En la actualidad, los inversores en renta fija afrontan un entorno muy incierto caracterizado por dos narrativas de mercado opuestas. La primera dibuja un escenario de cautela y aversión al riesgo, resaltando unos altos niveles de endeudamiento en el ámbito corporativo, la dependencia del mercado del respaldo de los bancos centrales (y la fragilidad de mercado conexa), los elevados niveles de desempleo en muchas economías y las enormes brechas existentes entre el PIB potencial y real.
La narrativa contraria formula un escenario optimista propicio para la asunción de riesgos, haciendo hincapié en el gigantesco estímulo fiscal y monetario en respuesta a la pandemia, así como en la distribución en curso de la vacuna contra el COVID-19 y la previsión de reapertura de las economías. Este último escenario optimista es el que prevalece en el mercado en estos momentos.
Ahora bien, estas perspectivas optimistas vienen acompañadas de reflación y de inquietudes sobre la posibilidad de que se afiance el repunte en la inflación. Esta situación ha provocado que los inversores en renta fija eludan el riesgo de duración o de tipos en favor del crédito, y a recurrir a esta clase de activos en busca de rendimientos. Asimismo, tras esta rotación hacia el crédito nos encontramos con el escepticismo sobre si el aumento de la inflación podría no acabar de materializarse, lo que permitiría a la Reserva Federal de Estados Unidos aplazar la subida de los tipos hasta el plazo de 2023 que ha indicado. Los diferenciales cotizan ahora a niveles anteriores a la pandemia, lo que supone un pequeño colchón de diferencial en el caso de que se produzca una perturbación y seamos testigos de un escenario no tan alentador.
Repercusiones del entorno
Este entorno de reducidos rendimientos y diferenciales tiene importantes repercusiones para los inversores en renta fija. La primera radica en que, en la actualidad, resulta bastante complicado invertir a largo plazo por la masiva intervención de las autoridades monetarias. La política monetaria acomodaticia ha deprimido los tipos de interés, lo que conlleva que los inversores tengan que poner más el acento en la generación de alfa para satisfacer unas expectativas de rentabilidad total consonantes con el pasado.
Una segunda repercusión del entorno vigente es que un enfoque activo, flexible y a largo plazo dentro de un amplio universo mundial podría maximizar el abanico de oportunidades disponibles para los inversores, dado que permitiría accionar diversas palancas para conseguir objetivos de alfa y rentabilidad total. Una tercera repercusión es que los bancos centrales están incentivando a los inversores a asumir más riesgos para generar las mismas rentabilidades totales que antes. En nuestra opinión, contar con una sólida plataforma de análisis resulta esencial, no solo para generar las oportunidades de alfa que brinda la selección de valores, sino también para gestionar el riesgo de pérdida de capital. Muchos inversores se han entregado a un estado de complacencia acerca del riesgo de impago crediticio como consecuencia de la política monetaria acomodaticia en vigor.
Maneras de sumar rendimiento
Los inversores que amplíen su abanico de oportunidades y se decanten por un enfoque flexible global multiactivos pueden gozar de una mejor posición para generar el alfa que se precisa para respaldar los niveles requeridos de rentabilidades ajustadas al riesgo. Sin embargo, se enfrentan a un dilema. Si uno invierte demasiado en mercados emergentes y de alto rendimiento, acaba teniendo una alta correlación con la renta variable y el riesgo de caídas; pero si se invierte demasiado poco en crédito de mayor rendimiento, los objetivos de rentabilidad probablemente no se alcanzarán.
Dados los riesgos de una errónea asignación del capital que se observan hoy, reviste gran importancia ser capaces de accionar diversas palancas para generar oportunidades de alfa en una cartera, al tiempo que se mantienen las características defensivas de la renta fija. Aunque no existe una solución mágica respecto a la manera en que los gestores de carteras podrían sumar rendimientos en una cartera global multiactivos, aquí mostramos cuatro:
La duración no está muy en boga, como dijimos. Aun así, las anomalías en los mercados de tipos pueden brindar oportunidades de alfa. Será interesante observar cómo los diferentes mercados emergen de la pandemia. Por primera vez, tras años de fluctuaciones extremadamente sincronizadas en los tipos, se prevé que tanto la volatilidad como la dispersión en la beta ofrezcan oportunidades a los gestores activos.
Crédito: La inversión en crédito es una manera de captar rendimientos que lleva mucho tiempo utilizándose. Ahora bien, dados los estrechos diferenciales que exhiben muchos mercados, entre los que se incluyen los mercados globales de deuda con calificación investment grade, deuda de alto rendimiento, e incluso la deuda corporativa de mercados emergentes, se requiere prudencia en la selección de valores y diversificación. La correlación existente entre el crédito y la renta variable constituye una consideración adicional, y las correcciones en los peldaños más bajos de la escalera de calidad del crédito podrían ser de gran magnitud.
Liquidez: Algunos inversores piensan que no necesitan liquidez, hasta que la necesitan. La liquidez puede ser abundante, hasta que deja de serlo. Reviste relevancia entender de dónde puede extraerse la liquidez en una cartera, y más en una coyuntura de mercado volátil. Lo ideal estriba en ser el proveedor de liquidez cuando los mercados atraviesan dificultades y, en el caso de que se vayan a mantener activos ilíquidos, se debe obtener una compensación neta por el riesgo de liquidez que vaya más allá de la compensación derivada de los diferenciales. De no ser así, las carteras líquidas de renta fija podrían tornarse ilíquidas por el efecto de la iliquidez.
Apalancamiento: Al igual que ocurre con la duración, el apalancamiento no está bien visto, pero ha ido reapareciendo en las carteras como una fuente de rendimiento con un elevado riesgo. Como han puesto de manifiesto recientes debacles de hedge funds, el apalancamiento es tan falible hoy como lo ha sido siempre; exige una mano firme en el timón junto con una gestión superior del riesgo.
Nuestro enfoque de inversión en carteras globales multiactivos se basa en el empleo de estas palancas dentro de un marco de robusta gestión del riesgo con el propósito de ofrecer diversificación y un nivel constante de alfa y rentabilidades ajustadas al riesgo. Un enfoque activo y flexible a largo plazo dentro de un amplio universo global, combinado con un fuerte énfasis en la selección de valores, proporciona a los inversores la ventaja de un campo de juego más extenso para que puedan maximizar el abanico de oportunidades disponibles. Los actuales niveles de los rendimientos y los diferenciales, aunados a un elevado grado de incertidumbre en el mercado, hace que esto cobre ahora más pertinencia que nunca.
Tribuna de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija Europa y gestora de carteras de renta fija en MFS Investment Management.
Definiciones:
El alpha es un indicador que mide la rentabilidad de la cartera ajustada al riesgo. Cuando se contrasta con la beta de la cartera, un alpha positivo indica que la rentabilidad de la cartera es mejor de lo esperado, mientras que un alpha negativo significa que esta rentabilidad resultó inferior a las expectativas.
La beta es un dato que mide la volatilidad de una cartera en relación con el mercado en general.
La volatilidad de la beta muestra la dispersión, o el grado de fluctuación, del promedio estadístico con respecto al promedio matemático histórico.
El apalancamiento hace referencia a la cantidad de deuda que una compañía utiliza para financiar sus activos o invertir en operaciones empresariales con el fin de aumentar el valor para los accionistas. El apalancamiento también supone recurrir al uso de instrumentos financieros, como futuros sobre bonos del Tesoro en las carteras de renta fija, para gestionar los riesgos y/o incrementar la rentabilidad potencial.
Información importante:
Los comentarios, las opiniones y los análisis de Pilar se ofrecen con fines meramente informativos y no deberán considerarse como asesoramiento de inversión ni como una recomendación para invertir en ningún valor o adoptar ninguna estrategia de inversión. Los comentarios, opiniones y análisis se emiten a la fecha que se indica y podrían sufrir cambios sin previo aviso debido a las condiciones de mercado y otros factores. Este documento no pretende representar un análisis exhaustivo de todos los hechos relevantes para un mercado, sector, inversión o estrategia cualquiera.
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