Las elecciones federales en Alemania tuvieron un resultado, en líneas generales, que coincide con las expectativas previas. La canciller Angela Merkel tratará ahora de constituir una coalición, probablemente con el Partido Democrático Liberal (FDP) y los Verdes, aunque desde una posición mucho más débil ya que continúa el voto de protesta contra los actuales líderes políticos europeos. Los anteriores socios de coalición de Merkel, el Partido Socialdemócrata (SDP), han salido también mal parados y han declarado que no tienen intención de formar parte de la próxima coalición.
Esto puede ser muy inquietante a corto plazo y los titulares reflejan la tensión sobre el tipo de coalición que Merkel pueda crear, si es que la consigue. Sin embargo, es improbable que cambie el carácter generalmente consensual de la política del país. En Alemania, los políticos de las distintas tendencias han hecho cuanto estaba a su alcance por manejar la economía de forma que preserve el empleo y mejore el bienestar de las personas, más que hacer el juego a las diversas facciones dentro de su propio partido o a los más interesados en el calendario electoral.
Los problemas internos que afronta Alemania, como la inmigración, la demografía y el crecimiento económico, reciben mayor prioridad que los que favorece la prensa de derechas o de izquierdas.Además, como ocurre con todos los integrantes del bloque de la moneda única, las posibilidades para aplicar políticas económicas radicalmente distintas son limitadas.
Liderazgo de la UE
Sigue habiendo interrogantes sobre las cuestiones cruciales a las que los líderes europeos tendrán que enfrentarse. Mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, necesita la ayuda de Alemania para revitalizar las economías europeas, algunos de los socios de coalición de Merkel pueden ser reticentes a ver cómo Alemania apoya a los países que se niegan a seguir políticas económicas más sostenibles a largo plazo. El discurso de la primera ministra británica Theresa May en Florencia enumeró todas las ventajas de estar en la UE, pero a continuación cambió de dirección para pasar a explicar por qué Reino Unido no quiere formar parte de ella y, concretamente, para acatar también al conjunto de reglas que no han sido aceptadas por los políticos británicos o no se ajustan a lo que Reino Unido desea
El reto al que se enfrenta ahora Merkel es hallar uno o más socios de coalición que permitan a Alemania mantener su peso en la UE, aunque sin alimentar las fuerzas cada vez más proteccionistas, tanto a nivel interno como externo, que preferirían ver a los países alzar sus puentes levadizos y proteger el statu quo.
En última instancia, si todo se reduce a mantener y mejorar la riqueza económica, reducir el desempleo, invertir en mejoras en las infraestructuras y vivir dentro de sus posibilidades, Alemania favorecerá un discreto consenso. Tal como reconoció la canciller en su conferencia de prensa, el resultado significa que la tarea por delante es más difícil; no obstante, más que huir del reto, es probable que llegue a un consenso para abordar los problemas.
Tim Stevenson es director de renta variable europea de Janus Henderson Investors.