Pasé las dos primeras semanas de noviembre viajando por Asia, discutiendo sobre los mercados de renta fija y los temas de inversión que sustentan el posicionamiento actual de la cartera. Hablé con personas de entornos profesionales, en vistas a empresas y con inversores, y me reuní con los medios de comunicación (las conversaciones que menos prefiero).
También pase tiempo con los lugareños, comiendo y paseando por los centros comerciales. Hablé con taxistas que hablan un inglés machucado notablemente mejor que mi compresión de los dialectos locales. Incluso, compartí una cerveza o dos en los pubs del vecindario. A medida que las conversaciones se dirigían a los mercados y la inversión, el tema al que iba a dedicar esta nota se hizo más evidente: los inversores creen cada vez más que el mundo está a salvo de nuevo.
Los mercados aplauden
Los mercados han estado optimistas, bendecidos por la inyección de liquidez del “no-relajamiento-cuantitativo” de la Reserva Federal. La Fed se ha comprometido a no elevar las tasas de interés en un futuro cercano dadas las condiciones económicas actuales en los Estados Unidos.
El Banco Central Europeo contribuyó al sentimiento de moderación cuando Mario Draghi entregó las riendas del banco central a Christine Lagarde, mientras que el Banco de Japón y el Banco de la República Popular de China tomaron medidas para acelerar sus posiciones monetarias acomodaticias ante la perspectiva de un crecimiento estancado y resbaladizo.
De forma significativa, a mediados de octubre, las tensiones comerciales en ebullición entre Estados Unidos y China se enfriaron a fuego lento, y los inversores de todo el mundo esperaron ampliamente un acuerdo comercial que se encuentra todavía en su fase inicial. Los detalles del acuerdo todavía nos eluden, no como el lugar elegido para la firma del acuerdo, y la materialidad real del acuerdo sigue siendo cuestionada. Sin embargo, parece haber un consenso entre los participantes del mercado en que las tensiones comerciales y los aranceles no empeorarán y que el crecimiento global está asegurado, aunque sea un poco más lento.
Como era de esperar, los mercados de renta variable establecieron nuevos récords, mientras que los inversores de tasas globales redujeron las expectativas de una recesión, recuperando cerca de 30 puntos básicos de ganancias recientes en la curva de rendimiento y reduciendo las expectativas de recortes adicionales de la tasa de la Fed. Otros mercados de renta fija aplaudieron con una ola de nuevas emisiones crediticias sobresuscrita. Los mercados de riesgo crediticio han respondido de una forma similar a mis conversaciones durante mi estancia en Asia: ¡Todo despejado!
Me gustaría cuestionar esta suposición. ¿Es realmente el mercado seguro de nuevo? Examinemos los temas principales en el mercado actual de riesgo: el comercio y la liquidez del banco central.
¿Una tregua comercial?
Primero, echemos un vistazo a la disposición del mercado a fijar precios en una tregua comercial. Muchos indicadores macroeconómicos son menos alarmantes y la debilidad económica mundial ha dejado de deteriorarse, al menos en el corto plazo. Los comentarios de personas que están mejor conectados que yo, son cada vez más difíciles de negar. La probabilidad de que se consiga algún tipo de tregua comercial en el corto plazo parece alta, por lo que las condiciones están mejorando. Aun así, ¿el acuerdo tendría calado?
La administración estadounidense actual se enfrenta a una campaña electoral polémica en próximo año y necesita un acuerdo sobre una importancia iniciativa política. También preferiría evitar la volatilidad del mercado durante este periodo. Dicho esto, en MFS IM vemos un acuerdo inicial como un alto al fuego en una relación progresivamente deteriorada entre Estados Unidos y China. Existen marcadas diferencias fundamentales en los modelos económicos de los dos países y complejidades estructurales inherentes a los temas polémicos que hacen que su resolución sea poco probable a corto plazo.
En MFS IM prevemos que un acuerdo inicial, bastante limitado, puede hacer poco para alterar la confianza de los inversores en los mercados financieros en el largo plazo y las empresas que toman las decisiones de capital. Además, no creemos que un acuerdo inicial limitado podría hacer mucho para alterar la continua erosión en las expectativas de las ganancias.
Los bancos centrales al rescate
En segundo lugar, consideremos la capacidad de los bancos centrales para extender la expansión. Es cierto que el aumento de las políticas acomodaticias monetarias y las gotas de liquidez pueden extender el crecimiento, que se encuentra por debajo de su tendencia, y ayudar a evitar una recesión en el corto plazo. En las reuniones de MFS IM, nos solemos referir a la probabilidad de que “tengamos la misma conversación dentro de un año”.
Sin embargo, la valoración y la oportunidad establecidas en varios mercados de inversión se mantienen sin cambios. Estas medidas no alteran las menores expectativas de retorno de la inversión, ni abordan la estabilidad financiera y los crecientes puntos de presión que enfrentan hoy a los inversores de renta fija.
Los banqueros centrales, liderados por la Reserva Federal parecen estar emitiendo una señal de “¡Todo despejado!” sobre las condiciones económicas, mientras que, al mismo tiempo, se señalan a los mercados que no quieren discutir las tasas de interés más altas.
Dicho de otra forma, Estados Unidos y la mayoría de las demás economías globales son demasiado frágiles para mantener la tendencia de crecimiento sin tasas de interés excesivamente bajas. Además, los banqueros centrales tienen poco que temer por las sorpresas al alza en la inflación y las expectativas de inflación. En otras palabras, a pesar de billones de dólares de liquidez del banco central, no somos capaces de crear un entorno que sostenga los objetivos de inflación, y en realidad tememos la desinflación, sin continuar la relajación cuantitativa.
Los mismos banqueros centrales que promueven los puntos de vista descritos anteriormente han comenzado a criticar la eficacia de sus propias políticas y destacar los efectos potencialmente perjudiciales de las tasas de interés negativas. Toda esta política monetaria, debe tenerse en cuenta, está teniendo lugar en un período de expansión económica. ¿Cómo será este conjunto de herramientas cuando la política monetaria sea necesaria en una recesión económica significativa?
Desde nuestro punto de vista, la política monetaria acomodaticia en curso y las inyecciones de liquidez del banco central crean un entorno para una visión de consenso para perseguir la beta. Desafortunadamente, eso solo respaldaría una eventual inestabilidad en el mercado y distorsiones en la valoración. Los inversores parecen demasiado cómodos tomando apuestas direccionales del mercado mientras ignoran las posibles reducciones y la gestión de riesgos.
A contrapelo
En MFS IM creemos que la opinión de consenso debe ser cuestionada. Las inquietudes indicadas anteriormente ejemplifican nuestra falta de voluntad para asumir importantes apuestas de riesgo en el mercado. En su lugar, elegimos buscar oportunidades de valor relativo descubiertas por la investigación fundamental e invertir en esas ideas a largo plazo. El papel de los administradores de inversiones activos como establecedores de precios es importante en este entorno. Igualmente, es importante el papel y la responsabilidad de la paciencia en la gestión activa, es decir, no ser tomadores de precios simplemente basados en el impulso. “¡Todo despejado!” está lejos de ser la señal que envía este mercado; debemos tener en cuenta los intereses a largo plazo de nuestros clientes.
Columna de William J. Adams, jefe de inversiones de renta fija global en MFS Investment Management.