Los titulares que cambian constantemente no constituyen una tesis de inversión. En un entorno de mercado que se ve impulsado al ritmo de las publicaciones de tweets, una selección por parte de los inversores, una gestión activa del riesgo y un horizonte temporal extendido nunca han sido tan importantes.
“El espectáculo de los mercados de inversión mordernos a veces me ha llevado a la conclusión de que convertir la compra de una inversión en algo permanente e indisoluble, como un matrimonio, excepto por causa de muerte o alguna causa mayor, podría ser un remedio para los males contemporáneos. Esto obligaría al inversor a dirigir su mente a las perspectivas de largo plazo y solo a estas”, John Maynard Keynes.
Consideremos el mes de agosto:
Desde la apertura del mercado el 31 julio a los niveles mínimos que se alcanzaron una semana después, el índice del S&P 500 perdió cerca de un 6,5% de su valor. Para el 13 de agosto, el mercado de renta variable estadounidense había recuperado más del 4% de estas pérdidas, solo para entregar estas ganancias unos días después. Esta actividad del mercado palidece en comparación con el movimiento intradía en el precio del S&P 500 el 23 de agosto o la volatilidad en el mercado de futuros de ese mismo día. A final del mes, el índice S&P 500 había perdido menos del 2% de su valor desde el 31 de julio, una pequeña pérdida dada la tumultuosa actividad del mes de agosto (1).
Los bonos, en contraste, han permanecido como un mar de tranquilidad, siempre que el inversor se hubiera posicionado en largo. El bono de diez años del Tesoro estadounidense tuvo un rally más de 50 puntos básicos, con un rendimiento de más del 5% en el mes de agosto, mientras que, en su extremo a largo plazo, la curva del Tesoro mostraba un rendimiento total superior al 10% para el mismo periodo. Para muchos inversores, estas estadísticas de rendimiento y volatilidad representan un buen rendimiento anual, y un mucho mejor rendimiento en términos mensuales.
Como uno podría imaginar, escribir una nota de esta naturaleza lleva algo de tiempo e implica generar una idea, escribirla, editarla, pulirla, producirla y que el departamento de cumplimiento la apruebe. Mi intención es siempre llegar con una visión oportuna mientras opero dentro de los límites de lo publicable.
Considerando este mandato, ¿cómo puede uno proporcionar un comentario oportuno en el contexto de la volatilidad actual en los mercados? ¿Cómo puede uno sentirse confortable articulando unas perspectivas de mercado a sabiendas de que después de unos tweets enviados oportunamente pueden hacer que el contenido de la nota se vuelva obsoleto mientras la nota sigue en producción? En otras palabras, ¿deberían los titulares, como los vistos en las últimas semanas, alterar el mensaje? ¿Debería temer quedarme obsoleto antes de la publicación?
La respuesta rápida es: no
Respondo a la pregunta con confianza, a pesar de todos los titulares y los tweets. Respondo a la pregunta con confianza, a pesar de la reciente volatilidad que a veces ayuda y otras veces daña las carteras. Respondo a la pregunta con confianza, conforme la cita de Keynes antes mencionada resuena en mi mente y reflexiono sobre el estilo de inversión de MFS, que está profundamente arraigado en el compromiso de unos estándares de rendimientos a largo plazo. El cortoplacismo en los mercados ha llegado a unas proporciones epidémicas. Considere como frecuentemente los comentarios evocan frases como “risk on/risk off”, los mercados están siendo “golpeados” por la guerra comercial, o los inversores están siendo alentados a “comprar la caída”. Hoy en día, los mercados están “respaldados” por unas negociaciones comerciales conciliatorias o bancos centrales “acomodaticios”, y mañana, la inhabilidad de los negociadores comerciales para llegar a un acuerdo en una fecha concreta creará debilidad en los mercados. ¿No ha sido precisamente este el guión que ha seguido el mes de agosto?
Lo que es más importante para los inversores: ¿se puede invertir pensando en los titulares o en los tweets? ¿Tiene algún gestor una verdadera ventaja competitiva para especular sobre el flujo de noticias que ocurrió en el mes pasado? No lo creo.
En mi opinión, adivinar la dirección o fuerza de los vientos políticos es el equivalente al mono proverbial que tira dardos a una lista de nombres de acciones. Además, creo que esto es cierto independientemente de si los vientos políticos se originan en Estados Unidos, China, Hong Kong, Reino Unido, Italia o Argentina. Los titulares y los tweets políticos no constituyen una tesis de inversión, y nuestro trabajo es no posicionar o realizar operaciones en una cartera sobre resultados cortoplacistas de esta naturaleza.
Curiosamente, cuando me encuentro con inversores y clientes alrededor del mundo, casi todos están de acuerdo en estos sentimientos. De hecho, “loco” es el adjetivo más utilizado para describir el actual entorno de inversión. Estos son comentarios que son bienvenidos y que sintonizan con nuestra filosofía de inversión en MFS IM. Creemos firmemente en un horizonte de inversión de largo plazo.
Se necesita tiempo para proporcionar al research fundamental una pista de despegue que permita influenciar de forma significativa la valoración de las inversiones que realizamos en nombre de nuestros clientes -mientras que también brinda la oportunidad de arbitrar las dislocaciones del mercado creadas por el pensamiento a corto-plazo.
Reconozco que muchos participantes del mercado no estarán de acuerdo con estos pensamientos. Consideremos los hechos: operamos en un mercado en el que el periodo de tenencia en cartera nunca ha sido más bajo, la cobertura realizada por el research de Wall Street parece estar muy centrada en los resultados corporativos del siguiente trimestre y en los titulares, los medios financieros producen ruido en el mercado y las gestoras de inversión incentivan estructuras que se centran en los estándares a corto plazo. Ninguna de estas prácticas es saludable para obtener unos resultados a largo plazo para los clientes. Iré un paso más allá y añadiré que estas dinámicas están de hecho dañando los resultados de las inversiones.
No me malinterpreten, mi intención aquí no es descartar la importancia del proteccionismo, populismo o la globalización, tampoco quiero decir que las opiniones y la dirección de los bancos centrales globales no sean importantes para proporcionar liquidez al mercado, para las valoraciones de los activos y para los ciclos económicos. Mi opinión aquí es que nos debemos fijar en horizontes de inversión realistas y en las expectativas de rendimientos que tienen los inversores y los dueños de los activos.
Las negociaciones comerciales pueden influenciar la confianza empresarial y el gasto de capital, la retórica populista, por su parte, alimenta la dinámica de la inflación y todos estos riesgos geopolíticos pueden afectar a las valoraciones de los activos. Sin embargo, a pesar de los titulares constantes, el enfoque de MFS IM como gestores activos debe permanecer en los fundamentales, es decir, los ingresos, los gastos, los beneficios, los balances contables, los flujos de caja, la deuda, el gasto en inversión, las decisiones de asignación de capital y demás consideraciones. Últimamente hemos expresado los desafíos que vemos en el horizonte para muchos de estos factores fundamentales.
Dicho de otra manera, uno no puede comerciar dentro y fuera de las tendencias fundamentales a largo plazo, siempre ganan al final. Dados el “loco” entorno de mercado, la selección por parte de los inversores, una gestión activa del riesgo y un horizonte temporal extendido deberían tener más importancia.
Columna de Williams J. Adams, director de inversiones de renta fija en MFS Investment Management.
Anotaciones:
- Fuente: Bloomberg, a 30 de agosto de 2019