El cambio climático se ha convertido en uno de los temas más importantes para los inversores, que deben valorar diferentes tipos de riesgos derivados de la transición a una economía baja en carbono y el impacto material de este fenómeno. Los emisores de bonos estarán expuestos a una serie de acontecimientos físicos y climáticos extremos que podrían afectar a los resultados financieros y a la rentabilidad. Al supervisar e identificar los riesgos relacionados con el clima en sus inversiones, los gestores de fondos tratan de identificar y adaptar sus equipos de gestión para construir una cartera resiliente a largo plazo.
Mientras los gobiernos de todo el mundo intentan alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050, las empresas y los emisores de bonos inician el camino hacia la descarbonización, adelantándose a los objetivos legales.
Un marco de compromiso adecuado es la clave
En este contexto, los emisores de bonos se enfrentarán a posibles riesgos y oportunidades que serán particularmente pronunciados en los sectores con emisiones elevadas, siendo clave establecer un marco de actuación claramente definido. Actualmente, el principal impulsor de las emisiones es el mix energético. La mayor parte de la energía que se consume hoy es utilizada por sectores industriales no contemplados en el universo de los bonos verdes pero cuyos emisores pueden lograr un mayor impacto positivo para impulsar la reducción de las emisiones de carbono y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Estamos convencidos de que invertir y colaborar con estos emisores tendrá un impacto mucho mayor a la hora de abordar los desafíos climáticos.
También vemos oportunidades: A medida que los emisores de bonos en los sectores con mayores emisiones reduzcan su huella de carbono, deberían producirse eficiencias operativas, ya que la innovación y los menores costes de las energías renovables conllevarán cambios en el consumo de energía, junto con un uso más inteligente de la misma. Asimismo, cuando los emisores de bonos reduzcan las emisiones también habrá mejoras operativas, aumentando su valor y su competitividad.
Animamos a los equipos de gestión a adoptar medidas preventivas, ya que permite que las medidas de mitigación se incorporen a los programas de gastos «habituales» y antes de que el coste del capital sea demasiado prohibitivo como para efectuar un cambio real.
Nuestro marco de trabajo
Aunque los emisores de bonos históricamente han mostrado transparencia respecto a los riesgos medioambientales y sociales de relevancia, los datos sobre riesgos relacionados con el clima continúan evolucionando. Es necesario una colaboración más proactiva y que los consejos de administración de los emisores de bonos supervisen los factores de riesgo climático, y se articule un calendario para la transición a cero neto – y demuestren un sentido de urgencia.
La capacidad de las empresas para llevar a cabo con éxito la transición a las bajas emisiones de carbono va de la mano de unos fundamentales sólidos, nuestro compromiso parte de un estudio de la combinación de los «fundamentales» y «puntuación climática» de los emisores de bonos. Este enfoque se basa en la investigación de nuestro equipo de renta fija global multicrédito, junto con nuestro equipo de especialistas en inversión sostenible y responsable, que proporcionan una amplia información sobre la inteligencia sostenible procesable y desarrollan un marco para un seguimiento continuo.
Cuadro de mando del clima
Revisamos cuidadosamente cómo de alineados están los emisores de bonos con las consideraciones climáticas en el universo de la renta fija. Es importante señalar aquí que nos centramos en los datos de emisiones prospectivas, ya que ponemos el foco en los emisores que están en vías de reducir las emisiones de carbono. Esto se consigue mediante nuestro compromiso inicial con los emisores, el análisis cualitativo y la información de CDP, donde tenemos acceso a su amplia base de datos sobre cambio climático. La tarjeta de puntuación climática se traduce en una única métrica que determina el grado de cumplimiento por parte del emisor del objetivo de mantener el aumento de la temperatura inferior a 2ºC.
Asignación de emisores en función de su alineación climática
Disponemos de un marco estructurado para la interacción y la recopilación de métricas. Nos centramos en tres áreas clave: empresas emisoras con altas emisiones (directas e indirectas) de gases de efecto invernadero, empresas emisoras en sectores que tienen un papel importante en la transición a una economía de cero emisiones netas y, por último, empresas no alineadas con los objetivos del Acuerdo de París de menos de 2ºC.
Utilizando la alineación de la temperatura y los datos históricos de las emisiones de carbono, el equipo de inversión asigna un código de colores a cada emisor de bonos, lo que ayuda a determinar el nivel de compromiso actual.
Compromiso con el clima
Tenemos tres objetivos claros de compromiso y la alineación de temperatura que hemos asignado a cada emisor determinará la frecuencia. En resumen, nuestros objetivos son:
- Establecer una gobernanza climática eficaz en los consejos de administración para articular claramente la supervisión de la responsabilidad de éstos sobre el riesgo del cambio climático.
- Trabajar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero avanzando hacia las cero emisiones netas no más allá del 2050.
- Mejorar la divulgación en torno a la mitigación del riesgo del cambio climático, en línea con las recomendaciones del TCFD.
Nuestras actividades de colaboración se centrarán sobre todo en los emisores de bonos que hemos etiquetado como «en camino» de alcanzar cero emisiones netas para 2050. Queremos entender mejor su estrategia empresarial y las medidas que están tomando para abordar los riesgos relacionados con el clima. Puede que éstas sean las adecuadas para reducir sus emisiones de carbono, pero consideramos necesario un compromiso sólido para garantizar que se encuentren en el camino adecuado. Hemos desarrollado un formato estructurado para este compromiso, que se aplicará de forma coherente a todos los emisores de bonos que avancen “por buen camino».
Aprovechar las oportunidades de la transición energética
Mirabaud Asset Management acaba de lanzar recientemente al mercado la estrategia Mirabaud Global Climate Bond Fund, un fondo de renta fija cuyo objetivo es generar una atractiva rentabilidad en el largo plazo con una baja volatilidad, unido a un enfoque centrado en el cumplimiento de los objetivos climáticos del Acuerdo de París, con los que está alineada la política de inversión responsable del Grupo Mirabaud. Con un enfoque temático bottom-up, el fondo se marca como meta gestionar de forma activa el riesgo de crédito y la duración, aprovechando al mismo tiempo las diferentes oportunidades en el universo de la renta fija. Para potenciar al máximo esta faceta, el fondo cuenta con flexibilidad en cuanto a inversión en zonas geográficas, sectores y activos globales: investment grade, high yield, mercados emergentes, soberanos y convertibles. El rating medio de la cartera modelo es de un BBB, su duración es de 6,79 años y el yield to maturity de un 2,46%.
Columna de Andrew Lake, director de renta fija de Mirabaud Asset Management