrá traducirse a otros idiomas. Cuando se haga tal traducción, la versión en inglés se considerará definitiva. En caso de discrepancias entre la versión en inglés y cualquier versión de este documento en otro idioma, prevalecerá la versión en inglés.
La totalidad o parte de este documento no puede ser reproducida, copiada, modificada, utilizada para crear un trabajo derivado, ejecutada, mostrada, publicada, cargada, objeto de licencia, enmarcada, distribuida o transmitida directa o indirectamente ni cualquiera de sus contenidos divulgados a terceros sin el consentimiento expreso por escrito de la firma. Este documento no puede ser objeto de enlace a menos que el hipervínculo sea para uso personal y no comercial. Toda la información que figura en este documento es propia y cuenta con la protección de la legislación sobre derechos de autor y demás leyes aplicables.
Eaton Vance forma parte de Morgan Stanley Investment Management. Morgan Stanley Investment Management es la división de gestión de activos de Morgan Stanley.
DISTRIBUCIÓN
Este documento se dirige exclusivamente a personas que residan en jurisdicciones donde la distribución o la disponibilidad de la información que aquí se recoge no vulneren las leyes o los reglamentos locales y solo se distribuirá entre estas personas.
MSIM, división de gestión de activos de Morgan Stanley (NYSE: MS), y sus filiales disponen de acuerdos a fin de comercializar los productos y servicios de cada compañía. Cada filial de MSIM está regulada según corresponda en la jurisdicción en la que lleva a cabo su actividad. Las filiales de MSIM son: Eaton Vance Management (International) Limited, Eaton Vance Advisers International Ltd, Calvert Research and Management, Eaton Vance Management, Parametric Portfolio Associates LLC y Atlanta Capital Management LLC.
Este documento lo ha emitido una o más de las siguientes entidades:
EMEA:
Este documento se dirige únicamente a clientes profesionales/acreditados.
En la UE, los documentos de MSIM y Eaton Vance los emite MSIM Fund Management (Ireland) Limited (“FMIL”). FMIL está regulada por el Banco Central de Irlanda y está constituida en Irlanda como sociedad de responsabilidad limitada con el número de registro 616661 y tiene su domicilio social en 24-26 City Quay, Dublín 2, DO2 NY19 (Irlanda).
Fuera de la UE, los documentos de MSIM los emite Morgan Stanley Investment Management Limited (MSIM Ltd.), autorizada y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera. Inscrita en Inglaterra. Número de registro: 1981121. Domicilio social: 25 Cabot Square, Canary Wharf, Londres E14 4QA.
En Suiza, los documentos de MSIM los emite Morgan Stanley & Co. International plc, London (Zurich Branch). Autorizada y regulada por la Eidgenössische Finanzmarktaufsicht (“FINMA”). Domicilio social: Beethovenstraße 33, 8002 Zúrich (Suiza).
Fuera de Estados Unidos y la UE, los documentos de Eaton Vance los emite Eaton Vance Management (International) Limited (“EVMI”) 125 Old Broad Street, Londres EC2N 1AR (Reino Unido), que está autorizada y regulada en el Reino Unido por la Autoridad de Conducta Financiera.
España: MSIM FMIL (Madrid Branch), calle Serrano 55, 28006 Madrid (España).