Si 2019 ha sido un año muy interesante para la deuda emergente, 2020 no lo va a ser menos. De hecho, en un mercado en el que los tipos de interés plantean un escenario complejo, vemos cómo el segmento de la deuda emergente denominada en euros mantiene su crecimiento. Según las previsiones del FMI, este ejercicio también crecerá el mercado global de emergentes, concretamente un 4,7%, por encima del 4,1% del año pasado y del 2% de media de los países desarrollados.
Tenemos así un entorno de inversión altamente resiliente en el que prevemos un importante aumento del número de emisores y atractivos rendimientos durante los próximos años. En este hábitat favorable, y tras el éxito que nuestro Fixed Maturity 2025 Fund en euros obtuvo tras su lanzamiento el pasado 25 de octubre, ofrecemos nuevas oportunidades de inversión en este mercado pujante con la reapertura del fondo el próximo marzo.
El gran apetito que hemos detectado en el mercado por esta clase de activo a vencimiento fijo ante lo limitado que fue su periodo de comercialización (de apenas un mes) ha sido uno de los motivos de tomar esta decisión estratégica en relación al Mirabaud Emerging Markets 2025 Fixed Maturity Fund en euros.
Una decisión refrendada, además, por los estudios exhaustivos que el equipo de gestores y analistas del fondo, liderado por Daniel Moreno, ha realizado sobre el entorno de renta fija en mercados emergentes. A lo expuesto previamente, se suma un contexto clave: el crecimiento de la deuda emergente es el reflejo real del crecimiento económico y, mientras este continúe, la deuda emergente seguirá avanzando. En emergentes, el crecimiento económico todavía es mucho mayor que el de la deuda, y esto hace que la solvencia y los riesgos de crédito, de media, permanezcan bastante bajos.
El Mirabaud Emerging Markets 2025 Fixed Maturity Fund denominado en euros se gestiona con un enfoque buy and hold a vencimiento fijo, y se construye sobre las mejores ideas de inversión en deuda emergente, con más de 50 emisores y 30 países diferentes. Está, además, muy diversificado en cuanto a tipología de bonos: corporativos (59%), soberanos (25%) y cuasi-soberanos (16%).
Con esas premisas, y el magnífico momento por el que atraviesan los mercados emergentes, contamos para esta estrategia con una TIR bruta estimada del 3,9% y un cupón estimado del 4% en euros, tras descontar los costes de cobertura. La calidad crediticia de la cartera es BB-. Su vencimiento medio es de 4,5 años, lo que se traduce en una duración de 3,2 años; un período que no es demasiado corto y que consideramos ideal para invertir en deuda emergente, sobre todo en este momento.
Al configurar nuestras carteras de deuda emergente, en Mirabaud defendemos una toma de decisiones flexible y de convicción, porque creemos que es el único modo de aprovechar las oportunidades existentes y obtener el máximo rendimiento en cada momento del ciclo de mercado, por complicado que este sea.
En este sentido, y centrándonos en el Mirabaud Emerging Markets 2025 Fixed Maturity Fund en euros, existen distintas ventajas invirtiendo con un enfoque buy and hold a vencimiento fijo en el actual momento de mercado. Una de ellas es que se reducen los costes por operaciones frente a los de los bonos individuales y los fondos tradicionales. Por otro lado, casi eliminamos el riesgo de liquidez, que, en la actualidad, es un factor que está teniendo un efecto considerable tanto en el retorno como en el riesgo.
El fondo abrirá sus puertas a nuevos inversores el próximo 2 de marzo, con un periodo de comercialización que concluirá el 27 de ese mes.
Tribuna de Elena Villalba, directora general de Mirabaud Asset Management para la Península Ibérica y Latinoamérica