Al comprobar que resulta imposible escapar de la realidad del cambio climático, los gobiernos están respondiendo con mayor decisión a las cuestiones relacionadas con el clima. En nuestra opinión, uno de los mayores riesgos a los que se enfrentan los inversores es que los mercados financieros no están descontando con la suficiente rapidez los efectos de las medidas de política desplegadas en relación con el cambio climático. Tratando de identificar ámbitos en que los cambios en las políticas terminarán por incidir en los mercados, los inversores pueden comenzar a gestionar los riesgos asociados y aprovechar las oportunidades.
Un riesgo tanto significativo como probable
Como gestores de carteras multiactivo con control de riesgos, valorar y gestionar el riesgo es el núcleo de toda nuestra actividad. Consideramos que los riesgos que plantea el cambio climático son altamente significativos y no somos los únicos que pensamos así: según el último Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial, no tomar medidas relacionadas con el clima es el principal riesgo por “impacto” y el segundo por “probabilidad” de cara a los próximos 10 años (1). Por primera vez, las preocupaciones medioambientales copan la lista de la encuesta de riesgos a largo plazo (Gráfico 1).
Dado el nivel de compromiso actual, la temperatura global va camino de aumentar en 3 grados Celsius para finales de siglo (2). Se trata del doble del que los expertos en clima advierten que es el límite para evitar consecuencias económicas, sociales y medioambientales graves.
GRÁFICO 1: Riesgos medioambientales cuyos impacto y probabilidad se perciben altos
Las políticas están evolucionando, pero de forma desigual
Las catástrofes relacionadas con el clima han costado 650.000 millones de dólares a la economía global en los últimos tres años (3): huracanes, inundaciones e incendios están suscitando respuestas reglamentarias, que a su vez están contribuyendo a que se tengan en cuenta los riesgos. Sin embargo, estas respuestas varían en gran medida de una región a otra:
Europa está avanzando
La UE ha comprometido un nivel significativo de gasto para respaldar su marco normativo verde. El Pacto Verde Europeo —calificado como el “momento ‘hombre en la luna’” de Europa por Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea— tiene como objetivo lograr que la Unión alcance la neutralidad de carbono para 2050. El Pacto va acompañado de un paquete fiscal valorado en 1 billón de euros (4), así como por dos fondos de 100.000 millones de euros (5), para las regiones más afectadas y para innovación en el ámbito climático. Este gasto se reproduce en cada uno de los países; por ejemplo, Alemania ha aprobado un paquete de 54.000 millones de euros (6) destinado a reducir las emisiones de carbono.
Asia va en la dirección correcta
Estamos asistiendo a un fortalecimiento significativo de las políticas en materia de clima en diferentes partes de Asia y esperamos que el endurecimiento de los requisitos de provisión de información ESG del mercado de valores de Hong Kong repercuta en las compañías chinas con doble cotización. Tras años de pruebas y enseñanzas de versiones piloto a escala regional, China se dispone a lanzar su esperado sistema de comercio de derechos de emisión de carbono, que se espera que cree el mayor mercado de carbono del mundo (7).
Estados Unidos se está quedando atrás… por ahora
Las políticas estadounidenses sobre el clima están retrocediendo lentamente, si bien una victoria demócrata podría implicar la puesta en marcha del “New Deal” verde.
Su adopción implicaría un compromiso de cero emisiones para 2030 y reglamentación sobre limpieza del aire, biodiversidad, infraestructuras y energías totalmente renovables.
Si bien no se indica expresamente su coste, las estimaciones apuntan al entorno de los 2,5 billones de dólares (8). Otras medidas menos ambiciosas, como la Ley para un futuro LIMPIO (CLEAN Future Act), podrían, no obstante, representar un primer paso hacia un proceso legislativo para lograr cero emisiones para 2050.
Cinco sectores con claros ganadores y perdedores
Empleando herramientas como la matriz de materialidad® del Consejo de Normas Contables de Sostenibilidad y la respuesta política inevitable, respaldada por los Principios para la Inversión Responsable, hemos identificado los cinco sectores que presentan la mayor brecha entre posibles ganadores y perdedores por las políticas y la disrupción de los mercados en relación con el clima. Se trata de sectores donde un análisis diligente puede contribuir a identificar los tipos de compañías que es probable que salgan beneficiadas —o perjudicadas— del cambio en las políticas en torno al cambio climático.
1. Servicios financieros: en el centro de la transición
Las actividades de financiación y de los mercados de capitales nos permiten ver fácilmente cómo el sector financiero puede facilitar u obstaculizar la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono. Si se produjera un acontecimiento climático impredecible y catastrófico —un denominado “cisne verde”—, se desencadenaría una crisis financiera que incidiría en el valor de prácticamente cualquier activo financiero. Sin embargo, incluso acontecimientos menos extremos pueden suponer efectos importantes por diversidad de riesgos físicos, propios de la transición y de responsabilidad, por ejemplo, la caída en desuso de los activos, el impago de préstamos y la pérdida de valor de los activos.
Desafíos
Un importante obstáculo al que se enfrentan las empresas de servicios financieros es la calidad y la comparabilidad de los datos necesarios para valorar las emisiones de “alcance 3”, que incluyen todas las emisiones indirectas que se producen en sus cadenas de valor.
En el caso de las compañías aseguradoras —todas indican que el cambio climático es un factor de riesgo—, solo el 60% ha desarrollado modelos (9) para controlar sus efectos en sus evaluaciones actuariales.
Líderes frente a rezagados
Los bancos están comenzando el proceso de profundizar en los riesgos que plantea el cambio climático en tanto tienen que ver con las actividades de financiación y su exposición, incluidas las probabilidades de impago de activos no conformes con los principios verdes en riesgo de no valorar correctamente el impacto del carbono. Sin embargo, muchos han virado la financiación hacia activos verdes. La transición verde supone una inversión de 50 billones de dólares a lo largo de los próximos 30 años y 3-10 billones de dólares en beneficios de explotación, por lo que la descarbonización podría ofrecer una oportunidad económica sustancial para los partícipes que se encuentran en primera línea (10).
De manera similar, las compañías de seguros con estrategias sólidas en materia de cambio climático serán las más capaces de controlar los riesgos relacionados con las primas, aprovechando al mismo tiempo la creciente necesidad de protección vía seguros frente a catástrofes, por ejemplo, los recientes incendios de Australia.
Las empresas de servicios financieros que se nieguen a llevar a cabo la difícil tarea de valorar los riesgos relacionados con el clima no pueden esperar gestionarlos. Todos los partícipes que no aprovechen la tendencia hacia la inversión verde y la necesidad de protegerse de los “cisnes verdes” están en riesgo de perder valor de mercado.
2. Metales y minería: una estrategia ágil es crucial
Una característica distintiva de las compañías de metales y minería es la prolongada esperanza de vida de sus instalaciones y sus activos. Como resultado, estas compañías deben tener en cuenta los riesgos medioambientales de cara al futuro, incluso para una vez llegue su cierre.
Desafíos
Las inquietudes relacionadas con el clima ya se han traducido en fuertes caídas de la producción y alzas de los costes. Las presiones políticas siguen perturbando el sector.
Líderes frente a rezagados
No obstante, las compañías de minería pueden, en cierta medida, escoger su propio futuro. Como importantes consumidoras de energía, tienen la capacidad de modificar su cesta energética o instalar nuevas infraestructuras orientadas a las energías renovables.
Ante la transición global a alternativas con menores emisiones de carbono, las compañías de minería también pueden tratar de lograr nuevas fuentes de ingresos. Por ejemplo, el Pacto Verde de la UE potenciará un giro hacia los vehículos eléctricos y una mayor proporción de energías renovables en la cesta de productos. Se estima que esta evolución se traduzca en un aumento del 67% de la demanda de litio y del 82% en el caso del cobalto (11).
Las compañías que logren ser ágiles cambiando sus fuentes de energía y consolidándose en la provisión de los metales necesarios en la nueva economía de bajas emisiones de carbono tendrán más probabilidades de sobrevivir que aquellas que no se adapten.
3. Petróleo y gas: sus activos podrían entrar en desuso
Con el fin de cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados Celsius este siglo, los proyectos con combustibles fósiles ya planificados tendrán que limitarse o abandonarse.
Desafíos
A pesar de las presiones reglamentarias, se prevé que la demanda de petróleo crezca en un millón de barriles al día cada año hasta 2025 (12). Existe suficiente carbono en depósitos conocidos de combustibles fósiles para incumplir el objetivo de los 2 grados Celsius. De manera similar, los proyectos actuales planificados, de culminarse, resultarán en un calentamiento global superior al objetivo de los 2 grados Celsius (13). Permanecer por debajo del umbral de los 2 grados Celsius implicaría el desuso del 30%-50% de las reservas existentes de petróleo y gas, un compromiso que exigiría un aumento de los precios del carbono. y reglamentaciones más estrictas a escala global.
Líderes frente a rezagados
El alcance global, la sofisticación técnica y los ingentes balances de muchas de las grandes compañías del sector del petróleo y el gas plantean una oportunidad para liderar la transición a una economía de bajas emisiones de carbono. En la actualidad, las inversiones en energías renovables representan menos del 1% de sus inversiones en inmovilizado (Gráfico 2) (14). Las compañías con actitudes prospectivas podrían dedicar más de sus presupuestos de capital al desarrollo de fuentes de energías renovables.
GRÁFICO 2: La inversión en energías renovables es baja, pero está creciendo
Las compañías petroleras europeas, por ejemplo, están diversificándose para prepararse para la transición económica, adquiriendo startups dedicadas a la recarga de vehículos eléctricos y a los suministros. Las compañías que no diversifiquen sus flujos de ingresos podrían asistir a que sus inversiones en el desarrollo de petróleo y gas terminen convirtiéndose en activos en desuso improductivos.
4. Servicios de suministro: una ventaja del carbono
Dado que se prevé que la demanda global de electricidad se incremente un 1,5% anual en los próximos 20 años (15), la descarbonización de la generación de electricidad es clave para lograr unas emisiones netas de cero. En 2018, la energía derivada de fuentes de bajas emisiones de carbono —hidroeléctrica, nuclear, solar, eólica, biomasa y demás renovables— supuso más del 25% de la generación de electricidad a escala global (16). Se prevé que esta tendencia aumente y para 2050 se alcance el 93% según las renovables se conviertan en fuentes más económicas que el carbón térmico y demás combustibles fósiles (Gráfico 3) (17).
GRÁFICO 3: Las energías renovables son más económicas
Desafíos
En Europa, la reglamentación, el abandono gradual del carbón y el encarecimiento del carbono podrían ocasionar amortizaciones de activos por miles de millones de euros, mientras que China, India y Asia sudoriental siguen dependiendo en gran medida de suministros procedentes del carbón para satisfacer la creciente demanda de energía. De manera similar, se prevé que la energía nuclear crezca en un número limitado de mercados, como China, si bien para 2030 se desmantelará en torno al 23% de la potencia nuclear global, principalmente, en Europa y Japón (18).
Líderes frente a rezagados
Los pioneros en la generación de energías renovables obtendrán una “ventaja de carbono” que debería permitirles arrebatar cuota de mercado a sus competidores. Las compañías de suministros que viren hacia una cesta energética de bajas emisiones de carbono tendrán mejor acceso a financiación mediante la emisión de deuda sostenible, que se prevé que supere los 400.000 millones de dólares en el conjunto del mercado en 2020, impulsada por la adopción de medidas relacionadas con el clima (19). Por su parte, puede que las compañías con altos costes asociados al carbono tengan dificultades para obtener financiación de bancos, aseguradoras e inversores, que rechazan cada vez más las inversiones en carbón.
5. Sector del automóvil: giro de la cesta de productos
En septiembre, examinamos las tendencias que perfilan el sector del automóvil en nuestro artículo “¿Punto álgido del automóvil o tan solo unos baches?” Desde entonces, excluido el efecto a corto plazo del coronavirus, hemos comenzado a percibir una estabilización de las ventas de vehículos en China y Europa (Gráfico 4). No obstante, la cesta de productos de los fabricantes de automóviles está atravesando un importante cambio.
GRÁFICO 4: Las ventas de automóviles se están estabilizando
Desafíos
Desde el 1 de enero de 2020, los turismos de la UE deben cumplir un nuevo objetivo de emisiones de 95g CO2/km (20), previéndose importantes sanciones por encima de este nivel. En 2018, las emisiones de las flotas de fabricantes de la UE registraron una media de 121g CO2/km (21), por lo que alcanzar el nuevo objetivo solo resulta posible con un despliegue a gran escala de vehículos eléctricos. Parece improbable que los fabricantes de automóviles sean capaces de alcanzar una penetración de los vehículos eléctricos suficientemente elevada para evitar las penalizaciones.
Líderes frente a rezagados
El aumento global de la demanda de vehículos eléctricos beneficia a los fabricantes de sus baterías, en especial, los de Corea, pues cuentan con sólidos vínculos con fabricantes de automóviles, y de Japón, cuyos fabricantes están desarrollando tecnologías para baterías de estado sólido que se consideran el último grito. Es probable que los fabricantes de automóviles que no logren escala en la producción de vehículos eléctricos se enfrenten a dificultades. Los fabricantes de equipos originales que no cumplan los objetivos de emisiones de CO2 también asistirán a un descenso de la rentabilidad de sus líneas de negocio tradicionales, como el motor de combustión interna.
Resumen: La ventaja de adoptar un enfoque prospectivo
El cambio climático es un riesgo actual que consideramos tanto significativo como amenazador. La adopción de políticas en materia de clima en todo el mundo está afectando a la viabilidad y la rentabilidad de numerosos sectores. Concretamente, cinco —servicios financieros, minería, petróleo y gas, suministros y automóviles— centran el grueso de la disrupción.
Consideramos que los precios de mercado de numerosas compañías de estos sectores no han seguido el ritmo del rápido cambio de las políticas. Esta cuestión plantea para nuestros clientes un periodo durante el cual podemos posicionar sus carteras adelantándonos a un posible ajuste de los precios del mercado. Puede que ello implique suprimir los productores de carbón de nuestras carteras o sobreponderarnos en ámbitos en que percibamos tendencias de inversión prometedoras relacionadas con el clima. Al tomar estas decisiones, siempre miramos al frente para prever qué tipos de compañías están en posición de ganar o perder con motivo de la evolución de las políticas en materia de clima.
Columna Andrew Harmstone, Managing Director, gestor y responsable del equipo Global Balanced Risk Control (GBaR) en Morgan Stanley Investment Management.
Anotaciones:
(1) Foro Económico Mundial, Informe Global de Riesgos 2020, Encuesta de Percepción de Riesgos Globales, 2019-2020.
(2) New Climate Institute and Climate Analytics, Climate Action Tracker: https://climateactiontracker.org
(3) Morgan Stanley Research.
(4) Parlamento Europeo, “Europe’s one trillion climate finance plan”, Noticias del Parlamento Europeo, 15 de enero de 2020, https://www.europarl.europa.eu/news/en/headlines/society/20200109STO69927/europe-s-one-trillion-climate-finance-plan.
(5) Simon, Frédéric, “EU Commission unveils ‘European Green Deal’: The key points”, EURACTIV, 11 de diciembre de 2019, https://www.euractiv.com/section/ energy-environment/news/eu-commission-unveils-european-green-deal-the-key-points/.
(6) Amaro, Silvia, “Germany’s $59 billion climate change package isn’t enough, analyst says”, CNBC, 23 de septiembre de 2019, https://www.cnbc.com/2019/09/23/ germany-climate-package-of-54-billion-euros-isnt-enough.html.
(7) Timperley, Jocelyn, “Q&A: How will China’s new carbon trading scheme work?” CarbonBrief, 29 de enero de 2018, https://www.carbonbrief.org/qa- how-will-chinas-new-carbon-trading-scheme-work.
(8) Ezrati, Milton, “The Green New Deal And The Cost of Virtue”, Forbes, 19 de febrero de 2019, https://www.forbes.com/sites/miltonezrati/2019/02/19/the-green-new-deal-and-the-cost-of-virtue/#17ad32643dec.
(9) MSCI ESG Research LLC, Insurance Industry Report, 2018.
(10) Morgan Stanley Research, “Decarbonization: The Race to Zero Emissions”, 25 de noviembre de 2019, https://www.morganstanley.com/ideas/investingin-decarbonization.
(11) Kavanagh, Thomas, “EU green deal could transform metals demand”, Argus, 3 de enero de 2020, https://www.argusmedia.com/en/news/2044840-eu-green-deal-could-transform-metals-demand.
(12) AIE, Perspectivas de la energía en el mundo 2019: Informe principal, noviembre de 2019, www.iea.org/reports/world-energy-outlook-2019/oil#abstract.
(13) Iniciativa de Seguimiento del Carbono, “Oil and gas companies approve $50 billion of major projects that undermine climate targets and risk shareholder returns”, 5 de septiembre de 2019, https://www.carbontracker.org/oil-and-gas-companies-approve-50-billion-of-major-projects-that-undermine-climatetargets-and-risk-shareholder-returns/.
(14) Morgan Stanley Research, “Decarbonisation: The Race to Net Zero”, 21 de octubre de 2019.
(15) Global Energy & CO2 Status Report 2019 de la AIE, informe principal, marzo de 2019: https://www.iea.org/reports/global-energy-and-co2-status-report-2019/emissions#trends-by-technology.
(16) AIE, Global Energy & CO2 Status Report 2019
(17) Principios para la Inversión Responsable de las Naciones Unidas, respuesta política inevitable, supuesto de políticas previstas: efectos para los mercados bursátiles en 2019
(18) Morgan Stanley Research: Does Nuclear Have a Role to Play in Decarbonisation 2018
(19) Moody’s Investors Service, “Sustainable Finance—Global: Green, Social And Sustainability Bond Issuance To Hit Record $400 Billion In 2020”, 3 de febrero de 2020, https://www.moodys.com/research/Moodys-Green-social-and-sustainability-bond-issuance-to-jump-24–PBC_1212910.
(20) Diario Oficial de la Unión Europea, “REGLAMENTO (UE) 2019/631 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 17 de abril de 2019 por el que se establecen normas de comportamiento en materia de emisiones de CO2 de los turismos nuevos y de los vehículos comerciales ligeros nuevos, y por el que se derogan los Reglamentos (CE) n.° 443/2009 y (UE) n.° 510/2011”, 17 de abril de 2019, https://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:32019R0631&from=EN.
(21) Morgan Stanley Research, “EV Battery Blueprint for Europe’s CO2 Emission Regulation”, 16 de enero de 2020, https://ny.matrix.ms.com/eqr/article/webapp/1294aa90-60a5-11e9-9957-e2cf76cce1fa?ch=rpint&sch=sr&sr=3.
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