Las previsiones de crecimiento que se barajan para las economías emergentes siguen estables, apuntando a un 4,1% en 2019 y un 4,7% en 2020, según el FMI. A esto se suma que la inyección de liquidez que van a proporcionar los bancos centrales, precisamente para alejar el temor a un frenazo del crecimiento económico global, también ayuda a los mercados emergentes al frenar el alza del dólar.
Por otro lado, los mercados emergentes, en análisis global, mantienen una tasa de impago por debajo de la media histórica de estos mercados y un endeudamiento relativamente bajo frente al de los países desarrollados.
El potencial de esta clase de activo es evidente, especialmente en el escenario de tipos en el que vivimos y que, previsiblemente, seguiremos viviendo durante un tiempo. Pero a los inversores a veces les generan rechazo los riesgos que esta renta fija puede llegar a alcanzar; y es un miedo muy razonable.
Desde Mirabaud proponemos dos estrategias especialmente adecuadas para poder beneficiarse de las perspectivas de la deuda emergente: invertir en carteras muy flexibles, pero siendo muy estrictos limitando los riesgos; o construir una cartera de bonos muy diversificada en activos específicos y de calidad, en dólares o euros, y esperar a vencimiento sin que la volatilidad a corto y los problemas de falta de liquidez nos desvíe del objetivo final.
La solución que entraría dentro del marco de la primera estrategia es Mirabaud Global Emerging Market Bond Fund, que tiene la flexibilidad de invertir en cualquier tipo de activo en renta fija, en dólar y moneda local, pero con un aspecto claramente diferenciador: el fondo incorpora un límite de VAR de entre 3%-6%. Actualmente se encuentra en 4,5%, con una volatilidad del 4,3%. El límite de VAR nos permite invertir en deuda emergente, pero con “paracaídas”.
Nuestro objetivo es localizar las mejores oportunidades de inversión en cualquier momento del ciclo económico, pero no a cualquier precio ni a cualquier plazo. La TIR actual del fondo es del 11% y la duración de tres años. Esta estrategia requiere un modelo de gestión activa, especialmente por las posiciones que mantenemos en deuda emergente en moneda local, ya que solo así se pueden mitigar de manera eficiente los riesgos de estas divisas sin dejar de aprovechar las oportunidades presentes en este tipo de deuda.
La herramienta que ofrecemos a nuestros inversores en el segundo marco estratégico de inversión, vía carteras de vencimiento fijo, es Mirabaud Emerging Market 2024 Fixed Maturity. Lanzamos el fondo el pasado mes de mayo -ya cerrado a nuevas inversiones- y ha mostrado una magnífica evolución: se cerró con una TIR estimada del 8% y duración modificada de 3,14 años, diversificando en más de 30 países.
La herramienta a vencimiento, clara apuesta de Mirabaud por la inversión dinámica de cara a cubrir las cambiantes necesidades de los inversores -y cada vez más demandada por nuestros clientes-, ofrece un mayor grado de certeza en la rentabilidad esperada, a la vez que reduce a un mínimo los crecientes problemas de liquidez en los mercados de bonos.
El fondo tiene un perfil similar al de un bono sencillo, pero está dotado de la diversificación propia de una cartera de instrumentos de deuda exclusivamente denominada en dólar, y se centra en la obtención de los atractivos rendimientos que ofrecen actualmente los emisores de los mercados emergentes.
Fundamentalmente, sigue un enfoque buy and hold de deuda corporativa, soberana y cuasi-soberana. Inicialmente, la estrategia se lanzó en dólares porque no consideramos la inversión en moneda local en un fondo con cartera a vencimiento a más de 4 años, ya que requiere una gestión activa debido a los riesgos que mencionábamos anteriormente.
Actualmente, estamos trabajando para lanzar otro “Fixed Maturity en Deuda Emergente”, pero denominado en euros. El segmento de deuda emergente denominada en euros está creciendo rápidamente y, durante los próximos años, esperamos ver un aumento en el número de emisores y emisiones. En Mirabaud estamos ultimando el lanzamiento de esta nueva estrategia en euros, que verá la luz en pocas semanas y vendrá a cubrir las necesidades de muchos inversores.
Como comentaba al inicio de este artículo, y pese a que este verano no ha sido su mejor escenario, en Mirabaud estamos plenamente seguros de que la deuda de emergentes sigue proporcionando muy buenas oportunidades. La clave para localizar las oportunidades más interesantes estriba en garantizar una toma de decisiones dinámica y activa, lo que, hoy, se configura como el único modo de aprovechar las oportunidades existentes, tanto en moneda local como en dólar.
Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud AM para España, Portugal y Latinoamérica