¿Podría ser el entorno actual favorable para invertir en renta variable en el contexto vigente de incertidumbre de mercado? Creemos que es el caso, si los inversores adoptan tres principios fundamentales: la diversificación en las carteras, la selección cuidadosa y el pensamiento a largo plazo.
Sí, la inflación se seguirá manteniendo en niveles altos durante más tiempo. Sí, es probable que los bancos centrales sigan aplicando el endurecimiento de sus políticas monetarias. Y sí, es probable que los activos financieros fluctúen en un entorno de inestabilidad por numerosos factores externos, como la guerra de Ucrania y la actual crisis energética en Europa. Pero, ¿de verdad deberías descartar los mercados de renta variable? ¿Deberías esperar a que lleguen tiempos mejores o el momento «adecuado»?
Aplicando algunos principios básicos
En M&G Investments, no creemos que debas descartar la inversión en renta variable, siempre y cuando se apliquen algunos principios básicos: actuar de forma selectiva, diversificar las carteras e invertir con un horizonte a largo plazo.
Al ser selectivos en renta variable, evitamos seguir falsas tendencias o invertir en un sector al completo, por muy prometedor que parezca.
La última temporada de publicación de resultados confirmó que los niveles de rentabilidad pueden variar mucho de una acción a otra, incluso dentro del mismo sector. Hay que analizar a fondo factores como el nivel de endeudamiento de cada compañía, la calidad de su equipo directivo y todo su entorno operativo, lo que incluye la eficiencia energética y la responsabilidad medioambiental.
El ejemplo de la tecnología
Fijémonos, por ejemplo, en la tecnología. Dadas las valoraciones actuales, creemos que el sector ofrece oportunidades, pero hay que actuar de forma muy selectiva. Somos cautelosos con aquellas empresas expuestas al deterioro de la demanda de los consumidores finales, prefiriendo las compañías dedicadas a la informática en la nube y a los centros de datos, áreas que están resistiendo bien a pesar de la coyuntura del mercado. Pese a que podría parecer una inversión segura en el entorno actual, ni siquiera el sector energético es inmune a los cambios inesperados, como los impuestos sobre beneficios extraordinarios, que pueden afectar al atractivo de las inversiones.
Actuar de forma selectiva
Por países, estamos encontrando oportunidades en distintos mercados, incluidas algunas que consideramos atractivas en Japón, donde la reforma corporativa está generando oportunidades, y el entorno de las divisas propiciado por la política monetaria puede estar más cerca de lograr la estabilidad que en los últimos tiempos. Pero nuestro enfoque es bottom up. Encontramos oportunidades idiosincrásicas acción por acción.
Y los mismo pasa en el Reino Unido. Aunque somos prudentes con respecto a la situación macroeconómica del Reino Unido, algunas acciones de gran capitalización ofrecen bastante valor y la parte positiva es la gran exposición de los ingresos a los mercados internacionales, donde una libra esterlina más débil eleva las ganancias al convertirlas a la moneda local.
Mantener la diversificación
Es necesario «hilar fino» para invertir en el contexto actual. Sin embargo, este es un mercado que puede ofrecer buenas rentabilidades para los inversores activos. No obstante, como se ha mencionado, es fundamental actuar de forma selectiva, al igual que la necesidad de diversificar el riesgo en una cartera de inversiones.
La gama de estrategias de inversión de M&G incluye enfoques muy diversos y una amplia variedad de propuestas de inversión que permiten a nuestros clientes mantenerse diversificados. Algunos de nuestros equipos de gestión siguen enfoques de valor (value), otros gestionan estrategias de crecimiento (growth) y otros, estrategias no adscritas a un estilo específico. También tenemos estrategias diseñadas para obtener rentabilidad financiera junto con un resultado medioambiental y/o social en el mundo real.
Centrarse en el largo plazo
Por último, es importante evitar invertir en «modas pasajeras». Apostamos por compañías con fundamentos sólidos y resilientes, con temáticas a largo plazo: las que creemos que podrán prosperar independientemente de la inestabilidad del mercado. Esto incluye las energías renovables en el sentido más amplio. También incluye a proveedores y empresas que utilizan tecnologías con bajas emisiones de carbono para mejorar su eficiencia energética. Otra área clave son las infraestructuras, donde los flujos de caja de muchas empresas están ligados a la tasa de inflación, y también ofrecen a los accionistas dividendos más altos y cada vez mayores, lo que puede ayudar a proteger a los inversores frente a los crecientes costes del capital.
Aunque no podemos predecir qué podría provocar la próxima crisis, ni cuándo llegará, sí que podemos afirmar que el triple enfoque en selectividad, diversificación y enfoque a largo plazo debería ayudar a los clientes a lidiar con la volatilidad del mercado y creará carteras con un buen potencial de rentabilidad.
El valor de los activos de la cartera podría tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente. Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente. Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión. Cuando se mencionen rentabilidades, tenga en cuenta que las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
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