La sostenibilidad y los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) son cada vez más relevantes para los inversores en renta fija. Es mucho lo que se propone y debate al respecto, ya que los marcos de inversión pueden variar sustancialmente debido a la rápida evolución de las normas, la transparencia de los datos y la normativa. En nuestra opinión, la cuestión es poder distinguir entre la práctica del «blanqueo verde» (de cara a la galería) y los verdaderos enfoques viables de sostenibilidad
A continuación analizamos los actuales avances y los principales factores de inversión al adoptar factores ASG en el proceso de análisis de la renta fija. Entre los avances importantes figura el fuerte aumento del interés por el cambio climático y los bonos temáticos, como los bonos verdes, así como un mayor enfoque en la normativa, los datos y la participación activa de los inversores (véase el anexo 1).
Las autoridades políticas siguen siendo sumamente activas en el desarrollo de divulgación de información obligatoria en materia ASG, de sostenibilidad y clima, tanto a nivel del emisor como del inversor. Aunque así sucede desde hace tiempo en Europa y los europeos siguen estando a la vanguardia de estos debates, cada vez vemos las mismas presiones políticas en Asia y Estados Unidos, especialmente con la administración actual. Los inversores están entrando en liza con mejor disposición a medida que el tema gana importancia en el contexto de la inversión desde la perspectiva de los riesgos y las oportunidades.
Entre los avances importantes figura el fuerte aumento del interés por el cambio climático y los bonos temáticos, como los bonos verdes, así como un mayor enfoque en la normativa, los datos y la participación activa de los inversores.
Acción por el clima
Sin duda alguna, el cambio climático constituye un gran desafío para el mundo. Tanto para las empresas como para los países, la atención urgente se centra en reducir las emisiones, mientras siguen a buen ritmo los debates sobre los precios y la compensación del carbono, así como el plazo para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas. Muchas empresas están respondiendo no solo divulgando información sobre sus emisiones, sino también fijando objetivos de reducción. Al tiempo que los bancos centrales analizan los riesgos climáticos, los reguladores están solicitando más información y los inversores apuntan a un mayor compromiso con la acción por el clima.
El histórico Acuerdo de París de 2015 sentó las bases de la acción global para reducir las emisiones con el fin de lograr que la temperatura suba por debajo del umbral de 2 °C. El Acuerdo de París constituyó un enfoque ascendente, en el que cada país decidía por sí mismo los objetivos y plazos de reducción de las emisiones, los cuales se comunicaban mediante contribuciones determinadas a nivel nacional. Seis años después, la cumbre de la COP26 de Glasgow ha dado cabida a las negociaciones sobre el clima más importantes desde el Acuerdo de París. Ante una mayor sensación de urgencia, los países han acelerado su enfoque, presentando unas nuevas y revisadas contribuciones determinadas a nivel nacional para cumplir los objetivos de reducción del carbono.
Se espera que la obligación de abordar el cambio climático sea cada vez más importante para los inversores, a medida que aumenten los riesgos de aumento de las temperaturas de forma muy tangibles y las oportunidades inherentes al paso hacia las energías renovables y otras formas de reducción del carbono resulten más evidentess.
Bonos temáticos
En la renta fija, los bonos temáticos siguen desempeñando un papel importante en la adopción de factores ASG en las decisiones de las carteras de inversión. La emisión de bonos verdes ha registrado un fuerte crecimiento, con un mayor interés por los bonos vinculados a la sostenibilidad, debido a la pandemia. En nuestra opinión, hay varios tipos de bonos temáticos que pueden sopesarse para su inclusión en las carteras, siempre y cuando se entiendan bien las características fundamentales del crédito del emisor y el uso de los ingresos (véase el gráfico 2).
El año pasado ya fue extraordinario para los bonos, con casi 550.000 millones de dólares en bonos emitidos en las cuatro categorías temáticas. Una cantidad ya superada hasta el tercer trimestre de 2021, con emisiones que rondan ya los 850.000 millones de dólares. Solo los bonos verdes suponen más de la mitad del valor de los bonos emitidos en 2021 (450.000 millones de dólares), mientras que los bonos sociales rondan los 190.000 millones y las emisiones de bonos vinculados a la sostenibilidad superan los 70.000 millones. [Téngase en cuenta que el gráfico de abajo incluye tanto las emisiones de bonos como los préstamos verdes.]
La emisión de bonos vinculados a la sostenibilidad ha aumentado un 500% en el último año. Los emisores habituales de estas clases de bonos son empresas de sectores que generan muchas emisiones de carbono, como energía, materiales y servicios públicos, que utilizan esa financiación para proyectos de descarbonización y para incentivar a los inversores al ofrecer un mayor cupón del bono si incumplen los indicadores clave de rendimiento (KPI) estipulados cuando se emiten los bonos.1
Normativa
Los reguladores de varias regiones están desarrollando requisitos obligatorios de divulgación de información ASG y relacionada con el clima, a la vez que alientan la creación de taxonomías verdes/sostenibles. La emisión de bonos verdes y vinculados a la sostenibilidad cuenta con el apoyo de las autoridades normativas y los bancos centrales que también forman parte del diálogo en un entorno en rápida evolución.
La normativa más significativa es el Reglamento de la Unión Europea sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros (SFDR, por sus siglas en inglés), que aboga por clasificar los fondos en función de sus criterios de sostenibilidad. Los fondos que integran factores ASG se clasifican como conformes al artículo 8 y los fondos que tratan de generar un impacto se ajustan al artículo 9. El Reino Unido va a examinar la información obligatoria de acuerdo con el Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD) para el año 2025. En Estados Unidos, la Comisión de Valores y Mercados (SEC) y el Departamento de Trabajo están llevando a cabo activamente numerosas iniciativas en materia ASG. En Asia, tanto Singapur como Hong Kong han propuesto directrices sobre la gestión del riesgo climático y medioambiental.2
Datos
La proliferación de proveedores de datos y calificaciones ASG, junto con la creciente divulgación de información voluntaria, ofrece a los inversores mayor claridad sobre los riesgos y oportunidades en materia ASG. Los datos no financieros suponen un complemento importante de las calificaciones de crédito y el perfil financiero.
Hay más proveedores de calificaciones ASG y sus correspondientes datos que nunca. Los grandes operadores, proveedores de índices y agencias de calificación siguen comprando a los de menor tamaño, mientras que un número cada vez mayor de grupos de reflexión, organizaciones no gubernamentales y consorcios de inversores se enfocan en la divulgación de datos especializados sobre un tema o asunto concreto, obteniendo los datos directamente del emisor, a través de cuestionarios o fuentes disponibles al público.
La cobertura y la calidad de las fuentes de datos varían. El mercado de bonos corporativos cuenta con más datos ASG disponibles que otros segmentos de la clase de activos. Los emisores de bonos corporativos están divulgando más información ASG y cada vez más proveedores ASG externos agregan dichos datos para generar puntuaciones ASG resumidas.
Los emisores de bonos soberanos divulgan ahora más información sobre los marcos de bonos verdes y temáticos para que los inversores entiendan cómo se utilizarán los ingresos de estas emisiones para proyectos de desarrollo sostenible y de otra índole. Los datos ASG de bonos soberanos también pueden obtenerse a partir de otras fuentes, como grupos de reflexión y grandes organizaciones multilaterales, como el FMI, el Banco Mundial y la OCDE, pero lamentablemente la información que se divulga no es tan amplia en otros segmentos del mercado de renta fija, como los bonos titulizados o municipales.
Los inversores también tienen que tener en cuenta el horizonte de tiempo y la importancia relativa al entender los riesgos asociados a los factores ASG. Los factores ASG suelen ser a largo plazo y pueden tener un impacto limitado en los instrumentos de renta fija con vencimiento a más corto plazo, a pesar de ser relevantes para el sector, la actividad o el emisor.
Participación activa
La participación activa con los emisores ha cobrado mayor relevancia, debido al deseo de los inversores de un mayor diálogo sobre los factores ASG, con el propósito de entender mejor los perfiles de sostenibilidad de los emisores. Los acreedores de renta fija no poseen acciones y, por tanto, no tienen derechos de voto. Sin embargo, los inversores de renta fija pueden participar activamente en un diálogo tanto formal como informal con los emisores en relación con los factores ASG a pesar de no ser accionistas y desempeñan un importante papel que desempeñar para promover una agenda sostenible como proveedores de financiación.
Además de individualmente, la participación activa puede llevarse a cabo de forma conjunta. En MFS, participamos en varios foros colectivos, como el CA-100 Plus. También entablamos un diálogo personal con los emisores.
Se prevé que la obligación de abordar el cambio climático sea cada vez más importante para los inversores, a medida que aumenten los riesgos de aumento de las temperaturas de forma muy tangibles y las oportunidades inherentes al paso a las energías renovables y otras formas de reducción del carbono resulten más evidentes.
Consideraciones de inversión
En MFS, la sostenibilidad ocupa el centro de nuestro enfoque de inversión activa a largo plazo y nuestro objetivo de asignar el capital de inversión de manera responsable. Nuestro sólido enfoque que integra la sostenibilidad en diversas facetas del proceso de inversión incluye el análisis fundamental y los datos requeridos, junto con la gestión prudente del riesgo y la participación activa con los emisores. Tenemos una serie de grupos de trabajo y comités que orientan la formulación y adopción de factores ASG en toda la plataforma de inversión de la compañía. Para ello, se consideran tres aspectos clave: integración, datos y gestión de riesgos.
El elemento más decisivo es la integración de factores ASG/sostenibilidad en el análisis fundamental ascendente (bottom-up) por el que se caracteriza nuestro enfoque de inversión. El análisis es el motor de la construcción de las carteras: colmamos las carteras con las mejores ideas de los analistas. Cada analista, tanto de renta fija como de renta variable, se encarga de integrar la consideración de los factores ASG en sus recomendaciones, trabajando estrechamente con los gestores de las carteras y con otros recursos ASG específicos que se enfocan en el análisis temático y la importancia relativa.
Al final, cada analista sectorial es responsable de integrar factores ASG junto con todas las demás consideraciones de inversión. No es una responsabilidad que se delegue a un equipo diferente. El analista se implica directamente con el emisor y aquellos que determinan el rumbo estratégico de la compañía para impulsar importantes agendas de sostenibilidad. En segundo lugar, los datos continúan siendo una parte importante del debate. En MFS, es importante que todos los inversores tengan el mismo acceso a datos ESG relevantes para tomar decisiones bien fundadas. Esto sigue evolucionando a medida que surge más información y nuevas normas.
Aunque en nuestro análisis utilizamos calificaciones ASG de terceros, al igual que con las calificaciones crediticias, no nos basamos solo en ellas para definir o limitar nuestras exposiciones. Por último, la gestión de riesgos y los análisis de riesgo cobran vital relevancia. Vemos los factores ASG como un riesgo, y también como una oportunidad. Analizamos el riesgo ASG desde el punto de vista de la cartera global y el proceso de construcción de la cartera, además de tener en cuenta valores individuales. Esto nos permite evaluar los riesgos materiales asociados con la cartera y tomar decisiones sobre los emisores que pueden correr mayor riesgo.
El elemento más decisivo es la integración de factores ASG/sostenibilidad en el análisis fundamental ascendente (bottom-up) por el que se caracteriza nuestro enfoque de inversión.
Conclusión
Varios avances importantes apuntan a la creciente importancia de la sostenibilidad y los factores ASG para los inversores en renta fija. Defendemos con firmeza la integración de estos factores en el proceso de inversión, el cual se sustenta en datos relevantes y una gestión prudente del riesgo. Aunque el cambio climático y los factores ASG en general sin duda plantean riesgos para muchos emisores, también ofrecen oportunidades a medida que el mundo pasa a producir y consumir bienes y servicios de manera más sostenible. Creemos que esta temática formará parte del sector de la inversión durante las próximas décadas.
Tribuna de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija Europa y gestora de carteras de renta fija de MFS Investment Management.
Notas:
1 KPI = indicadores clave de rendimiento.
2 Artículo 6: Incluye riesgos de sostenibilidad en el proceso de inversión. Artículo 8: Promueve sistemáticamente una característica ambiental o social estipulada y mejora la divulgación de información al respecto. Artículo 9: Por lo general, para fondos «de impacto», que tienen un doble objetivo de rentabilidad financiera y resultados ambientales o sociales específicos.
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